LOS GERMANOS CONFIRMAN SU SUPREMACÍA EN CATEGORÍAS INFERIORES
Toda Suecia ha sido testigo de otro éxito de la cantera alemana, y ya van tres en menos de diez meses. El pasado año fue la selección sub-19 la que se proclamó eurocampeona en la República Checa, derrotando a los italianos; ya en 2009, la selección sub-17 hizo valer su papel de anfitriona, alzándose con el título continental, y, recientemente, la sub-21 ha extendido el reinado alemán por todo el continente. Nadie lo diría después de comprobar el duro camino hasta llegar a tierras nórdicas. El equipo sufrió de lo lindo para derrotar a los franceses en un intenso play-off, decidido por un gol in extremis de Howedes. A continuación, se procedió al despido del seleccionador Dieter Eilts para otorgar su plaza al ex internacional alemán Horst Hrubesch. Nada más acceder al cargo, Hrubesch tomó una decisión muy arriesgada, dejar fuera a uno de los mayores goleadores de la fase de clasificación, Hennings. Ya sin el espigado ariete, el combinado germano hizo las maletas para irse a Suecia, donde cuajó una primera fase irregular, con una victoria y dos empates, uno de ellos ante los suplentes de Inglaterra, su posterior rival en la final. Tras pasar como segundos de grupo, en las semifinales esperaban los italianos. Alemania siguió sin desplegar un gran juego, e incluso se vio desbordado por los transalpinos en la primera mitad, salvando los zagueros varios goles bajo palos. El curso del encuentro cambio en la reanudación, con un zapatazo de Beck, que subió al marcador haciendo estéril la estirada de Consigli. A partir de ahí, los italianos quedaron atrapados en la telaraña defensiva diseñada por Hrubesch y fueron incapaces de crear peligro con sus estrellas desarticuladas, especialmente el desquiciado Balotelli. En la final aguardaban de nuevo los ingleses,que habían mostrado un fútbol de nivel superior al germano, pero cansados tras una intensa prórroga ante los anfitriones en semifinales. Todos daban por favoritos a los insulares pero ocurrió algo trascendental en la final, la actuación de Özil, prácticamente desaparecido durante todo el torneo. El jugador del Werder Bremen cogió el balón en la zona de tres cuartos y sirvió en bandeja, mediante un genial pase en profundidad, el gol a Gonzalo Castro, que batió a Loach. Los alemanes repitieron la táctica mostrada ante Italia, repliegue de líneas y a hacer daño a la contra. Los insulares sólo podían tocar con tranquilidad muy lejos de la portería de Neuer y era visible una desconexión entre el centro del campo y la tripleta de ataque, formada por Milner, Adam Johnson y Walcott. Con este guión se llegó a la segunda mitad, que se inició con un gol de Özil, mediante un libre directo de larga distancia en el que Loach pudo hacer algo más. Los minutos pasaban y los pupilos de Hrubesch cada vez poseían mayor dominio del partido, sin tener la posesión del esférico pero haciendo mucho daño con los contragolpes ideados por Mesut Özil. En una de estas contras llegó el tercer tanto, anotado por Sandro Wagner tras asistencia del atacante del Werder Bremen. A seis minutos del final del tiempo reglamentario llegaba el cuarto y definitivo tanto, conseguido otra vez por el atacante del Duisburgo, definiendo una contra con el disparo paradigma de Thierry Henry. Alemania ha vuelto a ganar demostrando que la competitividad puede suplir al fútbol de toque.
Neuer: guardameta de gran elasticidad y magníficos reflejos que, en contraposición con la tradición de arqueros germanos, denota inseguridad en el juego aéreo. Es, además, un consumado especialista en detener lanzamientos desde los once metros. Titular indiscutible con el Schalke 04 desde la marcha de Rost, no ha mostrado toda su valía en este torneo, pero sí ha dejado algunos detalles que le auguran un buen futuro.
