sábado, 10 de marzo de 2012

JAMES MCCLEAN

En el fútbol actual está a la orden del día los cambios de opinión de los jugadores a la hora de representar internacionalmente a un combinado nacional. Si originariamente era un fenómeno que afectaba básicamente a Francia, cuyas jóvenes promesas decidían defender los intereses de Argelia ante las pocas oportunidades de debutar con les bleus, ahora este tipo de decisiones parecen haber adquirido un carácter aún más global. Cada vez es mayor el número de futbolistas que, ante la proximidad de las grandes citas a nivel de selecciones, deciden desvincularse del país que defendieron en sus categorías inferiores para enrolarse en una escuadra de mayor enjundia. El último exponente de esta tendencia es James McClean.

McClean es un extremo a la antigua usanza que se caracteriza por su capacidad de desborde. Zurdo, no es brillante a nivel técnico pero desequilibra a su par sin excesiva dificultad ayudado por su potentísima zancada. Incisivo y vertical como pocos, somete a su marcador a un tremendo esfuerzo físico. Descarado, busca el uno contra uno con mucha frecuencia y éxito, llegando con facilidad hasta línea de fondo. Envía precisos centros a los delanteros pero confía poco en su pierna diestra, por lo que siempre busca acomodarse el cuero a su perfil izquierdo para poder repartir asistencias. Lejos de ser su especialidad, demuestra facilidad asociativa jugando bien al primer toque, otorgando fluidez a la circulación de balón. Espigado teniendo en cuenta su demarcación, su envergadura le permite ser peligroso en el juego aéreo.

Un futbolista demoledor con espacios, idóneo para salir al contragolpe. Poseedor de un gran golpeo de balón, ejecuta con eficacia los saques de esquina y las faltas laterales. Intenso en sus acciones, debe ser un poco más pausado, puesto que en algunas ocasiones su precipitación provoca que cometa errores en la toma de decisiones. Batallador, no rehúsa la pugna física aunque evidencia más problemas para desbordar cuando la zaga rival concede pocos espacios. Oportunista, no está exento de olfato goleador y sigue bien la jugada cuando ésta transcurre por la banda contraria para buscar el tanto en el segundo palo. Sacrificado en labores defensivas, su buen fondo físico le permite recorrer todo el carril izquierdo. Atesora un potente disparo y cuando ve hueco no se lo piensa dos veces a la hora de sacar un latigazo desde media distancia.

Nacido el 22 de abril de 1989 en la ciudad norirlandesa de Derry, James McClean inició su trayectoria futbolística en el Trojans FC, un club de su ciudad natal cuyas categorías inferiores gozan de gran fama en el país. Allí completó, con un breve paréntesis en el Institute, todo su proceso formativo hasta el año 2008. Fue entonces cuando dio el primer gran salto de su carrera al firmar por el Derry City.  Meses antes ya había defendido con éxito los intereses del combinado nacional norirlandés en categoría sub-19 que se proclamó vencedor de la Milk Cup.

A su llegada a los candystripes fue definido por Stephen Kenny, técnico del Derry City, como “un chico con unas grandes perspectivas de futuro”. Los buenos augurios del entrenador de Dublín no tardaron en convertirse en realidad. Poco a poco, gracias a su verticalidad y a su olfato goleador, el joven James se convirtió en uno de los jugadores más destacados de la Airtricity League. Completó tres temporadas a gran nivel que le sirvieron como trampolín para dar el salto a la Premier. Fue el pasado verano cuando el Sunderland, aún dirigido por Steve Bruce, no perdió la oportunidad de hacerse con los servicios del internacional sub-21 norirlandés.

McClean llegó a Inglaterra con ilusión pero pronto se encontró con el primer obstáculo de su carrera. Según informó la prensa recientemente, el extremo no terminaba de agradar a Steve Bruce, que realizó su fichaje después de la insistencia de Niall Quinn, presidente del Sunderland por aquel entonces. De esta manera, el joven no pudo disfrutar de la élite del fútbol inglés y se vio abocado a continuar su progresión en el conjunto reserve. A pesar de la decepción por su alejamiento de los profesionales no desesperó y continuó trabajando en busca de una oportunidad para mostrar todas sus condiciones.

Todo futbolista bisoño necesita un golpe de suerte o un espaldarazo de confianza. En el caso de McClean se produjo con el relevo en el banquillo de los blackcats. Steve Bruce fue cesado y Martin O’Neill asumió las riendas del equipo. El veterano técnico no realizó excesivas modificaciones respecto a los futbolistas empleados con asiduidad por su antecesor en el cargo pero decidió depositar confianza en su joven compatriota. En el Stadium of Light los locales caían por la mínima frente al Blackburn cuando apenas quedaban quince minutos. McClean saltó al terreno de juego y contribuyó a la remontada de su equipo.

ENTRE DOS TIERRAS
Menos de un mes más tarde estrenaba plaza en la alineación, un once inicial del que ya no volvería a salir gracias a sus goles, asistencias y al coraje que derrocha en cada encuentro. Si el Sunderland es el equipo revelación en lo que llevamos de 2012, McClean es el jugador con la evolución más sorprendente de la Premier League. En el nordeste de Inglaterra su irrupción ha revolucionado a las masas, llegando incluso a dedicarle una canción. Su progresión tampoco pasó desapercibida para los técnicos de la federación irlandesa. Así comenzó la pequeña batalla por conseguir su internacionalidad.

Cuando el verano de 2011 llegaba a su fin, el cuerpo técnico del combinado norirlandés decidió incluirle en la lista de convocados para un encuentro amistoso. Sin embargo, para sorpresa de muchos, James declinó la propuesta en aras de una futura llamada de la selección irlandesa. Tras despuntar en el primer equipo del Sunderland la prensa le cuestionó de nuevo acerca de su decisión a nivel internacional y él volvió a mostrar su deseo de defender los intereses de Eire. En un principio Giovanni Trapattoni, seleccionador irlandés, no tenía intención de incluir novedades respecto al bloque que consiguió el billete para la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Sin embargo, las buenas actuaciones del blackcat y la presión popular le hicieron modificar su decisión, otorgando a McClean la oportunidad de debutar en los encuentros amistosos disputados recientemente.

“Es joven y su mentalidad es fuerte” afirmó el entrenador italiano definiendo a su nuevo pupilo sin perder la ocasión de recalcar que no ha decidido aún sobre su participación en la próxima Eurocopa. La controvertida convocatoria del joven extremo no ha sentado nada bien en su país natal. David Healy, máximo goleador histórico de la selección norirlandesa, mostró su disconformidad con la decisión del centrocampista del Sunderland, que ha recibido amenazas por parte de los radicales del Úlster a través de twitter. Unas amenazas que no le han distraído para continuar luchando por alcanzar su propósito, estar presente el próximo verano en la gran cita continental a nivel de selecciones.

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