Tras el Mundial de Alemania, la selección de Serbia y Montenegro dejó de existir. Tras la división de las dos naciones, el balompié serbio se llevó la mayor parte de los jugadores que participaron en la cita mundialista y la federación montenegrina vio cómo su nivel menguaba, al ser minoría los jugadores montenegrinos que poseían experiencia internacional. No obstante, en Montenegro ha aparecido una joven promesa que dará mucho que hablar en el futuro panorama futbolístico internacional. Ese prometedor futbolista es el jugador viola Stevan Jovetic.
Jovetic es un talentoso mediapunta con un gran dominio de las dos piernas y una excepcional visión de juego. No es especialmente rápido, pero raras veces pierde la posesión del cuero porque su defensor sea más veloz, ya que sabe utilizar perfectamente su espigado físico para proteger el esférico. Es muy inteligente, controla perfectamente los espacios y sabe, en todo momento, donde se encuentran sus compañeros, merced a su rapidez de pensamiento. No es un jugador que permanezca estático en su posición, sino que se mueve con libertad por toda la zona de ataque. Aunque es un fenomenal asistente, también aporta en el aspecto goleador, gracias a su verticalidad.
Tras destacar en el Europeo sub-17 de Luxemburgo en 2006, dio el salto al primer equipo del Partizan y sin haber cumplido todavía los dieciocho años asumió las riendas del equipo, tanto dentro como fuera del campo, ya que tardó menos de un año en hacerse con la capitanía. Bajo las órdenes de Miroslav Djukic, mostró todo su potencial, alzándose con el campeonato local serbio y dejando pinceladas de su clase en la extinta copa de la UEFA.
Sus estelares actuaciones con la camiseta del Partizan llamaron la atención de todos los grandes de Europa. El Manchester United parecía el más interesado en hacerse con los servicios de Jovetic, pero finalmente fue la Fiorentina quien se llevó su traspaso, por una cifra cercana a los diez millones de euros.
Ya en el Artemio Franchi, el esquema de juego utilizado por Cesare Prandelli redujo las oportunidades de recibir la titularidad al joven montenegrino. El dibujo del conjunto viola en ataque ya había obligado al rumano Adrian Mutu a buscar cobijo en banda izquierda y parecía plantear un nuevo dilema a Prandelli con la llegada de la joven perla. Por ello, Jovetic hubo de esperar su oportunidad en el banquillo. Fue paciente y cuando el técnico le otorgo su confianza, Jovetic le respondió mostrando sus condiciones innatas. No tenía la titularidad con asiduidad, por la gran competencia en ataque, pero cuando la poseía hacía oposiciones para conseguir plaza fija en el once. Todos conocían las condiciones de la perla balcánica, pero nadie quería sentar en el banquillo a Mutu, una de las figuras del equipo de la toscana. Prandelli no parecía partidario de un cambio de sistema que diera cabida en el once a ambos jugadores, pero justo cuando parecía más cercano a tomar una solución definitiva, se produjo la lesión del atacante rumano que hizo que el “problema” desapareciera para el técnico.
Jovetic consiguió hacerse con una plaza fija en el once inicial y ayudó a su equipo a alcanzar el objetivo marcado a principio de temporada, la clasificación para la Champions League.
1 comentario:
Comento aquí porque ya lo hice en el último post.
Es un gran jugador que parece que está aprovechando sus oportunidades y que creo que debería ir entrando en el equipo titular más a menudo según las alineaciones que he visto.
Gracias por el comentario
Saludos desde http://ojeadorinternacional.blogspot.com/ae
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