jueves, 22 de diciembre de 2011

GÖKHAN TÖRE

Cada vez es más frecuente ver a jóvenes de orígenes otomanos triunfar en la Bundesliga. La emigración masiva de ciudadanos turcos hacia tierras germanas en décadas pasadas está viéndose reflejada con la influencia de sus hijos en el fútbol alemán. Unos hijos que incluso han apostado por vestir la mannschaft, como han hecho muchos jugadores prometedores en el pasado Mundial sub-17. Por fortuna para el país de Europa oriental, no todos los bisoños futbolistas que cuentan con la doble nacionalidad optan por la selección germana, lo que incentiva a la federación turca a trabajar a marchas forzadas en aras de evitar esta ‘fuga’ de talentos. Un talento que ya está demostrando Gökhan Töre, grata sorpresa para los aficionados del Hamburgo en una temporada tortuosa hasta la fecha.

Töre es un extremo habilidoso de gran explosividad. Vertical y con mucho desparpajo, no duda en encarar a su par para llegar hasta línea de fondo y asistir con precisión. Atesora una buena conducción del esférico y puede cambiar el ritmo con gran facilidad, dejando atrás a su marcador cuando éste le acecha en carrera. Peligroso tanto con espacios como sin ellos, es un atacante dotado de una inusitada capacidad de desequilibrio que, en ocasiones, peca de un individualismo que le hace cometer errores en la toma de decisiones. Parte desde la banda pero tiende a buscar posiciones centrales, tirando la diagonal y eliminando contrarios con la misma facilidad con la que filtra pases entre líneas enemigas. Fuerte en el apartado físico, está muy desarrollado en el plano muscular y no rehúye el choque ya que suele salir vencedor en esa pugna.

Un futbolista que maneja de manera excelente ambas piernas, lo que le permite rendir bien escorado a cualquier costado y le garantiza una salida por ambos perfiles tras el regate. Intermitente en su juego, en ocasiones ‘desconecta’ del encuentro y hasta el momento ha demostrado ser un jugador de ‘fogonazos’, por lo que necesita ganar en regularidad. Respecto a esto, cabe destacar que cuando aparece no le asusta asumir responsabilidades y la pide tanto al pie como al espacio, puesto que no le quema la pelota en los pies. Excelente en el golpeo, no sobresale en la faceta anotadora, pero está capacitado para ver puerta gracias a su potente disparo desde media distancia. Especialista a balón parado, ejecuta con precisión los libres directos y saques de esquina.

Gökhan no tardó en ganarse el cariño de la hinchada turca con sus excelentes actuaciones en el Europeo sub-17 disputado en la península de Antalya. Allí, a pesar de ser un año más joven que el resto de participantes en la competición, se convierte en el jugador más destacado del combinado otomano. Unas buenas actuaciones que repitió con el Bayer Leverkusen durante un torneo juvenil disputado en Cobham. Fue entonces cuando encandiló a Frank Arnesen, director deportivo del Chelsea, quien entusiasmado por lo visto recomendó su contratación a Roman Abramovich. Así, más maduro que en la anterior ocasión en la que debía abandonar su país para dar un salto en su carrera, decidió hacer las maletas e irse a Londres.

Su escaparate fue el prestigioso torneo navideño organizado por el periodista José Ramón de la Morena. En el torneo alevín disputado en la localidad tinerfeña de Arona, FC Barcelona y Real Madrid volvieron a capitalizar la atención de los aficionados, pero un zurdito pelirrojo cautivó a los ojeadores presentes en las gradas. Ese niño, el número ‘11’ del Bayer Leverkusen, no era otro que Gökhan Töre. Su disparo, su liderazgo y desparpajo en el terreno de juego encandilaron a los técnicos de la cantera ‘culé’ que se pusieron manos a la obra para que el bisoño atacante se trasladase a La Masía. Se intensificaron los contactos y parecía que Tore se mudaría a Cataluña, pero finalmente el chico prefirió no alejarse de su familia y permanecer en Alemania.

En Leverkusen continuó con su meteórica progresión, escalando peldaños en la cantera del club y coleccionando los halagos de sus técnicos. Tan extraordinario era su rendimiento que los responsables de la federación turca no tardaron en ponerse en contacto con él para que vistiese la casaca nacional del país otomano. Así, con catorce años decidió defender los intereses de la tierra de origen de sus padres y dejar de lado a su Alemania natal. Una elección que le permitió extender a nivel de selecciones el papel protagonista que tenía dentro del club farmacéutico.

ARNESEN, SU VALEDOR
Ya instalado en la capital inglesa, los técnicos de la federación otomana volvieron a citarle para disputar el Europeo sub-17 de 2009. Como si de un capricho del destino se tratase, en Alemania, país que organizó el certamen, Töre no rindió a su mejor nivel y aunque dejó destellos de su potencial también dio señas de su carácter indómito como la violenta entrada que le costó la expulsión en el partido inaugural. Una mala experiencia que pronto olvidó con el regreso a Londres.


En la cantera del conjunto blue continuó dejando gratas impresiones a todos los que tenían ocasión de observar de cerca sus evoluciones. Ascendió al conjunto reserve e incluso llamó la atención de Carlo Ancelotti, técnico de la escuadra londinense por aquel entonces, que le citó para completar la convocatoria del primer equipo en varios encuentros de la Premier League. Sin embargo, el joven turco no tuvo la oportunidad de debutar a las órdenes del entrenador italiano en un encuentro oficial. Sin embargo, su rendimiento la pasada campaña fue excelente, erigiéndose como un pilar fundamental en la consecución del título liguero en categoría reserve.

El pasado mes de junio Frank Arnesen, el principal responsable del desembarco de Töre en Londres, abandonó las islas para tomar las riendas del Hamburgo. Al asumir la dirección deportiva de la entidad germana decidió reclutar para su proyecto a prometedores canteranos del club de Stamford Bridge como Jeffrey Bruma y Jacopo Sala. Gökhan Töre siguió sus pasos, comprometiéndose con el club hanseático hasta 2014. Nada más comenzar la Bundesliga empieza a gozar de oportunidades y pronto se convierte en uno de los jugadores más destacados del equipo.

Un buen rendimiento que, unido a un efímero a la par que provechoso paso por la sub-21 turca, convence a Guus Hiddink para hacerle debutar con el combinado otomano, asegurándose de esta manera que el joven atacante no cambiase de opinión y decidiese defender los intereses de Alemania. Pretendido por varios clubes de la Serie A y la Premier League, no tiene intención de abandonar el campeonato alemán. Sin haber llegado a la veintena Töre ya es la joya de un Hamburgo que lucha por recuperarse tras un nefasto inicio de campaña.

1 comentario:

Marc Calduch dijo...

El mejor jugador dentro de un mal Hamburgo.
Un abrazo ;)