Todo
cambia, nada permanece. Esta afirmación tan aparentemente metafísica encuentra
fiel reflejo en el fútbol, donde la hegemonía, tanto a nivel de clubes como de
selecciones nacionales, sigue un curso cíclico. Sustentado en una fiel hinchada
y unas potentes infraestructuras de base, el fútbol alemán vive actualmente un
momento dulce que se refleja en la pujanza de su campeonato doméstico y la
fortaleza de la mannschaft. Bajo la
dirección de Joachim Löw, el combinado germano ha experimentado un cambio de
tendencia provocado por las irrupciones de jóvenes jugadores caracterizados por
un mismo patrón. El nivel técnico por encima del músculo, primer mandamiento de
una camada de jóvenes que amenazan con cristalizar la metamorfosis del balompié
germano. Florecen los centrocampistas livianos repletos de talento pero no
terminan de emerger zagueros sólidos que aporten la tradicional estabilidad de
la línea defensiva teutona. Para solucionar uno de los problemas en el flanco
de esa retaguardia progresa con fuerza un talento que ya se rifan las grandes
escuadras europeas, Sebastian Jung.
Jung
es un lateral derecho de largo recorrido. Rápido y enérgico, su equipo
encuentra un recurso notable para ser profundo merced a la constancia de sus
incorporaciones ofensivas. Como la torre en un tablero de ajedrez, el carril
diestro es hábitat natural abrumadoramente abarcable para él. Resistente
aeróbicamente, sube y baja la banda a lo largo de los noventa minutos sin que
ello suponga una merma en su intensidad durante los tramos finales del
encuentro. Eficaz al tackle, es
difícil superarle en el uno contra uno y pese a su liviana morfología, que a
priori debería conferirle una gran capacidad de reacción, no sufre en exceso
cuando es retado por extremos explosivos en los primeros metros de carrera. No
es el más fuerte físicamente, por la vehemencia de sus acciones gana muchos
balones divididos pero está lejos de mostrarse como favorito en la pugna cuerpo
a cuerpo.
Inteligente
para interpretar el juego, dobla con criterio a su compañero de banda, algo que
le permite crear superioridades numéricas con asiduidad. Tácticamente
disciplinado, demuestra concentración para anular los movimientos de su marcado
pero aún comete algún error grave por desacoplamiento con sus compañeros de
zaga. Con buen tacto para centrar, no necesita excesivas concesiones para
generar peligro. Se orienta el cuero para su pie derecho y golpea de forma
certera buscando el corazón del área en aras de encontrar desubicados a los
zagueros rivales. Está lejos de imponerse por su estatura, sin embargo atesora
un potente salto que le permite ayudar al colectivo a la hora de defender las
jugadas a balón parado. Impetuoso a la hora de pisar la zona de tres cuartos,
su velocidad le capacita para generar ventajas en ataque posicional amparándose
en el factor sorpresa.
Nacido
el 22 de junio de 1990 en la ciudad alemana de Königstein, Sebastian Alexander
Jung dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol enrolado en las filas del
modesto FC Königstein. Su velocidad y determinación sobre el terreno de juego
le permitieron destacar entre el resto de sus compañeros del equipo de su
ciudad natal y el Eintracht de Frankfurt, conjunto más importante de la región,
se fijó en él y le incorporó a su cantera a los ocho años de edad. A pesar de
su demarcación, a priori con poca influencia sobre el resto del equipo, pronto
brilló con luz propia, escalando peldaños en las categorías inferiores con un
marcado perfil ofensivo en su juego y dejando gratas sensaciones en los
técnicos que siguieron en primera persona su evolución.
Tras
curtirse en el filial del club rojinegro, su estreno en la Bundesliga se produjo
a comienzos del año 2009, cuando aún no había cumplido 19 primaveras. Fueron
apenas 15 minutos, pero suficientes para convencer a su técnico y estrenarse
desde el pitido inicial a la semana siguiente en el modesto Commerzbank Arena. De
manera paulatina para no entorpecer su ascendente progresión, fue haciéndose un
hueco en las alineaciones de la primera plantilla y obtuvo la recompensa de su
convocatoria para el Mundial sub-20. Los germanos habían conquistado un año
antes el Europeo sub-19, por lo que afrontaban la cita mundialista con altas
expectativas y partían como favoritos en la mayoría de quinielas. Sin embargo,
ese favoritismo comenzó a esfumarse cuando Hrubesch no pudo incluir en la
convocatoria a dos piezas claves en ataque como Gebhart y Deniz Naki y los
jóvenes germanos mostraron preocupantes carencias ofensivas que dificultaban la
demostración en tierras egipcias de su dominio continental.
Tras
superar con dosis de épica el primer enfrentamiento a cara o cruz frente a
Nigeria, los alemanes cayeron en cuartos de final frente a Brasil, a la postre
subcampeona, en un torneo donde Jung tuvo un discreto rendimiento. A pesar de
que la cita mundialista no fue excesivamente satisfactoria ni en lo colectivo
ni en lo individual, Jung adquirió enseñanzas de la experiencia y comenzó a
forjar una madurez que le iba a beneficiar en los años posteriores. Finalizó la
campaña consolidándose como titular al mismo tiempo que su nombre aparecía
regularmente en las listas de convocados de las selecciones inferiores de la
federación germana. La siguiente campaña, a pesar de confirmar su evolución a
título personal, supuso un mazazo, ya que asistió impotente al descenso de
categoría del club que le formó como jugador.
Fue un
paso atrás para dar dos hacia adelante. El conjunto de Frankfurt regresó a la
élite del fútbol alemán con suficiencia y Jung, desde el carril diestro de la
zaga, se erigió en pieza clave del conjunto del Commerzbank Arena. En la
presente campaña, bajo la dirección de Armin Veh las ‘águilas’ están volando
alto en su retorno a la Bundesliga. La base del equipo que logró al ascenso más
el alto rendimiento de las incorporaciones estivales ha provocado que el equipo
luche por las plazas que dan acceso a competiciones europeas. Capitán de la
sub-21 alemana y con contrato sólo hasta 2014, el Inter suspira por él para
encontrar un digno sucesor a Maicon y tanto Borussia Dortmund como Bayern
pretenden hacerse con sus servicios. Mientras tanto, el lateral ha dado alguna
pista afirmando que le “gustaría ser dirigido por Guardiola”. Convocado por Löw
en la anterior jornada de amistosos internacionales, es el futuro ‘2’ de la mannschaft.
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