Cada
vez es más frecuente ver a jóvenes de orígenes otomanos triunfar en la
Bundesliga. La emigración masiva de ciudadanos turcos hacia tierras germanas en
décadas pasadas está viéndose reflejada con la influencia de sus hijos en el
fútbol alemán. Unos hijos que incluso han apostado por vestir la mannschaft, como han hecho muchos jugadores prometedores en el pasado Mundial
sub-17. Por fortuna para el país de Europa oriental, no todos los bisoños
futbolistas que cuentan con la doble nacionalidad optan por la selección
germana, lo que incentiva a la federación turca a trabajar a marchas forzadas
en aras de evitar esta ‘fuga’ de talentos. Un talento que ya está demostrando Gökhan Töre, grata sorpresa para los
aficionados del Hamburgo en una temporada tortuosa hasta la fecha.
Töre es un extremo habilidoso de gran explosividad. Vertical y con
mucho desparpajo, no duda en encarar a su par para llegar hasta línea de
fondo y asistir con precisión. Atesora
una buena conducción del esférico y puede cambiar el ritmo con gran facilidad,
dejando atrás a su marcador cuando éste le acecha en carrera. Peligroso tanto
con espacios como sin ellos, es un atacante dotado de una inusitada capacidad de desequilibrio que, en
ocasiones, peca de un individualismo que
le hace cometer errores en la toma de decisiones. Parte desde la banda pero tiende a buscar posiciones centrales,
tirando la diagonal y eliminando contrarios con la misma facilidad con la que
filtra pases entre líneas enemigas. Fuerte
en el apartado físico, está muy desarrollado en el plano muscular y no rehúye
el choque ya que suele salir vencedor en esa pugna.
Un
futbolista que maneja de manera
excelente ambas piernas, lo que le
permite rendir bien escorado a cualquier costado y le garantiza una salida por ambos perfiles tras el regate. Intermitente
en su juego, en ocasiones ‘desconecta’ del encuentro y hasta el momento ha
demostrado ser un jugador de ‘fogonazos’, por lo que necesita ganar en regularidad. Respecto a esto, cabe destacar que
cuando aparece no le asusta asumir responsabilidades y la pide tanto al pie
como al espacio, puesto que no le quema la pelota en los pies. Excelente en el golpeo, no sobresale en
la faceta anotadora, pero está capacitado para ver puerta gracias a su potente
disparo desde media distancia. Especialista
a balón parado, ejecuta con precisión los libres directos y saques de
esquina.
Gökhan
no tardó en ganarse el cariño de la hinchada turca con sus excelentes actuaciones en el Europeo sub-17 disputado en la península
de Antalya. Allí, a pesar de ser un año más joven que el resto de
participantes en la competición, se convierte en el jugador más destacado del
combinado otomano. Unas buenas
actuaciones que repitió con el Bayer Leverkusen durante un torneo juvenil disputado
en Cobham. Fue entonces cuando encandiló a Frank Arnesen, director deportivo
del Chelsea, quien entusiasmado por lo visto recomendó su contratación a
Roman Abramovich. Así, más maduro que en la anterior ocasión en la que debía
abandonar su país para dar un salto en su carrera, decidió hacer las maletas e irse a Londres.
Su
escaparate fue el prestigioso torneo navideño organizado por el periodista José
Ramón de la Morena. En
el torneo alevín disputado en la localidad tinerfeña de Arona, FC Barcelona y
Real Madrid volvieron a capitalizar la atención de los aficionados, pero un
zurdito pelirrojo cautivó a los ojeadores presentes en las gradas. Ese niño, el
número ‘11’ del Bayer Leverkusen, no era otro que Gökhan Töre. Su disparo, su liderazgo y desparpajo en el
terreno de juego encandilaron a los técnicos de la cantera ‘culé’ que se pusieron manos a la obra para que
el bisoño atacante se trasladase a La
Masía. Se intensificaron los contactos y parecía que Tore se mudaría a
Cataluña, pero finalmente el chico
prefirió no alejarse de su familia y permanecer en Alemania.
En
Leverkusen continuó con su meteórica progresión, escalando peldaños en la
cantera del club y coleccionando los halagos de sus técnicos. Tan
extraordinario era su rendimiento que los
responsables de la federación turca no tardaron en ponerse en contacto con él
para que vistiese la casaca nacional del país otomano. Así, con catorce
años decidió defender los intereses de la tierra de origen de sus padres y
dejar de lado a su Alemania natal. Una elección que le permitió extender a
nivel de selecciones el papel protagonista que tenía dentro del club
farmacéutico.
ARNESEN, SU VALEDOR
Ya
instalado en la capital inglesa, los
técnicos de la federación otomana volvieron a citarle para disputar el Europeo
sub-17 de 2009. Como si de un
capricho del destino se tratase, en Alemania, país que organizó el
certamen, Töre no rindió a su mejor nivel y aunque dejó destellos de su potencial
también dio señas de su carácter indómito como la violenta entrada que le costó
la expulsión en el partido inaugural. Una mala experiencia que pronto olvidó
con el regreso a Londres.
En la cantera del conjunto blue continuó dejando gratas impresiones a todos los que tenían ocasión de observar de cerca
sus evoluciones. Ascendió al conjunto reserve e incluso llamó la atención de
Carlo Ancelotti, técnico de la escuadra londinense por aquel entonces, que le citó para completar la convocatoria del
primer equipo en varios encuentros de la Premier League. Sin embargo, el
joven turco no tuvo la oportunidad de debutar a las órdenes del entrenador
italiano en un encuentro oficial. Sin embargo, su rendimiento la pasada campaña
fue excelente, erigiéndose como un pilar
fundamental en la consecución del título liguero en categoría reserve.
El
pasado mes de junio Frank Arnesen,
el principal responsable del desembarco
de Töre en Londres, abandonó las islas para tomar las riendas del Hamburgo.
Al asumir la dirección deportiva de la entidad germana decidió reclutar para su
proyecto a prometedores canteranos del club de Stamford Bridge como Jeffrey
Bruma y Jacopo Sala. Gökhan Töre siguió
sus pasos, comprometiéndose con el club hanseático hasta 2014. Nada más
comenzar la Bundesliga empieza a gozar
de oportunidades y pronto se convierte en uno de los jugadores más destacados
del equipo.
Un
buen rendimiento que, unido a un efímero a la par que provechoso paso por la
sub-21 turca, convence a Guus Hiddink
para hacerle debutar con el combinado otomano, asegurándose de esta manera
que el joven atacante no cambiase de opinión y decidiese defender los intereses
de Alemania. Pretendido por varios clubes de la Serie A y la Premier League, no
tiene intención de abandonar el campeonato alemán. Sin haber llegado a la
veintena Töre ya es la joya de un
Hamburgo que lucha por recuperarse tras un nefasto inicio de campaña.
1 comentario:
El mejor jugador dentro de un mal Hamburgo.
Un abrazo ;)
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