ALAN DZAGOEV

La Eurocopa de 2008 sirvió para que todo el continente pudiera comprobar la brillantez del fútbol de toque practicado por los españoles, pero también valió para dar fe de una nueva hazaña de Guus Hiddink, llevar a las semifinales a la selección rusa. Unos meses antes, ya habían tenido parte de culpa de que los ingleses no estuvieran en esa gran cita. A nivel de equipos, otro síntoma del potencial ruso fue la conquista de la Copa de la UEFA por parte del Zenit de San Petersburgo, cuyos jugadores son la columna vertebral del combinado ruso. En el camino hasta las semifinales se encontrar con Holanda, a la que derrotaron con una auténtica exhibición del jugador más talentoso del combinado de Europa del Este, Andrei Arshavin. El desequilibrante atacante había sido el líder en su club desde hacía varios años, pero adquirió una mayor dimensión cuando la compañía de gas Gazprom se hizo con las riendas de la entidad, invirtiendo mucho dinero y rodeando a Arshavin de buenos jugadores. Con la colaboración de Tymoschyuck, Pogrebnyak, Denisov, Zyrianov y Anyukov entre otros, Andrei consiguió la liga rusa y la Copa de la Uefa, llamando la atención de todo el continente. La Eurocopa sirvió para poner el broche de oro a su fenomenal temporada y para que todos los europeos mostraran más atención al campeonato ruso. Por ello, los futbolistas rusos no tendrán que esperar hasta su madurez futbolística para ser conocidos en todo el planeta y serán seguidos desde temprana edad. Un ejemplo de precocidad es el jugador del CSKA, Alan Dzagoev.

Dzagoev es un habilidoso mediapunta que destaca por su inteligencia en la lectura del juego, sabiendo cuál es la acción idónea en cada momento del encuentro. Su conducción en carrera es impecable, llevando el balón pegado a la bota, lo que le facilita el regate y dificulta que los rivales puedan robarle la posesión del esférico. Esta magnífica conducción unida a su velocidad hace de él un jugador casi imparable con espacios y muy aprovechable para portar el cuero en los contragolpes. Cuando las cosas no van bien en el plano colectivo, no se achica y baja a recibir al centro del campo para surtir de balones a los arietes. Gracias a su clarividencia en la zona de tres cuartos tiene mucha facilidad para dar asistencias, pero también ve puerta con frecuencia por su capacidad para llegar desde segunda línea y su frialdad en la definición cuando se encuentra solo ante el portero. Anota llegando desde atrás, pero también lo hace merced a su potente y preciso disparo con su pierna derecha. Por su excelente golpeo de balón es el encargado de ejecutar las jugadas a balón parado, lanzando los saques de esquina y consiguiendo goles en los libres directos cercanos al marco rival. Un futbolista muy difícil de marcar por su dinamismo y capacidad para el regate. Además de en la mediapunta, también puede jugar un poco más adelantado, como segundo punta, por su facilidad para desenvolverse cerca del marco rival.

El joven Alan, desde muy pequeño, mostró un gran cariño por el esférico y pasaba las tardes dando patadas a un balón, descuidando incluso los estudios para dar rienda suelta a su vocación. Por ello, ingresó en el FC Alania Vladikavkaz de su Osetia natal. Pronto empezó a destacar entre los jóvenes de su edad y tras un fugaz paso por el Krylia Sovetov, llegó a las categorías inferiores del CSKA de Moscú. Pasó por los distintos escalones de la cantera del club moscovita hasta que Valeri Gazzaev le dio la oportunidad de ascender al primer equipo sin alcanzar todavía la mayoría de edad.

El CSKA no atravesaba su mejor momento y navegaba por la mitad de la tabla, muy lejos del liderato, pero todavía se pensaba en lograr el campeonato, esperanzados por el gran nivel de la plantilla. Pero el artífice de la mejoría no iba a ser ni Krasic, ni Yuri Zhirkov ni siquiera Vagner Love, el jugador que más iba a brillar sería el joven Dzagoev. Con sus asistencias y sus goles iba a liderar la remontada moscovita hasta conseguir la segunda posición, que da acceso a la Champions League. Su juego fue tan brillante como constante, ya que no se amedrentó en los grandes duelos, como ante el Zenit de San Petersburgo, en el que hizo dos goles en el feudo de los de Dick Advocaat. Además, su contribución fue decisiva para ganar la Copa Rusa y para hacer un digno papel en la Copa de la UEFA, mostrando gran descaro ante clubes de campeonatos de mayor nivel. Su espléndido rendimiento llamó la atención de Guus Hiddink, que le hizo debutar ante Alemania, convirtiéndole en el jugador más joven en vestir la elástica del combinado báltico.

Finalizó la campaña y se produjo un cambio en el banquillo, Gazzaev fue sustituido por el brasileño Zico. Poco parecía cambiar, ya que el precoz talento continuó gozando de la confianza de su técnico y el CSKA le ganó la primera batalla al campeón Rubin Kazan, conquistando la Supercopa Rusa. Sin embargo, el inicio liguero sembró la incertidumbre, que se acrecentó con la salida de Zhirkov. No obstante, Dzagoev sigue tirando del carro, haciendo gala de una ambición que parece faltarle a sus compañeros de vestuario. Si juega a su mejor nivel, Alan no tardará en salir de su país rumbo a un campeonato de mayor prestigio. Los 'gigantes' europeos hace tiempo que le siguen la pista.