TOMAS KALAS

El Europeo sub-19 celebrado el pasado verano en Rumanía supuso una muestra más de la supremacía española en el panorama futbolístico europeo. Los pupilos de Ginés Meléndez derrotaron con una superioridad abrumadora a todas las selecciones que se cruzaron en su camino hasta llegar a la final. En el último encuentro, el combinado español sí pasó más apuros de los esperados y necesitó de una prórroga para conquistar el campeonato gracias al buen planteamiento defensivo de los checos. Una telaraña defensiva urdida en torno a Tomas Kalas, uno de los zagueros más prometedores de su país.

Kalas es un espigado central que destaca por la inusitada facilidad con la que consigue imponerse en el juego aéreo. Todo un muro en los envíos laterales y frontales gracias a su colocación y potencia de salto. Inteligente a la hora de interpretar el juego, se anticipa con facilidad a su rival para recuperar la posesión del cuero. Un zaguero que no se achica, va bien al tackle y no sufre excesivamente cuando es encarado. Incluso cuando el rival quiebra su cintura se rehace bien gracias a su agilidad y capacidad de reacción en el giro.

Disciplinado en la basculación, rápido y expeditivo al cruce, realiza bien las coberturas al lateral pero debe mejorar en el marcaje, ser más pegajoso y dejar menos margen de maniobra al atacante. Sereno con el balón en los pies, está bien dotado a nivel técnico y puede ofrecer una salida de balón aseada. Un criterio en el inicio de las jugadas que adereza con la realización de buenos desplazamientos en largo. También adaptable al carril diestro de la zaga, es un defensor combativo, que no duda en arriesgar su integridad física con tal de desbaratar cualquier ocasión de gol. Con personalidad, no rehúye el choque pero le falta desarrollarse muscularmente para afrontar el cuerpo a cuerpo con total garantías. Maduro y con dotes de líder, siempre da la cara.

Tomas Kalas nació el 15 de mayo de 1993 en la ciudad checa de Olomouc. Durante su infancia compaginó el fútbol con el atletismo, pero cuando la práctica de ambas disciplinas se hizo incompatible decidió decantarse por el balón. Así, como tantos otros niños de su metrópoli engrosó la nómina de integrantes de la cantera del Sigma Olomouc. Sin embargo, sus técnicos no tardaron en darse cuenta de que tenía un talento especial que le hacía superior a la media.

Fue escalando peldaños en la cantera del club a una velocidad de vértigo. Con dieciséis años ya jugaba con el equipo juvenil. Su precocidad llamó la atención de los técnicos de la federación checa, selección con la que actualmente ya es internacional en todas sus categorías inferiores. Tanto con el combinado nacional como defendiendo la elástica de su equipo brillaba sobremanera, por lo que Zdenek Psotka le hizo debutar con el primer equipo del Sigma Olomouc.

Fue en la Tipsport Liga, competición que engloba a clubes de la antigua Checoslovaquia, donde el bisoño zaguero se inició como profesional. Una aparición que fue el preludio de su estreno en la Gambrinus Liga, competición doméstica del país checo. Sin haber llegado a las diecisiete primaveras, Kalas tuvo sus primeros minutos en un encuentro liguero frente al Slovan Liberec. Al finalizar la temporada, acudió al Europeo sub-17 de Lichtenstein, una competición que le serviría como gran escaparate en el panorama futbolístico internacional.

Los jóvenes checos fueron eliminados a las primeras de cambio y no fueron capaces de conseguir ni una sola victoria, pero Kalas rayó a un nivel magnífico, consiguiendo llamar la atención de los grandes equipos de Alemania, Italia e Inglaterra. Milan, Inter, Bayern Munich y Bayer Leverkusen mostraron mucho interés por hacerse con sus servicios pero finalmente fue el Chelsea quien, tras una dura pugna con el Arsenal, consiguió su fichaje previo pago de seis millones de euros.

INTELIGENTE GESTIÓN DE SU CARRERA

Para no frenar su progresión, ambos equipos acordaron que el joven zaguero permaneciese cedido en su club de origen hasta el mercado invernal de esa temporada. En su país continuó adquiriendo madurez y disfrutando de minutos en la élite. Una experiencia que contribuiría a su rápida actuación cuando aterrizó en Londres en febrero de 2011. Con el conjunto blue pronto se erigió en el jefe de la zaga reserve, contribuyendo de manera decisiva en la consecución de la Premier Reserve League.

Un rol clave que también desempeñaría en la fase clasificatoria para el Europeo sub-19 de Rumanía. Tras realizar el inicio de pretemporada a las órdenes de Villas-Boas, acudió a tierras rumanas para confirmar los buenos detalles mostrados meses antes. Gracias a su contundencia, el combinado checo estuvo a punto de proclamarse campeón de Europa de la categoría, pero finalmente fueron derrotados por los españoles en la prórroga.

Al volver a Londres tuvo una conversación con el técnico portugués. Tras la reunión y para no frenar su progresión, se acordó su cesión al Vitesse, club satélite de la entidad londinense. En Holanda goza de minutos que le permiten seguir progresando y contribuye con sus buenas actuaciones a la solidez defensiva que está exhibiendo el conjunto de Arnhem. Con sus condiciones y gozando de oportunidades al máximo nivel competitivo, los técnicos de la federación checa esperan que pueda convertirse en el líder de la zaga de su país en un futuro no muy lejano