MIGUEL VELOSO

EL ÁGUILA QUE SE CONVIRTIÓ EN LEÓN

La genética juega un papel importante en nuestras vidas, y, sin duda, ésta influyó bastante en la existencia de Miguel Veloso. Antonio Veloso, su padre, defendió con orgullo la camiseta del Benfica durante los años ochenta y noventa, luciendo incluso el brazalete de capitán de las águilas. Era frecuente que Antonio llevara a Miguel a observar los entrenamientos del Benfica. En este ambiente de culto al esférico, el joven Veloso se pasaba las tardes chutando con la pierna derecha contra las paredes de su casa. Un día, su padre le recomendó que debía golpear el cuero con su pierna izquierda y Miguel aceptó el consejo y se volvió zurdo a fuerza de practicar.

Al ser Antonio un emblema de la entidad benfiquista, el pequeño Miguel ingresó en la escuela de formación de Da Luz. Defendió los colores que tanto habían significado en la vida de su padre hasta los trece años, cuando los técnicos de la cantera de las águilas decidieron prescindir de sus servicios. Miguel no se desilusionó y siguió intentándolo en equipos más modestos, como el Real Massamá y el Cultural da Pontinha, hasta que los perspicaces ojeadores del Sporting de Lisboa le ofrecieron ingresar en Alcochete, fábrica de talentos de la que han salido futbolistas de la talla de Figo o Cristiano Ronaldo, para continuar con su proceso de formación.

Ya en las filas del conjunto leonino, Miguel Veloso fue una de las piedras angulares para ganar el título de juveniles en 2005, a las órdenes de su actual técnico, Paulo Bento. Pero antes había apuntado muy buenas maneras capitaneando, en 2003, la selección lusa sub-17 que logró proclamarse campeona de Europa de dicha categoría.

Después de acabar su estancia como jugador juvenil, fue cedido, para foguearse, al modesto Olivais e Moscavide, club al que ayudó en su ascenso a la segunda división del fútbol portugués desde la posición de interior izquierdo.

Tras su gran temporada en la división de bronce del balompié luso, fue repescado por el Sporting, donde se reencontró con Paulo Bento, su valedor y técnico en etapa juvenil. Al principio entró en el equipo como defensa central, pero sus buenas condiciones técnicas le auparon a la posición de pivote, posición en la que, según declaraciones del propio jugador, se siente más cómodo.

Se trata de un jugador con una gran capacidad de posicionamiento, gracias a la que intercepta gran cantidad de envíos del rival. No tiene un gran despliegue físico pero recupera con facilidad merced a otra de sus cualidades, la anticipación. Otra de sus virtudes es la versatilidad, puede actuar como central, como pivote defensivo, como mediocentro organizador, como interior izquierdo e incluso ha sido utilizado para ocupar el carril izquierdo de la zaga. Pero la cualidad que más le define es su dominio del balón; golpea con ambas piernas, ejecutando con precisión largos envíos que causan estragos en las zagas rivales. Tiene una conducción de balón elegante y está capacitado para armar el juego ofensivo de su equipo, pero lo cierto es que le falta llegada al área rival. Gracias a su magnífico golpeo de balón, ejecuta la mayor parte de jugadas a balón parado de su equipo e incluso aporta en el aspecto goleador, transformando libres directos cercanos a puerta.

Un aspecto en su contra es su díscolo carácter. Para muestra un botón; en el pasado mercado invernal se habló de un fuerte interés de un club de la Premier League por hacerse con sus servicios. El Sporting de Lisboa se negó rotundamente a venderle y, al día siguiente, Miguel Veloso se ausentó del entrenamiento sin motivo aparente. Cuando los medios lusos preguntaron por el asunto, el propio jugador se mostró indignado con el club por no dejarle salir y criticó duramente a su entrenador por no situarle en su posición predilecta, la de pivote defensivo. Es una pena que no aproveche su versatilidad, como hacía su padre, y proteste por jugar en una posición en la que se desenvuelve sin problemas. Por el bien del fútbol, esperemos que olvide estos detalles propios de la inmadurez y se centre, ya que es uno de los futbolistas con mayor proyección de Europa.