sábado, 24 de septiembre de 2011

ROSS BARKLEY

Con la llegada de los magnates a la élite de la Premier League no corren tiempos fáciles para el Everton, acostumbrando a luchar por acceder a las plazas europeas a pesar de tener un presupuesto notablemente inferior a los conjuntos que también persiguen ese objetivo. Una pugna que en las islas muchos bautizan como el ‘milagro Moyes’, pues el técnico escocés agudiza el ingenio buscando en la cantera los jugadores que sus rivales encuentran en otros países. Sin embargo, esa lucha encarnizada por acceder a Europa cada vez se torna más complicada para el equipo azul de Liverpool y ya la pasada campaña no pudo pasar de la séptima posición. Esta temporada la situación parece haberse complicado aún más con la marcha de Arteta, ídolo indiscutible de Goodison Park, rumbo al Emirates Stadium. Un duro golpe para la afición toffee, que lejos de cundir en el desánimo ya se ilusiona con la última perla surgida de su prolífica academia, Ross Barkley.

Barkley es un versátil centrocampista que puede adaptarse a todas las posiciones de la medular, mostrándose más cómodo en la de mediocentro distribuidor. Atesora un excelente golpeo del cuero y alterna bien el pase corto con el largo, confiriendo dinamismo a la circulación de balón. Académico y elegante en la colocación del cuerpo para contactar con la pelota, ejecuta el desplazamiento en largo de forma impecable, abriendo el juego a los costados con bastante celeridad. Robusto en el apartado físico, siempre intenta impregnar de criterio todas sus acciones, pero en ocasiones adolece de falta profundidad y constancia, una carencia que probablemente llegue a subsanar con el paso de los años.

Ross es un centrocampista al que no le asusta la responsabilidad y no duda en ayudar a los zagueros para iniciar jugada, recogiendo la posesión del cuero en campo propio. Peligroso en la línea de tres cuartos por su precisión en el envío, no desentona desenvolviéndose cerca de los costados merced a su buena zancada y peligroso dribbling. Robusto físicamente, es un jugador con mucho desparpajo que no elude el uno contra uno en banda con su par y surte de precisos centros a sus compañeros. Dinámico, busca continuamente estar en línea de pase para mostrar su capacidad asociativa, sin embargo debe mejorar en la dosificación de esfuerzos y progresar en la faceta defensiva para ser más prolífico en el robo de balón. Un mediocampista ambicioso que no se olvida de mirar al área rival, poseedor de un gran timming de llegada que utiliza para dar rienda suelta a su excelente disparo desde media distancia con ambas piernas.

Ross Barkley nació el 5 de diciembre de 1993 en Wavertree, un distrito de Liverpool, de padre inglés y madre nigeriano. Desde su ingreso en la escuela destacó por su habilidad para manejar el esférico y, de esta manera, ingresó a los once años en la academia del Everton. Idolatrando a Arteta y Cahill, no tardó en destacar y pronto impresionó a los técnicos del fútbol base toffee como Neil Dewsnip que nunca olvidará la grata sensación que le dejó “su habilidad para disparar con ambos pies desde gran distancia”. Ross fue escalando peldaños en la cantera del Everton, dejando boquiabiertos a todos sus entrenadores por sus excelentes condiciones técnicas y físicas.

Su buen hacer defendiendo la elástica de su club puso en alerta a los técnicos de la federación inglesa, que no dudaron en citarle para integrar la selección sub-16 con apenas catorce primaveras. Tras su estancia con ese combinado, ascendió a la sub-17 con la que le llegaría uno de los momentos más exitosos de su corta carrera. En el verano de 2010 se disputaba el Europeo sub-17 en Liechtenstein y Ross estaba destinado a dirigir, junto a McEachran, el juego ofensivo de los pross. El centrocampista del Everton no defraudó y confirmó todo lo bueno que se apuntaba de él, convirtiéndose, con permiso de Connor Wickham, en el jugador más destacado de su selección.

Esa destacada actuación en Liechtenstein acabó por convencer a David Moyes, que quiso observarle más de cerca y le citaba continuamente para entrenarse con el primer equipo. Poco a poco, el chico fue convenciendo al técnico escocés que incluso le convocó para un encuentro de Premier League frente al Newcastle con tan solo dieciséis años. Así, su debut parecía cercano cuando un grave incidente alteró la trayectoria del precoz centrocampista. Defendiendo los intereses de la selección inglesa sub-19 en un encuentro contra Bélgica, Barkley chocó fortuitamente con el zaguero del Liverpool Andre Wisdom sufriendo una triple fractura en su pierna.

A pesar de la gravedad de la lesión, Ross no se rindió, completó el duro proceso de rehabilitación y regresó esta pretemporada, haciendo gala de su fortaleza mental, para ponerse a las órdenes de David Moyes. Lo ocurrido aquel fatídico mes de octubre 2010 parece totalmente olvidado y no ha supuesto ninguna traba para brillar con luz propia en el inicio liguero. Sin ir más lejos, pese a la sorprendente derrota en casa frente al QPR, Barkley pudo debutar como titular en la Premier League y fue elegido por muchos medios de información como el mejor jugador del partido. Una buena actuación que corroboró a la jornada siguiente, repitiendo titularidad y estrenando el casillero de puntos de su equipo en la victoria frente al Blackburn Rovers. Un fulgurante inicio que se ha visto recompensado con la convocatoria y el debut con la selección sub-21.

Ross es el hombre de moda en Goodison Park y los aficionados ya le ven como el canterano más talentoso desde Wayne Rooney, siendo cada vez más los compañeros o ex futbolistas ilustres que hablan maravillas de él. En ese sentido, Louis Saha no ha dudado en afirmar que “tiene todos los atributos para triunfar; fuerza, confianza, velocidad” al mismo tiempo que asegura “disfrutar entrenando y jugando con él” porque piensa que “tiene talento y será una gran estrella si continúa trabajando duro”. Una actitud responsable que por el momento mantiene, ya que como asegura su capitán Phil Neville “no está interesado en tener un gran coche ni ropa lujosa, sino que es muy humilde”. Esa humildad puede serle muy útil, ya que como apunta su compañero de vestuario Distin “tras dos partidos buenos, la gente pone mucha expectación en los jugadores jóvenes” por lo que es muy importante saber mantener los pies en la tierra.


La irrupción de Barkley es el mejor ejemplo de que el talento no entiende de edades y de la importancia de ser fuerte mentalmente para superar lesiones de larga duración. David Moyes es consciente de que tiene a sus órdenes a un diamante en bruto, por eso no duda en pedir a los aficionados que tengan paciencia con él y sepan entender que aún está en proceso de desarrollo, por lo que es muy importante saber elegir “los momentos idóneos para él”. Por el momento, con solamente cuatro encuentros oficiales como titular ya ha encandilado a los aficionados ingleses y ex jugadores internacionales como Martin Keown no han dudado en referirse a Barkley como “uno de los jugadores que se verán en este país”.

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