La
última semana de febrero estuvo marcada por los amistosos internacionales
disputados entre selecciones. Choques aparentemente intrascendentes que
sirvieron para dar los últimos retoques en varios combinados nacionales de cara
a la Eurocopa del próximo verano. En cambio, para otros como Serbia, ausentes
de la gran cita continental, esos duelos sirvieron al seleccionador para
iniciar un rejuvenecimiento en la escuadra balcánica. Una tendencia que tuvo su
máxima expresión en la titularidad de Lazar Markovic, desde el encuentro frente
a Armenia el jugador más joven en debutar con la selección absoluta serbia.
Markovic es un
segundo punta con mucho descaro y buenos fundamentos técnicos que combina
la capacidad de desequilibrio con una buena visión de juego. Muy dinámico, resulta bastante
complicado marcarle y suele ofrecer una línea de pase a sus compañeros. Inteligente en la recepción, sus buenos apoyos en los controles le
confieren una pequeña ventaja en los primeros metros de carrera. Incisivo, sabe aprovechar los metros que la zaga rival concede a su espalda a
través de desmarques de ruptura. Poco
sacrificado en labores defensivas, debe ser más intenso en la presión y necesita fortalecerse muscularmente
para soportar mejor los envites del rival. Muy participativo en las acciones
ofensivas, acusa su ímpetu con la mala gestión en la dosificación de esfuerzos
y le cuesta mucho completar los noventa
minutos. La escasa confianza que
deposita en su pierna izquierda limita el factor sorpresa cuando encara,
provocando a su vez una falta de definición en algunas acciones.
Un atacante rápido y explosivo en la arrancada que regatea bien en carrera gracias a su buena conducción del esférico.
Cae a ambas bandas y muestra una gran
facilidad para el desborde, ganando con facilidad la línea de fondo para
enviar buenos centros al área escudándose en su excelente golpeo de balón. No
le falta descaro para encarar una y otra vez a su par pero en ocasiones
debe imprimirle más pausa a sus acciones. Versátil,
puede adaptarse sin problemas a ocupar a ambos costados e incluso rinde a un
gran nivel en la posición central de la media punta. En la zona de tres
cuartos su buena visión de juego le
permite batir la última línea de presión con envíos en profundidad. Oportunista para aprovechar los errores de
la zaga rival, define con sangre fría en el mano a mano con el portero.
Nacido el 2 de marzo de 1994 en la ciudad serbia de
Cacak, Lazar
Markovic empezó a darle patadas a un
balón defendiendo los colores del
conjunto de su localidad natal, el Borak
Cacak. Como muchos otros niños de origen balcánico sentía devoción por el
deporte y no tardó en mostrar su destreza con el balón en los pies. Pronto un
acontecimiento iba a marcar su trayectoria. Su hermano Filip fue captado por los ojeadores del Partizan y
partió, junto con su madre, rumbo a Belgrado. El joven Lazar permaneció con su padre en su lugar natal pero pronto
añoraría al resto de su familia.
Lazar decidió reunirse con su hermano y para ello consiguió
una prueba para ingresar en las categorías inferiores del Partizan.
Inmediatamente dejó impresionados a
todos los técnicos del club de Belgrado con sus habilidades y su tremendo
desparpajo. Fue quemando etapas en el conjunto blanquinegro con la ilusión de
llegar algún día a la primera plantilla. Una esperanza que se hacía aún mayor
viendo a jóvenes atacantes como Jovetic o Ljajic, que se convertían en
auténticos ídolos de los Grobari, los
aficionados más radicales del Stadion Partizana.
En el
complejo deportivo Teleoptik-Partizan todas le alababan y se quedaban prendados
de su determinación. Además, aderezaba
sus innatas condiciones para la práctica del fútbol con una enorme
determinación, que le conducía a destacar frente a rivales que le superaban en
edad. Los ojeadores descubrieron primero a su hermano Filip pero no
tardaron en vislumbrar que sería el pequeño Lazar el que iba a convertirse en
la auténtica estrella de su cantera. Así lo entendieron también los técnicos de
la federación serbia, que le reclutaron para reforzar las categorías inferiores
del combinado plavi.
Aleksandar Stanojevic, entrenador del Partizan hasta 2012 y acostumbrado a
tratar con jóvenes prometedores, no dudó
en conceder a Lazar Markovic la oportunidad de estrenarse con la primera
plantilla buscando remontar la eliminatoria de la última fase previa de la
Champions League contra el Genk. Apenas cinco días más tarde, el prometedor
atacante volvió a tener otra oportunidad en el campeonato liguero supliendo al
brasileño Eduardo, que cayó lesionado antes de la media hora de juego. No le
pesó la presión y se estrenó como goleador. Un mes después ya estaba completamente consolidado como titular en el
ataque del conjunto de la capital serbia.
GRANT Y SU GUIÑO AL CHELSEA
Con el paso de los partidos se convirtió en uno de los
futbolistas más destacados de un Partizan que lidera con mucha autoridad
el campeonato doméstico. Su progresión
no ha pasado desapercibida para los grandes equipos europeos, que ya hacen cola para su conseguir su fichaje. Especialmente en Italia es
donde más suspiran por él. Inter y Milan y Fiorentina, que mira con lupa la
región balcánica después de la gran rentabilidad del fichaje de Jovetic, desean
convencerle para que abandone su país natal. Sin embargo, en el país italiano el joven Lazar ya ha declarado que prefiere a la
Lazio después de el cariño que la hinchada biancocelesti
procesó a compatriotas suyos como Sinisa Mihajlovic y Dejan Stankovic.
Aunque
sean los italianos quienes más insistan en su contratación, la progresión de
Markec, como también es conocido por la prensa local, se sigue con atención en
todo el continente. La llegada de Avram
Grant al banquillo del Partizan supuso un efecto dominó que desembocó en un
serio interés del Chelsea por el joven atacante, que no descarta su futuro
desembarco en Londres. “El Chelsea es el
club que más me gusta después del Partizan. Me gustaría jugar allí. Creo
que el mejor fútbol del mundo es el inglés y podría adaptarme muy bien a su estilo”
declaró Markovic hace unos meses.
Acaba de cumplir la mayoría de edad, por eso desde la directiva del club de Belgrado esperan disfrutarle dos o tres
años más. Ya internacional absoluto, continúa estando en los planes de
Sinisa Mihajlovic, recién nombrado seleccionador serbio. Su gran reto a largo plazo es estar presente en el Mundial de 2014
que se disputará en Brasil.
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