Terceros
en la Bundesliga y con plaza casi asegurada para disputar competición europea
la próxima campaña, los seguidores del Borussia Mönchengladbach viven un dulce
sueño tras dejar atrás el fantasma del descenso que les acechó durante toda la
pasada temporada. Lucien Favre llegó y transformó al equipo sustentándolo en
dos jóvenes valores como Ter Stegen y Reus. El ex atacante del Rot-Weiss Ahlen
está firmando una campaña espectacular moviéndose con libertad por todo el
frente de ataque. Una libertad concedida por el técnico suizo después de que
haya logrado consolidar en el carril diestro del ataque a otro prometedor
jugador, Patrick Herrmann.
Herrmann es un habilidoso
extremo diestro que destaca por su inusitada
facilidad para repartir asistencias. Potente
y bien dotado técnicamente, se deshace sin dificultades de los rivales que
salen a su paso gracias a su buena conducción de balón en carrera. Inteligente
a la hora de interpretar el juego, sigue
bien la jugada cuando transcurre por el costado contrario y sorprende a los
rivales con sus diagonales sin balón al primer palo. Incisivo y con capacidad de desborde, domina ambos perfiles y llega
constantemente hasta el fondo de su carril. Intenso y sacrificado en la presión, debe adquirir mayor fortaleza muscular
para no salir perjudicado en el cuerpo a cuerpo. Vertical, asiste con precisión, pero en ocasiones peca de un
individualismo que le impulsa a cometer errores en la toma de decisiones.
Un
atacante con ciertas dosis de
oportunismo, que demuestra olfato
goleador gracias a su facilidad para pisar área rival libre de marca. Dinámico, su posición natural es la
banda diestra, pero no le cuesta desenvolverse en el costado contrario y, poco
a poco, está adquiriendo experiencia para actuar en posiciones interiores
filtrando buenos pases en profundidad. A pesar de ser un futbolista con gran
capacidad de desequilibrio individual, se
asocia con facilidad, tocando bien al primer toque y contribuyendo a
otorgar fluidez a la circulación de balón. Devastador
con espacios, se muestra como pez en el agua saliendo al contragolpe o
cuando la zaga rival concede muchos metros a su espalda. Atesora un buen golpeo
desde media distancia y mucha sangre
fría a la hora de finalizar las jugadas, definiendo bien al primer toque
delante del portero.
Nacido el 12 de febrero de 1991 en la ciudad alemana de Saarbrücken, Patrick Herrmann
comenzó a darle las primeras patadas a un balón con cuatro años defendiendo la
camiseta del FC Uchtelfangen, un modesto club situado al noroeste de su
ciudad natal. A pesar de su baja estatura y su endeblez muscular no tardó en destacar por encima de sus
compañeros. Sus técnicos pronto vislumbraron en él un talento especial y se
resignaron a perderle tarde o temprano. El club le quedaba pequeño y necesitaba
un salto en su carrera para seguir progresando.
A los trece años, el FC Saarbrücken decidió
incorporarle a sus categorías inferiores. En el conjunto de la capital del
Sarre continuó con su excelente progresión y, escalando peldaños en su cantera,
los técnicos de la federación germana decidieron llamarle a filas con el
combinado nacional. Se convirtió en una de las joyas de la generación del 91 y
llamó la atención de los principales equipos del país. Fue el Borussia Mönchengladbach, siempre
atento a las jóvenes promesas que surgen en suelo teutón, quien consiguió incorporarle a su entramado
juvenil a los diecisiete años.
Ya
afincado en el estado federal de Renania del Norte-Westfalia, le bastó con un
año para dar el salto hacia el profesionalismo. En enero de 2010 se producía su estreno en la Bundesliga. A partir
de ese duelo contra el Bochum se consolidó en la primera plantilla, disfrutando
de minutos en las segundas partes hasta final de temporada. La siguiente
campaña iba a ser la de su confirmación. Tras completar la pretemporada como
futbolista del primer equipo a todos los efectos, empezó a disfrutar de la
titularidad gracias a su imparable evolución.
Sin
embargo, aunque las cosas a nivel individual marchaban viento en popa, los
resultados colectivos no acompañaban. Su
equipo estaba hundido en el fondo de la clasificación y el descenso a la
división de plata era un peligro más que real. Esa mala posición de su conjunto en la tabla clasificatoria desembocaba en inestabilidad y provocaba
constantes cambios en el once inicial. Por ello, Herrmann fue perdiendo
paulatinamente continuidad en las alineaciones de la escuadra del Borussia Park.
Esa crisis de resultados y una pequeña lesión muscular le impidieron ayudar a
su equipo en las jornadas finales.
El
suizo Lucien Favre cogió los mandos de la nave y el equipo, que parecía
desahuciado, comenzó a reflotar. En el tramo final del campeonato consiguió
otorgarle solidez defensiva y culminó su gesta derrotando en la promoción por
la permanencia al Bochum con un Ter Stegen estelar. Curiosamente, cuando los resultados colectivos por fin acompañaban el
protagonismo de Herrmann disminuía de forma preocupante haciendo pensar que no
era un jugador que agradase a su nuevo técnico. Nada más lejos de la realidad, ya que tras un inicio de campaña en
el banquillo, Patrick se consolidó en la
titularidad en la 2011/2012.
EL DETONANTE DE REUS
Herrmann se hizo amo y señor del carril diestro de su
equipo en fase ofensiva y su titularidad permitió a Marko Reus consolidarse en
la posición de segundo punta. El resultado no pudo ser mejor, puesto
que ambos respondieron de forma regular
con un rendimiento extraordinario, convirtiéndose en los artífices de la
gran temporada que está realizando su equipo. En apenas unos meses, el Borussia
Mönchengladbach ha pasado de luchar con todas sus fuerzas para eludir el
descenso a pugnar de tú a tú con el Schalke 04 por una plaza en la próxima
edición de la Uefa Champions League.
Tanto Reus como Herrmann han despertado el interés de
los principales clubes del continente.
Manchester City, Chelsea, Arsenal, Tottenham, Juventus, Inter y Napoli
mostraron interés en la perla de Saarbrücken pero todo hace pensar que no
cambiará de equipo el próximo verano, más aún después de la venta de su
compañero de ataque al Borussia Dortmund. Hasta entonces ambos lucharán por ayudar a su actual equipo por clasificarse para la máxima
competición continental.
Una clasificación que se ha complicado en las últimas
semanas con la lesión de Herrmann como
ha reconocido su propio técnico. “Sin él tenemos un balance diferente entre la
defensa y el ataque” asegura su técnico. Los de Mönchengladbach solamente han
sumado cuatro puntos de los último doce en juego. Más maduro y consolidado, Patrick está destinado a convertirse en el
líder de su equipo la próxima campaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario