martes, 30 de noviembre de 2010

EL JUEGO DE LOS PROSS SE DIRIGIRÁ CON LA ZURDA

El Mundial de Sudáfrica supuso una nueva decepción para los aficionados a la selección de los three lions. Los pupilos de Fabio Capello llegaban a la cita africana tras una fase de clasificación inmaculada, pero pronto se encendieron las alarmas con el empate frente a Estados Unidos, el principio de una larga agonía que tuvo su culminación con la goleada encajada frente al cuadro germano. Tras la debacle mundialista, surgió en la opinión pública el debate sobre qué rumbo tomar. Finalmente, se apostó por la continuidad del preparador transalpino, pero puede que la clave del problema no esté en el banquillo. Es innegable que algunos jugadores ingleses descienden su rendimiento habitual con sus equipos cuando se enfundan la elástica del combinado nacional. Este ha sido el caso de Frank Lampard y Steven Gerrard, dos de los centrocampistas más talentosos de la última década que no han estado a la altura en las grandes citas entre selecciones. Ambos han superado ya la treintena y los aficionados ya piensan en un cambio generacional. Lo cierto es que aún es pronto, pero de cara al certamen que tendrá lugar en Brasil dentro de cuatro años, dos jóvenes suenan con fuerza para asumir el timón de la nave inglesa. La magnitud del reto es gigantesco, pero estos dos precoces futbolistas ya saben lo que es la responsabilidad de estar en grandes clubes como Arsenal y Chelsea. Estos talentos no son otros que Jack Wilshere y Josh McEachran.

Wilshere es un centrocampista organizador, dotado de una magnífica visión de juego y una precisión milimétrica en los envíos. Jack es un futbolista distinto, repleto de creatividad, capaz de inventarse un pase entre líneas casi imposible y, así, poder desarticular entramados defensivos muy poblados. Elegante en la conducción de balón en carrera, siempre con la cabeza levantada, domina a la perfección el toque con cualquier superficie de su pie izquierdo, lo que le facilita en gran medida la salida por ambos costados tras el regate a pesar de no tener confianza para utilizar la pierna derecha. Muy dinámico, le gusta estar en contacto permanente con el cuero, tirar paredes, además de poseer bastante velocidad en sus movimientos. Con un centro de gravedad bastante bajo, le falta fortaleza física, pero sabe mantener la posesión del esférico ante la presión del rival merced a la celeridad con la que gira sobre su propio eje.

Clarividente como pocos, es un futbolista que ofrece al equipo profundidad, que juega y hace jugar, acertando con muchísima frecuencia en la toma de decisiones gracias a su prácticamente impecable lectura de juego. Además, otra de sus cualidades es la versatilidad que atesora. Su posición natural, por su facilidad para ejecutar el último pase, es la de mediapunta, pero también puede desenvolverse cerca de ambos costados. Actuando pegado a la banda exhibe su regate eléctrico y su variedad de recursos para desbordar, buscando la diagonal para realizar el pase interior o disparar cuando arranca desde la banda derecha. En sus primeras apariciones con el primer equipo del Arsenal, mostraba un juego descarado, fresco y, sobre todo, muy vertical. Con el paso de los partidos y los consejos de entrenadores de élite como Wenger u Owen Coyle, Jack ha ido evolucionando hacia un estilo de juego más pausado y horizontal que le ha trasladado hasta el doble pivote. Desde esa posición ejerce como brújula del equipo, dando rienda suelta a su capacidad asociativa, participando en el inicio de las jugadas ofensivas e incluso llegando a culminarlas con su preciso a la par que potente golpeo, que le capacita para ejecutar los golpes francos y los saques de esquina.

Natural de la localidad de Stevenage, ingresó en la academia gunner a los nueve años y fue ascendiendo los distintos peldaños de las categorías inferiores a una velocidad de vértigo. Con catorce años ya representaba a Inglaterra en la selección sub-16 y con apenas quince primaveras disputaba algunos encuentros con el conjunto reserva del Arsenal. Así, continuando con su precocidad, debutó con la primera plantilla en un encuentro de la copa con apenas dieciséis años, batiendo el récord que ostentaba Cesc como jugador más joven en actuar con el primer equipo. Tras las buenas pinceladas dejadas en su primer encuentro con los de Arsene Wenger, el técnico alsaciano fue otorgando minutos a la perla británica en varios encuentros de la Carling Cup, al tiempo que alternaba sus apariciones con el conjunto reserva y el equipo sub-18 del club, al que lideró hacia la consecución de la Academy League y la FA Youth Cup. Su nivel era evidentemente superior al que existía en las categorías inferiores, por lo que los técnicos de la casa acordaron su salto al equipo de Premier League. Sin embargo, el overbooking existente en la medular del conjunto londinense no garantizaba que Jack gozase de los minutos suficientes para que no se frenase su progresión. Así, en el pasado mercado invernal se acordó su cesión a un Bolton Wandereres que por aquel entonces estrenaba técnico, el escocés Owen Coyle. Pese a su juventud y a la delicada situación clasificatoria que atravesaban los trotters, Wilshere no tardó en hacerse un sitio la banda izquierda del Reebok Stadium. Con el paso de las jornadas fue adquiriendo peso en el equipo y, tras la lesión de Cohen, acabó desplazándose al doble pivote junto a Muamba para dirigir el juego ofensivo del equipo.