Beck: lateral de marcado perfil ofensivo que debe mejorar en el aspecto defensivo. Consciente de estas lagunas defensivas, Hrubesch le ha recalcado que no debe perder la posición, por ello se ha mostrado especialmente cohibido a la hora de sumarse al ataque. Cedido esta campaña en el Hoffenheim por el Stuttgart, ha realizado una gran temporada, que le ha valido su llamada para la selección absoluta, con la que ya ha sido recompensado con la titularidad en varias ocasiones.
Boateng: zaguero de gran presencia física que destaca por su dominio en el juego aéreo. Son dignas de mención sus salidas sacando el balón desde atrás, más por fuerza que por nivel técnico. Otro aspecto a reseñar es su versatilidad, ya que puede actuar como central, como mediocentro defensivo e incluso como lateral derecho. No ha tenido muchos minutos en el Hamburgo, como tampoco los había tenido en la selección hasta la llegada de Hrubesch, ya que Dieter Elits prefería a Schwaab.
Howedes: el líder de la zaga en esta selección. Gracias a su corpulencia domina el juego aéreo, lo que le hace especialmente peligroso en las jugadas a balón parado, a lo que añade un buen manejo del cuero. No es especialmente veloz, pero destaca en la anticipación y no duda en perseguir al delantero, aunque éste le saque de su habitual radio de acción. Este año no ha tenido demasiadas oportunidades por la competencia en el centro de la zaga, pero ha encontrado minutos en la posición de mediocentro defensivo. Por juventud y condiciones puede hallar un hueco en la absoluta.
Boenisch: espigado lateral que, por su físico, puede desempeñar las labores de central. Correcto en defensa, no duda en sumarse al ataque, más por voluntad y fuerza que por velocidad y técnica. Un punto a su favor es su capacidad para manejar ambas piernas, con las que ejecuta los libres indirectos, merced a su potente disparo desde larga distancia. Llegó a Bremen incluido en el traspaso de Mesut Özil y, desde entonces, ha alternado la titularidad con Tosic y Pasanen.
Aogo: lateral de vocación atacante que también puede situarse en la posición de mediocentro. Gana con facilidad la línea de cal para asistir con precisión. Por contra, flaquea en el apartado defensivo, en el que, a menudo, supedita la espalda a su velocidad. Despuntó en la segunda división alemana con el Friburgo, donde, pese a su juventud, se convirtió en titular habitual. El Hamburgo se fijó en él para reforzar su defensa y, aunque no ha sido indiscutible para Martin Jol en la Bundesliga, si lo ha sido en la copa de la UEFA, competición en la que el club hanseático alcanzó las semifinales.
Castro: es un auténtico comodín, tanto en su club como en la selección germana. Puede actuar de lateral por las dos bandas y de mediocentro, tanto defensivo como ofensivo. Es un futbolista completo, bien dotado técnicamente y con un impresionante fondo físico que le ayuda a recuperar infinidad de balones durante los noventa minutos, el mismo que le permite llegar con facilidad a posiciones de ataque. Titular en un Bayer Leverkusen que conoció tiempos mejores, pero que, sin embargo, cuenta en sus filas con un nutrido grupo de jóvenes talentos, entre los que destacan perlas como Barnetta, Adler o el propio Castro. Su rendimiento ya le ha llevado a la selección absoluta.
Khedira: centrocampista de corte ofensivo que destaca por su facilidad para llegar desde segunda línea. Aunque participe más en la elaboración del juego ofensivo, no se escabulle a la hora de defender. Hizo su aparición con el primer equipo la campaña en la que el Stuttgart ganó la Bundesliga, y desde entonces se ha consolidado en el once . No ha estado a su nivel durante gran parte del torneo, pero realizó un buen papel en la final, escoltado por dos mediocentros como Castro y Hummels.
