lunes, 24 de enero de 2011

ERIK LAMELA

En el fútbol actual, el scouting es una técnica llevada a cabo por las direcciones deportivas de casi todos los clubes profesionales. Cada vez son más los equipos que destinan un mayor porcentaje de sus presupuestos para detectar a jóvenes promesas. Así, es frecuente ver poblar las gradas de los estadios a ojeadores de grandes clubes en las competiciones internacionales de selecciones en categorías inferiores. No obstante, no solo en este tipo de certámenes intentan captar a futuras estrellas los gigantes europeos, sino que pretenden reclutar a bisoños talentos incluso con menor edad. Eso fue lo que intentó hace seis años el FC Barcelona con la joya de la cantera de River Plate. En la actualidad, ese niño por el que conjunto catalán se interesó ya se encuentra en la primera plantilla del club bonaerense y no es otro que Erik Lamela.

Lamela es un mediapunta de excelente nivel técnico que destaca por su elegante conducción de balón en carrera, con la cabeza levantada, que le facilita el dribbling y le predispone para ejecutar el último pase que deja a los arietes en posiciones óptimas para el gol. Con una notable facilidad para el desborde, gambetea tanto en carrera como en posiciones estáticas gracias a su amplio repertorio de recursos para zafarse de su par. Un centrocampista incisivo, que posee un descaro inusitado a la hora de realizar jugadas que parecen inverosímiles. En ocasiones individualista, su magnífico cambio de ritmo le permite deshacerse de los rivales que salen a su paso y le predispone para dirigir los contragolpes gracias a su capacidad para manejar las situaciones en superioridad numérica. Dinámico, se desenvuelve con comodidad y fluidez por toda la zona de tres cuartos, siendo muy peligroso entre líneas gracias a su panorámica visión de juego y su precisión en el envío en profundidad.

Capaz de desempeñarse con solvencia escorado al flanco izquierdo, es un futbolista al que resulta difícil frenar con un marcaje zonal, ya que traza constantemente diagonales con el objetivo de crear confusión en el entramado defensivo rival. Zurdo de elegante golpeo de balón, le falta confianza en su pierna derecha y aunque prueba el disparo desde media y larga distancia no tiene demasiada efectividad de cara a puerta. No obstante, define con mucha sangre fría en el mano a mano con el portero y ejecuta con precisión los golpes francos. Un centrocampista con enormes condiciones, pero al que la irregularidad hace mella en su rendimiento, desapareciendo en algunas fases del encuentro y mostrándose demasiado intermitente en partidos en los que su equipo se encuentra con un resultado adverso. Sin embargo, su falta de constancia se ve subsanada con su capacidad creativa, ya que es capaz de decidir un partido con una genialidad, encontrando huecos donde no parece haberlos.

Hijo del talentoso ex futbolista José Lamela, Erik ingresó en la cantera de River Plate a los ocho años de edad. Desde su llegada, sus regates inverosímiles y su extraordinaria visión de juego encandilaron a los técnicos de las categorías inferiores de la entidad rioplatense. Poco a poco, el chico fue creciendo física y futbolísticamente y en 2004, el FC Barcelona quiso traérselo para La Masía. Así comenzó la odisea mediática de un traspaso frustrado por un niño de solamente doce años. El joven talento fue seguido por todos los medios de comunicación del país argentino y era habitual verle en varios platós de televisión mostrando sus innatas dotes con el balón en los pies. El padre de la criatura estaba decidido a emigrar a tierras catalanas junto a su mujer, Erik y sus dos hermanos, pero la cúpula directiva del club bonaerense actuó con celeridad y eficacia, ofreciendo a José un trabajo y un trato específico para que su hijo continuase con su progresión en el club.

Tocaba volver a empezar de nuevo y olvidarse de la repercusión mediática que había provocada el interés del FC Barcelona, pero las cosas no fueron tan fáciles como el chico desearía. Le costó adaptarse a la nueva situación y sus rivales no se lo ponían nada fácil. Pese a su corta edad, los contrarios le envidiaban y no dudaban en insultarle y se empleaban con extremada dureza a la hora de frenarle. El joven no lograba encajar ese trato hacia él y reaccionaba con acciones violentas, fruto de la impotencia que sentía por no poder desarrollar su juego con naturalidad. Ese difícil momento le llevó a la suplencia e hizo peligrar su progresión, pero los entrenadores de la cantera del club de Núñez consiguieron trabajar el aspecto psicológico para que Lamela consiguiese potenciar sus extraordinarias condiciones futbolísticas. Así, volvió a ser un referente en la cantera rioplatense e incluso lideró a equipos que le superaban en edad. Fue quemando etapas hasta llegar al equipo reserva, formando parte de la extraordinaria generación del 92 que arrasó en las divisiones inferiores del fútbol argentino. De esta manera, sus condiciones no pasaron inadvertidas para el por aquel entonces técnico del primer equipo, Nestor Gorosito, que le hizo debutar en una de las últimas jornadas del Clausura 2009. Tras su debut, firmó un contrato profesional por cuatro años, ampliando la cuantía de su clausula de rescisión. Sin embargo, con el relevo en el banquillo y la llegada de Cappa, fue el joven Manuel Lanzini el que aparecía con frecuencia en las alineaciones. No obstante, pese a verse relegado a la suplencia, Lamela no se rindió y siguió trabajando hasta hallar un hueco en el once, consolidándose como titular desde el mes de noviembre hasta el final del campeonato. Su desparpajo y personalidad le han valido para llamar la atención de los grandes clubes europeos, pero el joven talento ya ha manifestado que solo piensa en seguir creciendo y consolidarse como uno de los líderes del equipo rioplatense. Erik ya ha manifestado su intención de quedarse al menos dos años más en Argentina y habrá que ser pacientes con su crecimiento, pero la hinchada ‘millonaria’ es consciente de que el último producto de su inagotable cantera desembarcará, tarde o temprano, en el viejo continente.

No hay comentarios: