sábado, 9 de abril de 2011

CANTERAS EUROPEAS: AJAX(I)

Cuando se habla de productividad en las categorías inferiores europeas, es inevitable recordar una de las canteras más fructíferas e inagotables de todo el continente, la del Ajax de Amsterdam. En la capital holandesa cada vez se festejan menos títulos, pero el esfuerzo y la buena labor de los técnicos del fútbol base ajacied es innegable. Tras los últimos años en los que la directiva ha priorizado la contratación de jugadores que destacaban en otros equipos de la Eredivisie, la llegada al banquillo del Amsterdam Arena de un técnico de la casa como Frank de Boer ha provocado una vuelta a los orígenes y a la filosofía de confiar en jóvenes talentos surgidos de las categorías inferiores del club. Así, desde la llegada del preparador nacido en Hoorn ya han debutado varias perlas. Las que parecen tener más sitio en el primer equipo son Lorenzo Ebecilio, Aras Özbiliz y Nicolai Boilesen.

Boilesen: 19 años
Central zurdo de gran presencia física que destaca por su excelente trato al cuero, otorgando una aseada salida de balón para iniciar las jugadas de su equipo. Dotado de una gran envergadura, su imperial capacidad de salto le predispone para imponerse en el juego aéreo en ambas áreas, siendo referencia de sus compañeros en las jugadas a balón parado tanto defensivas como ofensivas. A veces peca de agresividad en la marca individual, lo que lastra su rendimiento si es amonestado en los primeros minutos del encuentro. Eficaz en el tackle, es difícil superarle cuando no hay muchos espacios y tiene en su sentido para anticiparse a los arietes rivales su mejor baza para frenar las acciones peligrosas del conjunto contrario.

Un defensor ‘moderno’, poseedor de un extraordinario sentido táctico que le capacita para ejecutar de manera óptima marcajes zonales. Algo falto de explosividad en la arrancada debido a su estatura, no suele sufrir en exceso ante delanteros veloces gracias a su zancada y su buen hacer en carrera larga, por lo que no desentona en un conjunto que adelanta su línea de zagueros para realizar la presión en campo contrario, de la misma manera que sale airoso cuando se desenvuelve en la demarcación de lateral izquierdo. Poseedor de un magnífico desplazamiento de balón en largo, es un zaguero que resalta por su concentración, saliendo con celeridad al cruce para realizar las coberturas al lateral de su zona. Un chico que, pese a su juventud, ya destaca por sus dotes de mando, liderando, corrigiendo y arengando a sus compañeros de zaga. Todo un mariscal de área que se comporta como un ‘veterano’ con cara de niño.

Nicolai Boilesen Moller nació en Copenhage el 16 de Febrero de 1992. Desde muy joven comenzó a darle patadas a un balón y a temprana edad ingresó en las categorías inferiores del Brondby, el equipo donde triunfó el espejo en el que se fija para mejorar, su compatriota Daniel Agger. Comenzó como ariete, pero retrasó su posición para actuar como pivote y, finalmente, los técnicos en una decisión muy acertada le reconvirtieron a central. Fue escalando peldaños en la cantera del club danés hasta llegar, con dieciséis años, al equipo reserva y llamar la atención del seleccionador de su país en categoría sub-17. Capitaneó al combinado nacional de su categoría y se labró una buena reputación en las secretarías técnicas de los principales equipos del continente.

El primer club en apostar fuerte por él fue la Fiorentina que, con su director deportivo Pantaleo Corvino a la cabeza, intentó sin éxito la llegada del precoz defensor a la capital de la Toscana. Tras el fracaso de los viola, fueron el Manchester United y el Chelsea quienes batallaron por él, llegando a recordar por momentos el largo conflicto que tuvieron estas dos entidades por la contratación de Obi Mikel, pero tampoco lograron obtener su traspaso. Sería el Ajax de Amsterdam quien se aseguraría su pase, desembarcando el ex zaguero del Brondby en la capital holandesa para acompañar a su compatriota y compañero de generación, el también talentoso Christian Eriksen. En el club que disputa sus partidos en el Amsterdam Arena, Boilesen alterna los entrenamientos en la primera plantilla con los partidos en el conjunto reserva. Sus técnicos saben que tienen entre sus manos a un diamante en bruto, pero deben inculcarle paciencia para hacerse un hueco en el equipo de la Eredivisie, ya que Frank de Boer cuenta en su plantilla con centrales muy prometedores y más expertos como Vertonghen y Alderweireld.

Özbiliz: 21 años
Extremo con una inusitada facilidad para el desborde merced a su amplia gama de recursos técnicos. Poseedor de una extraordinaria conducción de balón en carrera, su regate eléctrico le permite zafarse de los rivales que salen a su encuentro. Explosivo en la arrancada, cuenta con un gran cambio de ritmo. Eficaz en el dribbling, sus eslálones son sinónimo de desequilibrio y siembran el desconcierto en el entramado defensivo rival. Un futbolista que estira el terreno de juego, parte desde la línea de cal de la banda para arrastrar a su marcador y dejarlo atrás con una rápida diagonal que suele ser el preludio de una ocasión de gol. Incisivo, suele provocar bastante peligro cuando encara pero debe ganar en constancia, ya que desarrolla su juego con intermitencia.

