Estadios
semivacíos, venta de sus jugadores emblemas o extravagantes dirigentes que se
mueven de forma surrealista en el mercado de traspasos. El Calcio no atraviesa su mejor momento y desde la cúpula rectora ya
se toman medidas para poner freno a su preocupante involución. La Serie B,
sumida en un deprimente estado económico, ha optado por aprobar un límite
salarial que entrará en vigor la próxima campaña. En medio de la caótica situación en la que se ve inmersa
la categoría de plata del fútbol italiano sobresale la inteligente gestión del
Sassuolo. Presidido desde 2002 por el magnate Giorgi Squinzi, gestor de Mapei
durante la época dorada de la empresa transalpina dentro del ciclismo, la
entidad neroverde ha liderado con
mano firme todo el campeonato gracias al brillante desempeño de la joya de su
cantera, el atacante Domenico Berardi.
Berardi es un
extremo izquierdo exquisito en el apartado técnico. Zurdo muy fino en el
apartado técnico, el costado es el hábitat natural para demostrar su precisión
en la alta asistencia pero se siente cómodo moviéndose por la parcela central
para contribuir a hilvanar los ataques de su equipo. Sus rasgos físicos tienen
aroma de especialista de banda antiguo, de esos que anteponen la exactitud a la
electricidad. Potente en la zancada, no es explosivamente superior en carrera
pero no requiere el desafío de la velocidad para generar quebraderos de cabeza
a su marcador y desequilibrios en el entramado defensivo rival. Minucioso en el
control de balón, no es efectista en el regate ni demuestra gran variedad de
registros en el uno contra uno pero aprovecha su gran golpeo de balón para
habilitar a sus compañeros de ataque. Voluntarioso en el retorno, no es un
dechado de sacrificio defensivo pero tapa las irrupciones ofensivas con balón del
lateral de su banda.
Sutileza
y potencia en su pie izquierdo bien acompañadas por su gran manejo del perfil
diestro, lo que no le penaliza cuando el quiebro ‘sitúa’ el cuero en su pierna
menos hábil. Lúcido en la interpretación del juego, aprovecha el funcionamiento
colectivo en ataque para penalizar los errores del entramado defensivo rival
demostrando su sobresaliente movilidad entre líneas. Participativo, a pesar de
su escasa experiencia no le asusta asumir responsabilidades y se escuda en la
potencia de su conducción para capitanear transiciones rápidas. Azote de las
zagas cuando conceden espacios a su espalda por su criterio batiendo líneas de
presión, juega con y sin balón obteniendo recepciones ventajosas con asiduidad
en los metros finales. Aún discontinuo, su bisoñez desemboca en una falta de
ritmo que acusa en momentos de alta intensidad. Asistente cum laude, su magistral ejecución en las jugadas de estrategia y su
disparo desde media distancia le permiten desafiar de manera individual al
guardameta.
Nacido
el 1 de agosto de 1994 en el pueblo de Cariata Marina, Domenico Berardi vivió
su infancia en el municipio cercano de Bocchigliero. Pronto comenzó a mostrar
pasión por el cuero y para darle rienda suelta ingresó en el Castello, modesto
club de su región natal. Técnico zurdo de impacto visual, su aspecto desgarbado
y su fina conducción llamaban la atención de los asistentes a sus encuentros.
Se le intuía el talento pero no terminaba de demostrarlo y dar un salto que le
permitiese elevar su fútbol a palcos de mayor entidad. Ante el paso del tiempo
y con la amenaza del estancamiento como compañera de fatigas, una casualidad
cambió su carrera deportiva.
LA PACHANGA QUE CAMBIÓ SU VIDA
Ignorado
hasta entonces por los equipos profesionales, la visita para ver a su hermano
Francesco, estudiante de enfermería en Módena, iba a convertirse en el
inesperado trampolín en su carrera hacia el profesionalismo. El viaje, del que
ya han pasado tres años, desembocó en una pachanga entre amigos. Liberado de la
presión de la táctica y una camiseta ‘oficial’, Domenico destacó sobremanera y
logró atraer la atención de Luciano Carlino, uno de los encargados de las
categorías inferiores del Sassuolo. No desaprovechó la ocasión y se enroló en
el conjunto juvenil de la entidad neroverde
donde, pese a unos comienzos un tanto complicados, logró imponer la
sutileza de su pie izquierdo.
Finalizado
su proceso de adaptación al club emiliano, la pasada campaña se erigió en uno
de los líderes del conjunto primavera.
Totalmente superados los fantasmas que le alejaban del profesionalismo, su
liderazgo a lo largo de toda la temporada en el equipo filial fue recompensada
por Fulvio Pea (técnico de la primera plantilla acostumbrado a tratar
diariamente con jóvenes talentos tras su paso por el sector juvenil del Inter),
que premió su excelente desempeño a través de la convocatoria para el histórico
playoff de ascenso disputado ante la Sampdoria. Berardi no logró debutar, pero
su mera presencia en la concentración supuso el punto de referencia en su breve
carrera.
Este
verano Di Francesco, su principal valedor, comenzó a darle confianza
reclutándole para el stage de
pretemporada del primer equipo buscando dar un salto en su progresión.
Trabajando codo a codo con unos jugadores que habían rozado el ascenso a la
élite del fútbol italiano, Berardi dio un paso al frente y se ganó un lugar en
el primer equipo. Debutó oficialmente en un encuentro copero y, a renglón
seguido, le otorgó la titularidad en la jornada inicial del campeonato liguero.
Prolongando su cuento de hadas, en el segundo encuentro de Serie B logró
estrenarse como goleador, el primer tanto de la decena que adorna su casillero
actualmente.
Tifoso interista desde su niñez y admirador de Ibrahimovic y Messi, la
prensa italiana le compara con el Van Persie que deslumbró en el Feyenoord,
aquel que pese a ser un imberbe dominaba el carril izquierdo del ataque de De
Kuip. Aunque siempre es difícil parangonar a jugadores de distintas edades y
nacionalidades, es innegable que Berardi guarda similitudes con los inicios del
ahora ariete red devil. Sus goles y
asistencias son fundamentales para el firme liderato del Sassuolo en la Serie
B. La Juventus sigue de cerca sus evoluciones y Mancini ya ha mandado ojeadores
al estadio de Modena, antes de que diese el salto a la selección sub-21.
“Seguirá en el Sassuolo, es lo ideal para crecer” asegura su agente Giuseppe
Galli. Squinzi, presidente del club, lo tiene claro: “el futuro de Berardi está
aquí”.
1 comentario:
Hola! Soy el creador de un blog de la Real Sociedad y me gustaría intercambiar enlaces! Mi blog es http://realsociedadefutbol.com Te he puesto en mis blogs favoritos! Nos vemos por blogger!
Un saludo!
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