Mesut Özil: atacante de nivel técnico superlativo, clarividente, con una magnífica conducción de balón en carrera y capacitado para dar el último pase. Puede jugar tanto en la mediapunta como pegado a cualquiera de las dos bandas. Es un futbolista ideal para jugar a la contra por su manejo de las transiciones, pero también para tener la pelota por su capacidad hilvanando las jugadas frente a rivales encerrados en defensa. Ha sido importante en un Werder Bremen que no ha estado bien en el campeonato liguero, pero que ha realizado un buen papel en las competiciones coperas, conquistando la copa alemana y el subcampeonato en la ya extinta copa de la UEFA. La próxima campaña, con la marcha de Diego a Italia, asumirá un rol aún más preponderante en el equipo.
Marin: extremo rapidísimo, eléctrico, incisivo, muy vertical, que busca constantemente encarar a su par. A su tremenda velocidad añade una magnífica conducción de balón en carrera, llevando el balón cosido al pie, con un cambio de ritmo impresionante. Es diestro, pero habitualmente juega por la banda izquierda para poner en jaque a las defensas rivales con sus diagonales. También puede actuar como mediapunta e incluso como extremo derecho, su posición de origen. Pese a su juventud, se ha mostrado como el auténtico líder del Borussia Monchengladbach, siendo pieza clave en el ascenso a la Bundesliga, con trece asistencias, y en la posterior permanencia del mismo en la máxima competición alemana. Sus grandes actuaciones han llamado la actuación de muchos equipos pero, finalmente, ha sido el Werder Bremen quien ha conseguido obtener su fichaje.
Dejagah: interior derecho que también puede desempeñar la posición de delantero. En su club, el Wolfsburgo, actúa en la banda, ya que tiene muy difícil encontrar un hueco en la delantera formada por Dzeko y Grafite. Pegado a la línea de cal, aporta desborde y buenas asistencias, además de ayudas permanentes a su lateral. En la sub-21, se sitúa en la delantera, allí contribuye al juego colectivo con sus buenos desmarques, su capacidad para asociarse y su lectura en el juego de espaldas a portería. No es un 'nueve' puro, de hecho esta campaña sólo ha hecho cuatro goles.
TAMBIÉN HAN FORMADO PARTE DEL ÉXITO
Schmelzer: lateral izquierdo de profunda capacidad física, la cual le permite llegar hasta línea de fondo para enviar centros rápidos. También puede jugar como interior, para tapar las subidas de laterales ofensivos Un jugador completo en varias facetas de su posición, aunque no sobresalga en ninguna de ellas. Si una palabra le define, esa es cumplidor. Nunca destaca pero raras veces desentona. Este año no ha tenido muchos minutos en el Borussia Dortmund. Tampoco los iba a tener en esta selección, pero una inoportuna lesión de Boenisch le abrió las puertas de la titularidad.
Ebert: mediocampista ofensivo dotado de una buena técnica y una notable visión de juego. Su fuerte carácter le hace sacrificarse en labores defensivas, no dando ningún balón por perdido. Ese carácter belicoso le ha impulsado a más de una desavenencia con su técnico en el Hertha de Berlín. Puede actuar tanto de extremo derecho como de mediapunta, y, aunque a menudo está en las cercanías de la portería rival, es más asistente que goleador. En la selección, Hrubesch le ha situado en la posición de mediocentro, donde no ha rendido a su nivel habitual. Sus detractores le critican su problemático carácter y su intermitencia, la verdad es que debe ser más constante en su juego.
Wagner: espigado ariete que utiliza correctamente su cuerpo, protegiendo el cuero de espaldas y facilitando las triangulaciones con sus compañeros. Su físico le hace especialmente peligroso en las jugadas a balón parado, por sus excelentes testarazos. Pero no es sólo un delantero que vive de su gran altura, también sabe manejarse con el balón en los pies, y posee un buen disparo desde fuerza del área. Forjado en la cantera del Bayern de Munich, no tenía hueco en la delantera del club bávaro, por ello, tuvo que marcharse, en busca de minutos, a la división de plata del fútbol alemán.
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