En el
fútbol actual está a la orden del día los cambios de opinión de los jugadores a
la hora de representar internacionalmente a un combinado nacional. Si
originariamente era un fenómeno que afectaba básicamente a Francia, cuyas jóvenes
promesas decidían defender los intereses de Argelia ante las pocas
oportunidades de debutar con les bleus,
ahora este tipo de decisiones parecen haber adquirido un carácter aún más
global. Cada vez es mayor el número de futbolistas que, ante la proximidad de
las grandes citas a nivel de selecciones, deciden desvincularse del país que
defendieron en sus categorías inferiores para enrolarse en una escuadra de
mayor enjundia. El último exponente de esta tendencia es James McClean.
McClean es un extremo a la antigua usanza que
se caracteriza por su capacidad de desborde. Zurdo, no es brillante a nivel
técnico pero desequilibra a su par sin excesiva dificultad ayudado por su
potentísima zancada. Incisivo y vertical como pocos, somete a su marcador a un
tremendo esfuerzo físico. Descarado, busca el uno contra uno con mucha
frecuencia y éxito, llegando con facilidad hasta línea de fondo. Envía precisos
centros a los delanteros pero confía poco en su pierna diestra, por lo que
siempre busca acomodarse el cuero a su perfil izquierdo para poder repartir
asistencias. Lejos de ser su especialidad, demuestra facilidad asociativa
jugando bien al primer toque, otorgando fluidez a la circulación de balón. Espigado
teniendo en cuenta su demarcación, su envergadura le permite ser peligroso en
el juego aéreo.
Un
futbolista demoledor con espacios, idóneo para salir al contragolpe. Poseedor
de un gran golpeo de balón, ejecuta con eficacia los saques de esquina y las
faltas laterales. Intenso en sus acciones, debe ser un poco más pausado, puesto
que en algunas ocasiones su precipitación provoca que cometa errores en la toma
de decisiones. Batallador, no rehúsa la pugna física aunque evidencia más
problemas para desbordar cuando la zaga rival concede pocos espacios.
Oportunista, no está exento de olfato goleador y sigue bien la jugada cuando
ésta transcurre por la banda contraria para buscar el tanto en el segundo palo.
Sacrificado en labores defensivas, su buen fondo físico le permite recorrer
todo el carril izquierdo. Atesora un potente disparo y cuando ve hueco no se lo
piensa dos veces a la hora de sacar un latigazo desde media distancia.
Nacido
el 22 de abril de 1989 en la ciudad norirlandesa de Derry, James McClean inició
su trayectoria futbolística en el Trojans FC, un club de su ciudad natal cuyas
categorías inferiores gozan de gran fama en el país. Allí completó, con un
breve paréntesis en el Institute, todo su proceso formativo hasta el año 2008.
Fue entonces cuando dio el primer gran salto de su carrera al firmar por el
Derry City. Meses antes ya había
defendido con éxito los intereses del combinado nacional norirlandés en
categoría sub-19 que se proclamó vencedor de la Milk Cup.
A su
llegada a los candystripes fue
definido por Stephen Kenny, técnico del Derry City, como “un chico con unas
grandes perspectivas de futuro”. Los buenos augurios del entrenador de Dublín
no tardaron en convertirse en realidad. Poco a poco, gracias a su verticalidad
y a su olfato goleador, el joven James se convirtió en uno de los jugadores más
destacados de la Airtricity League. Completó tres temporadas a gran nivel que
le sirvieron como trampolín para dar el salto a la Premier. Fue el pasado
verano cuando el Sunderland, aún dirigido por Steve Bruce, no perdió la
oportunidad de hacerse con los servicios del internacional sub-21 norirlandés.
McClean
llegó a Inglaterra con ilusión pero pronto se encontró con el primer obstáculo
de su carrera. Según informó la prensa recientemente, el extremo no terminaba
de agradar a Steve Bruce, que realizó su fichaje después de la insistencia de
Niall Quinn, presidente del Sunderland por aquel entonces. De esta manera, el
joven no pudo disfrutar de la élite del fútbol inglés y se vio abocado a
continuar su progresión en el conjunto reserve.
A pesar de la decepción por su alejamiento de los profesionales no desesperó y
continuó trabajando en busca de una oportunidad para mostrar todas sus
condiciones.
Todo
futbolista bisoño necesita un golpe de suerte o un espaldarazo de confianza. En
el caso de McClean se produjo con el relevo en el banquillo de los blackcats. Steve Bruce fue cesado y
Martin O’Neill asumió las riendas del equipo. El veterano técnico no realizó
excesivas modificaciones respecto a los futbolistas empleados con asiduidad por
su antecesor en el cargo pero decidió depositar confianza en su joven
compatriota. En el Stadium of Light los locales caían por la mínima frente al
Blackburn cuando apenas quedaban quince minutos. McClean saltó al terreno de
juego y contribuyó a la remontada de su equipo.
ENTRE DOS TIERRAS
Menos
de un mes más tarde estrenaba plaza en la alineación, un once inicial del que
ya no volvería a salir gracias a sus goles, asistencias y al coraje que
derrocha en cada encuentro. Si el Sunderland es el equipo revelación en lo que
llevamos de 2012, McClean es el jugador con la evolución más sorprendente de la
Premier League. En el nordeste de Inglaterra su irrupción ha revolucionado a
las masas, llegando incluso a dedicarle una canción. Su progresión tampoco pasó
desapercibida para los técnicos de la federación irlandesa. Así comenzó la
pequeña batalla por conseguir su internacionalidad.
Cuando
el verano de 2011 llegaba a su fin, el cuerpo técnico del combinado norirlandés
decidió incluirle en la lista de convocados para un encuentro amistoso. Sin
embargo, para sorpresa de muchos, James declinó la propuesta en aras de una futura
llamada de la selección irlandesa. Tras despuntar en el primer equipo del
Sunderland la prensa le cuestionó de nuevo acerca de su decisión a nivel
internacional y él volvió a mostrar su deseo de defender los intereses de Eire.
En un principio Giovanni Trapattoni, seleccionador irlandés, no tenía intención
de incluir novedades respecto al bloque que consiguió el billete para la
Eurocopa de Polonia y Ucrania. Sin embargo, las buenas actuaciones del blackcat y la presión popular le
hicieron modificar su decisión, otorgando a McClean la oportunidad de debutar
en los encuentros amistosos disputados recientemente.
“Es
joven y su mentalidad es fuerte” afirmó el entrenador italiano definiendo a su
nuevo pupilo sin perder la ocasión de recalcar que no ha decidido aún sobre su
participación en la próxima Eurocopa. La controvertida convocatoria del joven extremo
no ha sentado nada bien en su país natal. David Healy, máximo goleador
histórico de la selección norirlandesa, mostró su disconformidad con la
decisión del centrocampista del Sunderland, que ha recibido amenazas por parte
de los radicales del Úlster a través de twitter. Unas amenazas que no le han
distraído para continuar luchando por alcanzar su propósito, estar presente el
próximo verano en la gran cita continental a nivel de selecciones.
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