ZAKARIA BAKKALI

El sólido AZ de Van Gaal, el sorprendente Twente de Steve McLaren y el Ajax de Frank de Boer por partida triple. Ya son cinco años los que el PSV lleva sin levantar la ensaladera. Demasiado para un club acostumbrado a saborear las mieles del éxito con frecuencia, una sequía de éxitos agravada si se tiene en cuenta que los de Eindhoven han contado en los últimos tiempos con los mejores jugadores presentes en territorio holandés. Tras un lustro sin reinar en el país de los tulipanes, la directiva de la entidad de la Philips optó por un golpe de timón este verano. Se abrió la puerta de salida a los pesos pesados del equipo para rejuvenecer al equipo dando paso a los jóvenes talentosos surgidos de las categorías inferiores e incorporando a prometedores zagueros que no tenían sitio en las potencias de la Premier League.

Van Bommel colgó las botas, Lens aceptó la suculenta oferta económica del Dinamo de Kiev, Strootman hizo las maletas rumbo a Roma para emprender el desafío de liderar la medular de un conjunto convulso durante las últimas campañas y Mertens se mudó al sur de Italia para poner su desequilibrio al servicio del Napoli. Con la ausencia del belga, uno de los atacantes más determinantes de la Eredivisie, el liderazgo en el ataque del conjunto ‘eléctrico’ se quedaba sin su principal referente pero en este inicio liguero un compatriota suyo recogió el testigo. Luces de nueva generación, el resplandor brillante de los regates de Zakaria Bakkali.

Bakkali es un extremo que destila osadía por los cuatro costados. Una bocanada de aire fresco para los ataques de su equipo cada vez que entra en contacto con el cuero. Atrae rivales y los elimina con facilidad merced a su inusitada habilidad para el desborde. Bicicletas, túneles, rápidos cambios de pierna, recortes sin balón, atesora una gran variedad de recursos para el regate que le confieren un alto porcentaje de éxito cada vez que encara. Pese a la espectacularidad de sus recursos no peca de efectista, demuestra verticalidad y cada acción está encaminada a generar desequilibrios. Dominador absoluto del amago y rapidísimo en el giro, es un ‘destrozacaderas’, un excelente driblador que demuestra en los escenarios más imponentes el desparpajo propio del que conserva el protagonismo de aquello que los argentinos denominan fútbol de potrero. Certero en los controles, capaz de realizar jugadas inverosímiles, abusa de la petición de pase al pie y no exprime su velocidad para explotar el juego al espacio.

Una avispilla que desgasta a base de picotazos a los zagueros rivales. Imprevisible cuando encara. Con salida por ambos perfiles, domina con enorme destreza su pierna diestra y no duda en utilizar la izquierda para finalizar las acciones, bien sea a base de asistencias o bien buscando directamente la portería rival. Bajito pero no liviano, de potente tren inferior para arrasar con su arrancada demoledora. Enérgico en la presión tras pérdida, a menudo demasiado impetuoso demuestra los vicios de juventud y debe progresar en sus movimientos sin balón. Versátil para desequilibrar desde ambos costados, aunque su punto de partida es la banda demuestra dinamismo y eficacia  cuando pisa zonas interiores. Punzante en la diagonal, aún entiende el juego como un desafío individual y necesita progresar en la toma de decisiones para sacar más rédito de su técnica individual. De excelente golpeo con ambas piernas, combina la suavidad en la asistencia a balón parado y sus disparos al palo largo con la violencia de sus derechazos desde fuera del área. Un diamante en bruto que debe pulir su dosificación de esfuerzos para explotar definitivamente sus innatas condiciones técnicas.

De ascendencia marroquí, Zakaria Bakkali (26/1/1996) creció en el barrio de Droixhe y allí dio sus primeras patadas a un balón. Se inició en el modesto Sljivo hasta que el gran club de la ciudad, el Standard de Lieja, le reclutó para sus categorías inferiores. Su velocidad, desparpajo y facilidad para el regate impresionaron a todos los técnicos de cantera y despertaron el interés del PSV, siempre atento a las promeses emergentes en los países limítrofes. Así, con apenas 12 años, hizo las maletas rumbo a Eindhoven para continuar con su meteórica progresión. Las dudas sobre la adaptación de un niño en un país nuevo comenzaron a surgir pero pronto las disipó a base de excelentes actuaciones. Con su compañero de generación belga Andreas Pereira como acompañante en su aventura holandesa, quemó peldaños a una velocidad de vértigo convirtiéndose en la joya de las categorías inferiores del club.

Su talento pronto trascendió más allá de las fronteras holandesas. Integrante de la generación dorada en la que también destacaban Musonda y Pereira, Bakkali acaparaba los elogios de los técnicos de la federación de su país natal. “Tiene unas cualidades para el dribbling que jamás vi en otro jugador. Sabe eliminar dos, tres o cuatro jugadores fácilmente” asegura Bob Browaeys, director deportivo de la federación belga, para definir sus excelentes cualidades. Unas condiciones para el desequilibrio que demostró en la prestigiosa Nike Cup celebrada en 2011. Designado como mejor jugador de la competición, recibió el galardón de las manos de la leyenda del Manchester United Sir Bobby Charlton pero sería el otro gran club de la ciudad quien pujo fuerte para incorporarle a su academia con Vincent Kompany como prestigioso mediador. “Consideré dejar el PSV e incluso visité las instalaciones del Manchester City para firmar un contrato allí, pero mi padre me convenció para no irme y renové por tres años con el PSV” recuerda ahora el joven Bakkali.

ESTABILIDAD EN EINDHOVEN

“Buscamos reclutar y desarrollar jóvenes jugadores talentosos desde nuestra academia hasta el primer equipo. Zakaria Bakkali debe servir como ejemplo e inspirar a otros de nuestros jóvenes” declaró Marcel Brands, hombre fuerte del organigrama deportivo del club de la Philips, en referencia a la renovación de la perla belga. Dicho y hecho. Admirando la figura de su compatriota Dries Mertens continuó con su fulgurante progresión, sembrando el terror de las zagas con su facilidad para el regate y su olfato goleador. La pasada campaña comenzó a entrenar con los profesionales y sentó las bases para el ascenso al primer equipo. “Mark Van Bommel ejerció un rol importante en mi desarrollo, al igual que Dries Mertens”. El mediocentro se empleaba con dureza en los entrenamientos para que el bisoño atacante aprendiera a no abusar de la conducción.

Con la profunda remodelación llevada a cabo por el PSV este verano, Bakkali pronto adquirió protagonismo en los encuentros amistosos de pretemporada. Unas buenas sensaciones que confirmaría en los compromisos oficiales. Comenzó a ganarse el cariño de los aficionados del club de Eindhoven con su gran desempeño en el doble enfrentamiento en la previa de la Champions League ante el Zulte Waregem y terminó de encandilar a los aficionados del Philips Stadion con su triplete en la goleada ante el NEC Nijmegen. Una exhibición que le sirvió para batir el record de precocidad en conseguir un hat-trick en la Eredivisie y redondeó una semana inolvidable con la llamada de Wilmots para realizar su debut con el combinado nacional absoluto. Un estreno que no se produjo por una inoportuna lesión que algunos achacan a la carga de partidos. Llevar con mimo su progresión será vital para que la luz cegadora de sus osados regates no se apague antes de que reinstaure el brillo en el Philips Stadion.