Tras finalizar la cesión, regresó al equipo del Emirates Stadium y completó una gran pretemporada gracias a la que convenció a Wenger para asentarse en club del Norte de Londres, figurando con bastante regularidad en las alineaciones y formando un buen tándem en la medular con el camerunés Alex Song. Su cesión le ayudó a ganar en madurez y a progresar en el apartado físico y mental. Con algunas carencias todavía por subsanar como el despliegue físico en labores defensivas y la poca presencia en algunos tramos del encuentro, su edad le augura una gran trayectoria. Por ello, muchos ven en él al futuro líder de la selección británica. Condiciones técnicas y físicas no le faltan para asumir el reto.

Por su parte, Josh McEachran es un centrocampista ofensivo poseedor de una inusitada visión de juego que le predispone para ejercer de timonel de su equipo. Magníficamente dotado a nivel técnico, es muy preciso en el pase, siendo muy inusual verle fallar en los envíos. Se desenvuelve sin excesivos problemas en la media punta, aprovechando su clarividencia en la zona de tres cuartos para dejar libre de marca a los arietes. No obstante, la posición en la que más cómodo se encuentra es en la de volante izquierdo, arrancando desde la banda, trazando la diagonal para llegar en carrera y enviar el pase interior. Joshua es uno de esos jugadores que necesita estar en contacto permanente con el esférico, ya que si no lo hace con demasiada frecuencia, su fútbol se diluye.

A diferencia de otros mediocampistas poseedores de una brillante técnica individual como Wilshere, McEachran no se entretiene con la pelota en los pies, sino que toca rápido y profundo, sin alardes, consciente de que el efímero contacto con el cuero puede suponer un mayor beneficio colectivo en el sentido de que contribuye a una mayor velocidad en la circulación de balón. Acertado en la toma de decisiones, su capacidad para leer el juego es digna de elogio teniendo en cuenta su edad. Pese a que no es un prodigio en el apartado físico y tiene margen de mejora en la dosificación de sus esfuerzos, es frecuente verle aparecer por las inmediaciones del área rival para sacar a relucir su colocado disparo con la zurda, que le predispone para efectuar los lanzamientos de faltas y saques de esquina. Aunque tiene cierta potencia en la arrancada, no es un futbolista que destaque por su facilidad para zafarse de los rivales por velocidad punta. Ahora bien su extraordinaria conducción en balón en carrera, con el esférico pegado al pie le permite deshacerse de contrarios, además de poder salir con la posesión del cuero de situaciones peligrosas merced a la velocidad con la que se cambia el balón de pierna. Comparado con frecuencia con Frank Lampard, no se caracteriza por ser un centrocampista box to box, sino que el valor diferencial de esta joven perla es su agilidad mental, ya que tiene esa capacidad para pensar más rápido que los demás y saber qué acción realizar una décima antes de recibir.

Natural de Oxford, se enroló en la Academia del Chelsea a la edad de ocho años y fue escalando peldaños en las categorías inferiores del club de Stamford Bridge, ejerciendo de líder en cada una de ellas, hasta llegar al conjunto sub-18. Allí, sus buenas actuaciones no pasaron desapercibidas tanto para el técnico del conjunto reserva como para John Peacock, seleccionador inglés de la categoría sub-17. La pasada campaña ha sido especial para Josh, ya que consiguió proclamarse campeón de la Youth FA Cup y contribuyó de manera decisiva al triunfo del combinado inglés en el Europeo sub-17 de Liechtenstein, firmando brillantes actuaciones tanto en la semifinal como en la final del certamen. Lejos de contentarse, el joven de Oxford ha continuado con su línea ascendente, realizando una grata pretemporada con la primera plantilla que ha sorprendido a Carlo Ancelotti, quien ha recompensado sus esfuerzos brindándole oportunidades tanto en la Carling Cup como en las segundas partes de los encuentros de Premier y Champions League. Recientemente, tras pasar con éxito por el combinado nacional sub-19, el seleccionador de la sub-21, Stuart Pearce, ya ha contado con él para suplir la baja de Jack Wilshere. Por ello, hay voces reticentes que especulan con que los centrocampistas de Arsenal y Chelsea no sean compatibles. Sin embargo, para muestra un botón, Xavi e Iniesta, dos futbolistas con los que las jóvenes perlas son comparados, también tuvieron que soportar las dudas de la prensa acerca de su compenetración. Ahora, ambos hacen historia tanto en el Barcelona como en la selección española. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, dejar huella es lo que quieren los dos precoces talentos británicos. Parece que habrá que esperar todavía un tiempo, pero los supporters de los pross ya sueñan con que el tándem Wilshere-McEachran proporcione muchas alegrías al combinado nacional.

3 comentarios:

Marc Calduch dijo...

Ivan como dirian los argentinos: ''Que bueno que viniste'' me alegro mucho que estes de vuelta y nos puedas aportar futuros cracks no hay muchos blogs de estos en la blogosfera asi que habra que cuidarlos.

Saludos desde http://caviardefutbol.blogspot.com/

Ivan Varela dijo...

Bienvenido de nuevo por estos lares tocayo! jaja.

Respecto al artículo, Wilshere ya es una realidad, con su juventud es capaz de cambiar por completo un partido de una liga del nivel de la Premier.
Josh McEachran tiene que esperar su oportunidad en el B del Chelsea, pero la gente de Abramovich sabe perfectamente que en su cantera tienen una joya.

Saludos desde "Qué bello es el fútbol" y "El ojeador de promesas".

Bookmaking dijo...

creo que casi siempre ha pasado esto con una selección inglesa que siempre promete mucho después de tener una buena eliminatoria, pero es una decepción en el mundial o no cuenta con la suerte de campeón