Andy Carroll, Edin Dzeko, Fernando Torres, Luis Suárez, Darren Bent, David Luiz. Todos ellos tienen dos cosas en común, son incorporaciones invernales de equipos de la Premier League y su traspaso ha supuesto una inversión alta para sus nuevos clubes. Ya fuese para acercarse a los puestos europeos o para intentar huir del descenso, los conjuntos de la máxima categoría del fútbol inglés, se han movido mucho en el mercado durante el pasado mes de enero. El Aston Villa, acuciado por el fantasma del descenso, fue uno de esos conjuntos que realizó mayores cambios en su plantilla durante ese período. Los pupilos de Houllier están muy cerca del pozo y su permanencia en la Premier League está en peligro. Por ello, el técnico francés supo moverse en el mercado para ‘pescar’ temporalmente a uno de los zagueros más prometedores del país, Kyle Walker.
Walker es un defensor aguerrido, de buena capacidad física, muy difícil de superar en el uno contra uno y con buenos conceptos tácticos. Bastante veloz, posee potencia en la arrancada y una buena capacidad para aguantar un ritmo alto en carrera larga. Un lateral de largo recorrido, que sube y baja la banda infinidad de veces a lo largo de los noventa minutos merced a su extraordinario fondo físico. Poseedor de un duro disparo, debe mejorar la precisión de éste y medir mejor sus irrupciones ofensivas ante rivales que no conceden muchos espacios, ya que le falta nivel técnico para desbordar en espacios reducidos. Un futbolista muy trabajador, que se esfuerza de principio a fin y no desciende su nivel de intensidad en el juego hasta el pitido final.
Siempre concentrado, exhibe una inusitada madurez no acorde con su juventud y posee un marcado carácter ganador, amén de unas dotes de mando inherentes a su personalidad.Es sólido en el juego aéreo y se muestra atento y rápido para salir al cruce. Debe aprender a controlar mejor su agresividad, ya que ésta provoca que en ocasiones sea amonestado en los primeros compases del encuentro, condicionando su actuación en el resto del choque. Como central, demuestra rigor táctico para desempeñar con éxito el marcaje zonal y buena capacidad de salto para imponerse en el juego aéreo. Potente en los saques de banda, es un zaguero que siempre derrocha pundonor, mostrándose muy pegajoso en la marca individual.
Nacido el 28 de mayo de 1990, la trayectoria deportiva de Walker está marcada en gran medida por las cesiones. Producto de la cantera del Sheffield United, equipo de su ciudad natal, con dieciocho años fue cedido durante unos meses al modesto Northampton Town para ganar experiencia. Tras expirar su cesión, regresó al Sheffield para debutar con la primera plantilla. Al finalizar esa temporada, el Tottenham se hizo con sus servicios pero prefirió que continuase en el club que le formó como jugador. Sin embargo, la salida temporal de Hutton rumbo al Sunderland en el mercado de invierno, provocó que Redknapp reclamase a Walker para cubrir su plaza.
El pasado verano, pese a completar una buena pretemporada con los spurs, fue cedido seis meses al QPR. Tras destacar en la retaguardia del líder de la categoría de plata del fútbol inglés, en el mercado invernal decidió dar un paso adelante en su carrera y se enroló en la disciplina del Aston Villa, de nuevo en calidad de cedido. Internacional en categorías inferiores con los pross, sus mejores actuaciones con la casaca de los three lions llegaron con el combinado nacional sub-19 en el Europeo de la categoría celebrado en Ucrania durante el verano de 2009, donde los ingleses solamente pudieron ser derrotados por los anfitriones en la final. Su buen rendimiento defendiendo los intereses del Aston Villa le han valido para que Fabio Capello le convocase en el mes de febrero para integrar la selección absoluta. Cuando expire su cesión, todo hace indicar que regresará a Londres para asentarse definitivamente en el Tottenham. Kyle Walker, no olviden su nombre.
1 comentario:
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