miércoles, 21 de septiembre de 2011

ÓSCAR

Pasó casi inadvertido en el Sudamericano sub-20, dejó buenos detalles en el Campeonato Gaúcho y la Copa Libertadores y brilló con luz propia en el Mundial sub-20. Así está siendo el año 2011 de Óscar, la estrella emergente del Internacional de Porto Alegre.

Óscar es un elegante mediapunta de brillante nivel técnico y excelente visión de juego. Inteligente con y sin balón, sabe utilizar su cuerpo para proteger la posesión del cuero y su timming de pase es magnífico. Clarividente en la zona de tres cuartos, está capacitado para batir la última línea de presión y dejar al ariete libre de marca gracias a su precisión en los envíos profundos. Atesora una refinada conducción de balón en carrera que le facilita el regate y le predispone para conducir los contragolpes de su equipo, ejecutando con maestría las transiciones defensa-ataque. Con facilidad para cambiar el ritmo, se mueve por todo el frente de ataque y mostrándose letal cuando el conjunto rival concede espacios, aunque debe mejorar en la dosificación de esfuerzos. Capaz de manejar ambas piernas de manera ortodoxa, se adapta sin ningún problema a ocupar cualquiera de los costados.

Aunque por su naturaleza es más proclive a repartir asistencias que a buscar con ahínco la meta rival, también está capacitado para finalizar las jugadas merced a su buen disparo desde media distancia y a su inteligencia para aparecer libre de marca desde segunda línea. Con gran facilidad para asociarse, cae a ambas bandas y la pide tanto al pie como al espacio. Sin embargo, debe desarrollar su juego con mayor constancia y tener más presencia en algunos momentos del partido. Dinámico, no elude responsabilidades y baja al centro del campo cuando el balón no llega a la zona de tres cuartos, ayudando y asumiendo responsabilidades en la distribución del juego ofensivo. Poseedor de un excelente golpeo de balón, es todo un especialista a balón parado y ejecuta con precisión todo tipo de libres directos y no le tiembla el pulso a la hora de batir al guardameta rival desde los once metros.

Nacido el 9 de septiembre de 1991 en Americana, pronto ingresó en las categorías inferiores del Sao Paulo, destacando desde temprana edad y llamando la atención de los técnicos de los combinados juveniles de la canarinha. Precisamente con la casaca verdeamarelha enfundada tuvo su primera actuación destacada a nivel internacional. Fue en la Nike Cup de 2005 disputada en tierras inglesas cuando Óscar empezó a ganarse un hueco en las libretas de los ojeadores de los principales clubs europeos.

Lejos de estancarse, continuó progresando y escalando peldaños en la cantera del cuadro paulista. Así, llegó al primer equipo sin haber alcanzado la mayoría de edad y debutó en el año 2008, sumando el Brasileirao como el primer título de su palmarés. Sin embargo, cansado de que no se apostase realmente por su talento, decidió tomar una complicada decisión para tratar de dar un impulso en su carrera. Tras un duro contencioso judicial que le tuvo unos meses lejos de los terrenos de juego, abandonó la disciplina de su club de formación para hacer las maletas rumbo a Porto Alegre. Sin embargo, en el Internacional, el panorama tampoco era el más alentador puesto que la presencia de Giuliano amenazaba con cortarle la progresión al bisoño Óscar. El conjunto gaúcho se alzó con el triunfo en la Copa Libertadores con Giuliano como estrella y Óscar supo esperar para que sucediese lo inevitable, la marcha de su compañero rumbo al continente europeo.

En efecto, Giuliano aceptó la millonaria propuesta del Dnipro y partió hacia tierras ucranianas, dejando en Beira Rio un hueco que pronto fue ocupado con éxito por el joven Oscar. Estableciendo una buena conexión con Leandro Damiao fue una de las piezas claves en la consecución del Campeonato Gaúcho 2011 antes de partir a Perú para conquistar el Sudamericano sub-20. Allí, Óscar no tuvo un papel excesivamente destacado pero comenzó a fraguar un buen entendimiento con sus compañeros de generación que a la postre sería clave para el éxito cosechado este verano.

Ese éxito no es otro que la consecución del quinto Mundial sub-20 por parte del combinado brasileño. Sin Lucas ni Neymar, pero bien escoltado por Coutinho y Henrique, el mediapunta del Internacional de Porto Alegre mostró a todo el planeta el fútbol que lleva dentro. Y lo hizo como los grandes jugadores, asumiendo la responsabilidad en los momentos decisivos. Fue el brasileño más entonado en el durísimo enfrentamiento de cuartos de final frente a España y decidió la final del torneo con el hat-trick que le endosó a los portugueses.

Su impecable actuación no se vio recompensada con los galardones individuales como sí ocurrió con los goles de su compañero Henrique, pero a nadie se le escapa que sin las brillantes exhibiciones de Óscar su compañero tendría mucho más complicado conquistar la Bota y el Balón de Oro de la competición. Así, tras saborear las mieles del éxito en Colombia, ahora quiere extrapolar el buen momento vivido con la canarinha a su club. De momento parece que va por el buen camino, puesto que el Inter ha conquistado la Recopa Sudamericana. Por compartir club de formación y similitudes en el juego, es comparado con frecuencia con Kaka’, una comparación que “siempre le hizo feliz” pero al misma tiempo afirma que “quiere buscar su espacio con mucha dedicación en el Internacional”. Con contrato hasta 2015, ya le llueven las ofertas desde Europa pero todo apunta a que la torcida de Beira Rio todavía puede disfrutar mucho de su estrella en ciernes.

1 comentario:

Ismael dijo...

Es un mediapunta algo peculiar, por su físico se parece a Ganso, pero tiene mucho gol, algo que no se lleva ahora entre los mediapuntas brasileños.
Un saludo cordial!
http://laesenciadelgol.blogspot.com/