La
trayectoria de un delantero está inexorablemente marcada por el gol. Un toque,
una celebración, una batalla ganada al portero rival. Pese a que cada vez se
juzga más a los arietes utilizando otros criterios menos estadísticos como la
movilidad, los guarismos siguen encumbrando o degradando el rendimiento de un
referente ofensivo. En la actualidad, donde equipos elogiados por juego y
resultados apuestan por un falso ‘nueve’ aún sigue habiendo esperanzas para los
‘cazagoles’, aquellos que viven por y para el primer toque. Una estirpe a la
que pertenece Jordan Rhodes.
Rhodes es un
delantero con una extraordinaria facilidad para rematar sin necesidad de
controlar el cuero. Siempre atento a cualquier concesión de la zaga rival,
castiga su pasividad armando rápido el disparo. Inteligente a la hora de
interpretar al juego, es sorprendente su capacidad para librarse de su marca en
posiciones francas para el disparo. Al contrario que otros delanteros de poca
edad que buscan interactuar con sus compañeros, no participa en el juego
colectivo, él es un finalizador puro que encuentra en el área rival su hábitat
natural. Potente en la zancada, a pesar de su envergadura no se siente incómodo
cuando su equipo decide contragolpear y define con sutileza para sortear la
salida del portero cuando éste intenta reducirle ángulo de disparo.
Jordan
no es un dechado de técnica, pero es más hábil de lo que parece a primera
vista, lo que le permite deshacerse de la estrecha vigilancia de su marcador.
Poseedor de una equilibrada estructura física, no rehúye el cuerpo a cuerpo y
está capacitado para fijar a los centrales ofreciendo a sus compañeros una
referencia ofensiva de manera casi permanente. Preciso en el testarazo, se
eleva con potencia y no está exento de espíritu combativo para salir vencedor
de las batallas aéreas. Letal en el remate con su pierna diestra, cada vez
define mejor con la zurda pero denota falta de velocidad en la ejecución de
determinados movimientos. Incisivo en el desmarque, se mueve con inteligencia a
la espalda de la defensa. Muy difícil de frenar, debe demostrar su poderío
actual en categorías superiores.
Hijo
del portero Andy Rhodes, Jordan nació en la ciudad inglesa de Oldham el 5 de
febrero de 1990 cuando su padre defendía la meta del Oldham Athletic. La
trayectoria deportiva de su padre condicionó su infancia, repleta de viajes.
Andy fue portero del Dumferline y St. Johnstone durante la década de los 90, lo
que provocó que su hijo desarrollase gran parte de su infancia en Escocia.
Decide seguir los pasos de su padre y comienza su andadura futbolística bajo
palos, pero pronto da un cambio radical y decide que lo suyo es marcar goles,
no evitarlos como hacía su progenitor. En ese giro de su breve carrera tuvo un
papel determinante su entrenador durante su estancia en la población escocesa
de Cairneyhill.
De
vuelta a Inglatera, Jordan se integra en las categorías inferiores del Barnsley
pero de nuevo la vida laboral de su figura paterna vuelve a influirle. Su padre
firma un contrato como entrenador de porteros del Ipswich Town y consigue
reclutar a su hijo para reforzar la cantera del club. En su primer año con los Tractor Boys impresiona por su facilidad
goleadora llamando incluso la atención de los técnicos de la federación
inglesa, que piensan en él para reforzar las selecciones juveniles de los three lions. Un refuerzo que finalmente
no pudo producirse por problemas físicos.
Ya
superadas sus lesiones, debuta en la primera plantilla a los 17 años. Sin
embargo, en el club no se apostó con fuerza por él y encadenó varias cesiones
sin excesiva fortuna ni continuidad al Oxford United y al Rochdale. Durante su
estancia a préstamo en el Brentford comenzó a afinar su puntería y, aunque
volvió a padecer otro infortunio en forma de contratiempo físico, comenzó a
refrendar los detalles que había podido mostrar en la cantera de los Tractor Boys. A pesar de su juventud y
el brillante porvenir que le auguraban algunos analistas, el Ipswich Town le
dejó escapar y el Huddersfield no desaprovechó la oportunidad.
EXPLOSIÓN GOLEADORA EN HUDDERSFIELD
En el
club de Yorkshire desató toda su vocación anotadora. Comenzó con seis goles en
sus seis primeros partidos, un preludio de su magnífica temporada, que iba a
finalizar como máximo goleador del equipo superando la veintena de tantos. Ese
acierto de cara a puerta no pasó desapercibido por la federación escocesa y a
finales de 2010 comenzó a defender los intereses de la selección sub-21. Su
carrera volvía a encarrilarse y en el Huddersfield encontró la estabilidad
necesaria. La siguiente temporada descendió sus guarismo anotadores, pero aún
así fue capaz de anotar dieciséis goles en el campeonato liguero, formando una
gran sociedad con el ahora centrocampista del Norwich Anthony Pilkington.
En la
presente campaña ha vuelto a demostrar su faceta de ‘cazagoles’ y logró
mantener un ratio de goles excepcional cercano al tanto por partido jugado. Ese
extraordinario momento de forma y su buen desempeño con la selección escocesa
sub-21 hicieron posible su debut a nivel absoluto con TheTartan Army el pasado mes de noviembre. “De niño tuve todas las
camisetas y crecí viendo a la selección escocesa” aseguró el joven delantero
disipando todas las especulaciones que ponían en duda su compromiso con el país
de los highlands y de paso
justificando su elección tras estar a punto de representar los intereses
ingleses en categorías inferiores.
Su
técnico Lee Clark supo exprimir desde su llegada a Yorkshire todas las
condiciones de Jordan Rhodes y el joven atacante ya es uno de los máximos
artilleros históricos del club. Su ritmo anotador es espectacular y su nombre
se escuchó en todos los informativos británicos cuando con sus 5 goles alegró
toda la tarde a todos los aficionados del Huddersfield que se desplazaron el
pasado 6 de enero para ver a su equipo en el feudo del Wycombe. Una actuación estelar
que contribuyó a aumentar el interés de varios conjuntos ingleses en conseguir
su fichaje como ocurrió durante el pasado mercado invernal.
Sus
días como jugador terrier están
contados ante la extrema superioridad que muestra semana tras semana en la
categoría de bronce del fútbol inglés, aún consiguiendo el ansiado objetivo del
club de Yorkshire en un igualado playoff de ascenso frente al Sheffield United.
Pretendido por varios conjuntos de Premier League, ha sido incluido en la lista
de 35 preseleccionados para defender los intereses británicos en los Juegos
Olímpicos. Los aficionados del Galpharm Stadium se resignan a que las tardes de
gloria que les brinda su ariete tienen fecha de caducidad. Rhodes está
preparado para retos mayores.
1 comentario:
enhorabuena
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