lunes, 29 de junio de 2015

ESPECIAL MUNDIAL SUB 20 NUEVA ZELANDA (PORTEROS)


“Somos un equipo y un solo corazón”. Las palabras las pronunció Rajkovic, que ejerció de capitán también en los micrófonos, para describir el porfiado título de su selección, que derrotó a Brasil con un gol de Maksimovic en los compases finales de la prórroga, la cuarta consecutiva en el torneo para los balcánicos. Agarrados a esa fe inquebrantable, el conjunto dirigido por Veljko Paunovic conquistó de manera sorprendente su primer entorchado mundial en la categoría desde su constitución como nación. El joven portero del Estrella Roja fue el líder de una prometedora generación que recoge el testigo de esa pléyade de estrellas que defendió la casaca de Yugoslavia hasta lograr el triunfo final en el Mundial juvenil de 1987 celebrado en Chile. 18 años después, un corajudo grupo de jóvenes devolvió las celebraciones a Belgrado con sus proezas en un campeonato que siempre deja nombres propios que conviene recordar.

Rajkovic (Estrella Roja: 31/10/1995)
El mejor portero de la competición y principal artífice del histórico triunfo de su selección es un coloso que ha hecho valer en Nueva Zelanda la experiencia derivada de defender con solvencia el marco de un histórico de su país como el Estrella Roja. Guardameta de personalidad arrolladora, justifica el brazalete de capitán con su gran liderazgo. Sabe espolear a sus compañeros y muestra el lenguaje corporal de un veterano para ofrecer pausa cuando los suyos están sufriendo. Muy disciplinado en la colocación bajo palos, achica rápido para reducir el ángulo de disparo al atacante y reacciona con eficacia escudado en sus espectaculares reflejos. Intenso para desbaratar segundas opciones,  atesora potencia en la estirada para llegar bien a palos.

Guruceaga (Peñarol: 15/3/1995)
Steffen es un guardameta de extraordinarias condiciones físicas. Espigado, tremendamente ágil y veloz para desplazarse lateralmente interpretando bien el curso de la jugada. Completo también técnicamente, no explota su envergadura en el juego aéreo. Guruceaga  es un arquero muy sobrio, con una confianza en sí mismo que provoca que sea muy difícil de superar en el mano a mano y que conjuga envergadura con agilidad. Poco dado a los artificios, ofrece mucha seguridad a su zaga. Jean logró encadenar más de 500 minutos sin recoger el balón de dentro de su portería.  Un cancerbero con buena colocación, ágil y ducho en el juego de pies, pero con algunas dudas a la hora de desbaratar envíos cruzados.

Sarnavskiy es un portero atípico en categorías inferiores. Dominador de las disputas aéreas, talón de Aquiles de muchos compañeros de demarcación especialmente en su etapa formativa, su confianza le ayuda a desbaratar numerosas ocasiones de peligro rivales en situaciones de desventaja. Djigui Diarra es un guardameta de escasa envergadura, pero de gran agilidad y buenos reflejos. Irregular, es tan espectacular como impredecible. En una generación con una propuesta muy conservadora como la austriaca, un guardameta como Casali, que transmitía constantemente sensación de seguridad, no tardó en asumir un rol capital. Imponente envergadura aderezada con inteligencia para interpretar el curso de la jugada que debe mostrar más decisión a la hora de abandonar la línea de gol. Ibou Sy fue la gran revelación de la portería, pues no se esperaba ni su titularidad y acabó siendo una de las principales bazas en la cuarta plaza de Senegal. Reflejos felinos se conjugan en este especialista en el desafío desde los once metros que necesita mejorar técnicamente. Andre Moreira es un portero sobrio y de gran presencia física, con capacidad para dominar su área pero poco explosivo para reaccionar cuando concede segundas oportunidades.


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