Un atacante que muestra osadía, realizando jugadas inverosímiles que es capaz de definir él mismo merced a su sangre fría cuando se adentra en el área rival. Preciso en el golpeo de balón, posee un duro disparo desde larga distancia pero a menudo hace gala de un individualismo que le perjudica en la lectura de juego. Falto de fortaleza física, no tiene confianza en su pierna derecha, una deficiencia que intenta subsanar con el correcto manejo de todas las superficies de contacto de su pie izquierdo. Otra de sus cualidades es la versatilidad, puesto que es capaz de desenvolverse en ambos costados e incluso como falso ‘nueve’. Un jugador con personalidad, preparado para echarse el equipo a la espalda y desequilibrar un encuentro con una acción individual.

Aras Özbiliz, de padres armenios, nació en Bakirkoy, una localidad cercana a Estambul, el 9 de Marzo de 1990. A temprana edad, la familia Özbiliz se trasladó a Holanda y el pequeño Aras, tras un breve paso por el modesto Hollandia, ingresó en una de las canteras más prestigiosas del continente europeo, la del Ajax de Amsterdam. Así, fue escalando peldaños en las categorías inferiores del club hasta llegar al filial del conjunto de Amsterdam. Considerado una de las mayores promesas de la cantera ajacied, una grave lesión lastró su meteórica progresión pero no impediría cumplir uno de sus sueños, debutar con el primer equipo.

Su estreno llegó el mes de noviembre del año pasado en un duelo frente al VV Venlo. Desde ese encuentro, se consolidaría como un miembro más de la primera plantilla, gozando de oportunidades en los últimos minutos de los partidos. Poco a poco, va ganando peso en la escuadra dirigida por Frank de Boer y sueña con arrebatarle el puesto en el once inicial al joven Ebecilio. Cada vez más adaptado a la máxima división del fútbol holandés, recientemente se ha estrenado como goleador de forma profesional. Özbiliz es un chico que va despacio en su progresión, pero sin dar pasos atrás en ella. Condiciones no le faltan.

Ebecilio: 19 años
Atacante que puede desenvolverse en todas las posiciones ofensivas del dibujo táctico por antonomasia de los equipos holandeses, el 4-3-3. Potente en la arrancada, busca con frecuencia el uno contra uno para deshacerse del zaguero. De complexión física fuerte, no rehúye el contacto físico con el rival y sabe hacer valer su cuerpo para proteger la posesión del cuero. En este sentido, está capacitado para actuar de espaldas al marco rival, fijando a los zagueros y generando desajustes defensivos que propician la llegada en segunda línea de sus compañeros, pero se siente más cómodo moviéndose de cara a la portería contraria. No en vano, el dinamismo es una de sus mejores armas y no duda en desplazarse por todo el frente de ataque en busca de entrar en contacto con la pelota. Es uno de esos jugadores que necesita sentirse partícipe del juego colectivo de su equipo, porque si no lo hace se diluye y pierde efectividad, mermando su porcentaje de éxito a la hora de desbordar.

Sacrificado en la presión y en el repliegue, realiza el retorno defensivo para ayudar al lateral de su banda, pero en muchas ocasiones su excesivo ímpetu por recuperar el balón le empuja a cometer faltas innecesarias. Diestro, maneja de manera ortodoxa su pierna izquierda pero su tendencia a buscar su perfil natural provoca que sus movimientos varíen bastante según el costado en el que se sitúe. Si lo hace a banda cambiada, traza la diagonal para probar su disparo desde media distancia. En cambio, si parte desde el flanco derecho es usual que realice el recorte hacia afuera para enviar un centro al área, sin desdeñar la opción de tirar una pared para pisar la parcela de terreno donde los derribos se castigan con la pena máxima. Aunque la demarcación que más veces ha ocupado desde su subida al primer equipo haya sido la de extremo, también ha realizado con acierto las labores de delantero centro. Algo precipitado, aún tiene margen de mejora cuando se encuentra delante del guardameta. Móvil, la pide tanto al pie como al espacio y, aunque su rapidez no es extraordinaria, sabe moverse entre líneas para generar claras situaciones de gol cuando la zaga rival concede espacios a su espalda.

Nacido en la localidad holandesa de Hoorn el 24 de septiembre de 1991, Ebecilio comenzó su andadura futbolística en el modesto VV Blokkers, un club aficionado del oeste de Amsterdam. Posteriormente, se enroló en las filas del Hollandia, club del que le reclutó dos años después el AZ Alkmaar. Sin embargo, a su llegada a Alkmaar la vida le pondría una dura prueba. El fallecimiento de su padre se conjuga con un problema cardiaco, situación que no es correctamente tratada por el equipo que disputa sus partidos como local en el DSB Stadion.

Por ello, Lorenzo no duda en regresar a las categorías inferiores del Hollandia. Tras volver a destacar en la modesta entidad del norte de Holanda, el Ajax se fija en él para reforzar su cantera. Fue quemando etapas hasta llegar al conjunto reserva, donde se encontró con Frank de Boer, técnico al que el propio Ebecilio considera como “un segundo padre”. Con la marcha de Martin Jol y la llegada del ex defensor al banquillo del primer equipo, el joven atacante también fue ascendido a la plantilla profesional. Así, tras el fichaje de Luis Suárez por el Liverpool, se ha consolidado en la titularidad y el carril izquierdo del ataque de los del Amsterdam Arena parece ser suyo. Internacional en todas las categorías inferiores de la selección holandesa, sueña con dar el salto a la absoluta y poder superar con el fútbol todos los malos momentos que le ha hecho vivir el destino.




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