Desde la retirada del gran Diego Armando Maradona, tanto la prensa deportiva como los aficionados argentinos han tratado de encontrar el jugador que llene el vacío que dejó en sus corazones el mítico ‘10’. Tras nombrar a varios futbolistas cuyas carreras no han sido tan meteóricas como apuntaban en un principio, parece que al fin Leo Messi se ha ganado el afecto de periodistas y aficionados del país sudamericano como líder del combinado albiceleste. Por ello, las comparaciones ahora se realizan con el crack del conjunto azulgrana. Cada jugador de ataque joven que despunta en las categorías inferiores de la selección argentina es parangonado con el futbolista rosarino. El último caso de esta tendencia ha sido el talentoso Juan Manuel Iturbe, ya designado por la prensa como ‘El Messi guaraní’.
Iturbe es un atacante velocísimo, capaz de llevar a cabo con éxito jugadas inverosímiles. Su bajo centro de gravedad unido a su magnífica conducción de balón en carrera, con el cuero pegado al pie, posibilitan la realización de eslálones con los que deja atrás a casi todos los contrarios que salen a su paso. Muy incisivo, su osadía y descaro parecen no tener límites e intenta el desborde en cualquier situación. Potente en la arrancada, cuando entra en contacto con el cuero da la sensación de que algo nuevo puede pasar por su amplia gama de recursos técnicos para causar estragos en el entramado defensivo rival. Un jugador muy escurridizo, veloz y con buen cambio de ritmo, que imprime un ritmo alto a los encuentros y obliga a realizar un inusitado despliegue físico a su marcador.
La versatilidad es otra de sus armas, ya que tanto en la media punta como escorado a ambos costados el rendimiento que ofrece es alto. Explosivo en sus movimientos, tiene salida por ambos perfiles tras el regate y sus diagonales suelen ser el preludio de un potente disparo desde fuera del área. Posee una extraordinaria capacidad de desborde merced a sus excelentes dribblings, pero no está exento de clarividencia en la zona de tres cuartos y está capacitado para asistir a sus compañeros gracias a su precisión en el pase. Muy hábil y extremadamente eficaz en el uno contra uno, le falta fortaleza física para soportar las entradas del contrario y debe ganar en regularidad para que su juego sea más brillante. Es un futbolista que se diluye cuando no entra en contacto con el balón y en ese sentido aún tiene margen de mejora en sus movimientos sin el cuero. Su creatividad y su capacidad de desequilibrio producen inmejorables situaciones de gol para sus compañeros, pero tampoco está exento de olfato goleador. Su buen disparo de media distancia y su sangre fría para definir con precisión cuando pisa área son amenazas más que considerables para los porteros rivales.
Iturbe es hijo de paraguayos que, por circunstancias laborales, se vieron obligados a emigrar a Argentina. Así, el pequeño Juan Manuel nació en Buenos Aires el 4 de junio de 1993. Sin embargo, su estancia en el país argentino no sería muy longeva, ya que sus padres decidieron regresar a Asunción. Ya instalado en la capital paraguaya, ingresó en las categorías inferiores del Club Universal para, un año más tarde, recalar en las filas del Tridense. Fue allí donde captó la atención de los ojeadores de uno de los clubes más grandes del país guaraní, el Cerro Porteño. En la cantera del ‘Ciclón’ fue quemando etapas hasta que, con solamente dieciséis años, Pedro Troglio le otorgó la oportunidad de debutar en la primera división paraguaya en el verano de 2009. Su irrupción fue tan fulgurante que Gerardo Martino le hizo debutar con la selección absoluta paraguaya en un amistoso frente a Chile. Estuvo sobre el terreno de juego poco más de un cuarto de hora, pero el gesto del ‘Tata’ Martino dejaba claro que contaba con el precoz talento de cara al futuro.
Tras este debut con el combinado nacional guaraní en partido no oficial, la figura de Iturbe continuó agrandándose con sus actuaciones vistiendo la casaca del Cerro Porteño. Por ello, los dirigentes de la entidad de Asunción quisieron hacerle firmar un contrato de larga duración, ‘blindándole’ ante el interés de clubes europeos. Las condiciones económicas ofrecidas por Cerro Porteño no eran ni mucho menos las mejores, así que el talentoso atacante, aconsejado por su representante y su familia, decidió ‘fugarse’ a Argentina. Instalado en Buenos Aires, la AFA se interesó por la situación del futbolista e incluso le incorporó al grupo de jóvenes talentos que llevaron a cabo el rol de sparring respecto a la selección dirigida por Diego Armando Maradona en el Mundial de Sudáfrica. Tras la cita mundialista, el propio presidente de la AFA, Julio Grondona, movió los hilos para que el bisoño atacante recalase en las filas de Quilmes. Sin embargo, la denuncia efectuada por Cerro Porteño desembocó en un problema burocrático que impidió que pudiese disputar partidos oficiales con la entidad cervecera.
Este inconveniente no impidió que fuese citado por Walter Perazzo para disputar con la selección albiceleste el Sudamericano sub-20 que se disputó en Perú a comienzos de este año. La inactividad no le pasó factura y fue uno de los más destacados de todo el torneo, decidiendo partidos importantes con goles que sirvieron para que los argentinos lograsen la clasificación para el próximo Mundial sub-20 que se disputará en Colombia. Tras finalizar el certamen y con el futuro resuelto después de que el Oporto pagase la cantidad que demandaba Cerro Porteño, Iturbe regresó a Asunción para enrolarse de nuevo en la disciplina del conjunto de la capital paraguaya. Y lo cierto es que su vuelta no pudo ser más exitosa. En su primer partido en la presente edición de la Copa Libertadores, salió desde el banquillo y contribuyó con dos hermosos tantos a la victoria de su equipo sobre Colo Colo. No obstante, los técnicos del conjunto porteño quieren ir despacio con el chico y van introduciéndole poco a poco en el equipo, dándole un rol de revulsivo para revolucionar los partidos en las segundas partes. De momento, el método está funcionando con éxito, ya que al doblete ante el conjunto chileno hay que sumar su decisivo gol en los últimos minutos frente a Independiente que dio la victoria a la escuadra de Asunción. Tras el rompecabezas federativo que le mantuvo apartado de los terrenos de juego varios meses, ahora disfruta jugando. Este verano, cuando cumpla la mayoría de edad lo hará defendiendo los intereses del Oporto. Los lusos han encontrado una nueva joya.
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