ADAM MAHER

Tras proclamarse campeón liguero de la mano de Louis Van Gaal en la campaña 2008/2009, el AZ ha trazado un rumbo marcado por la irregularidad que le ha impedido disputar hasta el final el triunfo en el campeonato doméstico. Fragilidad defensiva y técnicos muy cuestionados por la grada del DSB Stadion como  Ronald Koeman eran los principales factores de ese descenso de nivel que impedía luchar en igualdad de condiciones frente al triunvirato formado por Twente, PSV y Ajax. A comienzos de esta campaña los augurios tampoco eran los mejores con la marcha de dos referentes como Sigthorsson y Schaars. Ante esas bajas, Verbeek decidió mirar a la cantera y ofrecer oportunidades a los jóvenes talentos del club. Allí encontró a Adam Maher, junto a Elm, el principal artífice de que los de Alkmaar vuelvan a soñar con levantar un título tres años después.

Maher es un habilidoso centrocampista que actúa como interior en una medular formada por tres efectivos. Inteligente en la lectura del encuentro, otorga fluidez a la circulación de balón gracias a su capacidad para jugar en pocos toques. Atesora una buena visión de juego que le permite batir la última línea de presión rival con buenos envíos en profundidad. Es determinante en su faceta de asistente pero sus magníficas condiciones técnicas le confieren capacidad de desequilibrio individualmente. Diestro con excelente manejo de su pierna izquierda, su buen manejo del esférico y su salida por ambos perfiles tras el regate le permiten zafarse de los rivales que salen a su paso, pero denota falta de atrevimiento y da la sensación de confiar poco en sus posibilidades a la hora de intentar jugadas en solitario.

Un mediocampista dinámico e inteligente. Toca y se mueve, creando superioridades posicionales con frecuencia. Explosivo en la arrancada, conduce bien el cuero en carrera pero físicamente aún está por pulir y debe mejorar notablemente en la dosificación de esfuerzos. Sabe sacar réditos de su buen primer toque, se orienta de forma excelente y gira con mucha celeridad para ver la jugada de cara si recibe de espaldas al marco rival. Preciso en la entrega, adolece de falta de regularidad y en ocasiones abusa de la horizontalidad en sus entregas. Da continuidad a las jugadas y abre bien el juego a los costados. Por sus condiciones tiene un gran potencial para estar en el inicio y en el final de las jugadas que, de ser desarrollado, puede convertirle en un centrocampista con unos excelentes guarismos anotadores.

Nacido el 20 de julio de 1993 en Marruecos, desarrolló su infancia en la ciudad holandesa de Diemen. Se inició en la práctica del fútbol de la mano del modesto SV Diemen pero no tardó en mudarse a otro club, enrolándose en las filas del AVV Zeburgia con apenas ocho años. Tres más tarde, sus estupendas condiciones técnicas no pasaron desapercibidas para el AZ Alkmaar, que, con su incorporación, se aseguró a uno de los mayores talentos del país. Desde su llegada al club su ascensión por las categorías inferiores fue fulgurante, permitiendo vislumbrar a técnicos y analistas un precoz estreno en la máxima categoría del fútbol holandés.

Antes de producirse, Maher dio más de una muestra de su talento vistiendo la casaca oranje en distintos torneos internacionales. Junto a su entonces compañero de club Oguzan Ozyakup (ahora en el Arsenal) fue convocado para disputar el Mundial sub-17 de 2009 celebrado en Nigeria. En tierras africanas no pudo brillar, tal vez arrastrado por la dinámica negativa del colectivo, que tras coronarse meses antes campeones de Europa de la categoría no fueron capaces de superar ni tan siquiera la fase de grupos. No obstante, el hecho de disputar como titular los tres encuentros pese a ser un año más joven que la mayoría de participantes da muestra de su personalidad y precocidad sobre un terreno de juego.

SIEMPRE UN PASO POR DELANTE

Un adelantado a su edad, un talento que quema etapas sin importar la fecha de nacimiento, al igual que ha ocurrido a lo largo de las décadas con otras grandes promesas del fútbol holandés. Así es Maher. Su estreno con el primer equipo del AZ se produce a finales de 2010. En un choque de Europa League frente al Bate Borisov sale al terreno de juego y certifica que la presión no va con él contribuyendo con un gol para cerrar la victoria frente a los bielorrusos. Sin embargo, esa fulgurante aparición no le garantiza la continuidad y apenas aparece con el primer equipo un cuarto de hora más hasta final de campaña, en una dura derrota liguera frente al Ajax.

Aún estando casi inédito en la senda del profesionalismo, el club recibe varias ofertas por su joven perla y reacciona pronto, sellando su renovación al mismo tiempo que mejoraba sus condiciones contractuales. Realiza toda la pretemporada a las órdenes de Gert Verbeek y en apenas unas semanas convence a su técnico. La venta de Schaars, pilar fundamental en la medular la pasada campaña, al Sporting de Lisboa supuso el empujón definitivo hacia la titularidad del joven centrocampista de origen norafricano. Como ya había demostrado anteriormente, no acusó la presión ni el salto de categoría y continuó mostrando su talento, erigiéndose en pieza clave de la buena marcha de la escuadra de Alkmaar en el presente curso futbolístico.

A sus 19 años ya está totalmente consolidado en la sub-21 holandesa pero la federación marroquí no abandona su propósito de convencerle para que defienda los intereses del país de sus antepasados, anhelando convertirle en un león más del Atlas. El centrocampista no ha hecho ningún guiño al combinado magrebí pero ante la mínima posibilidad de perderle Bert Van Marwijk le sigue muy de cerca y ya le ha convocado con la selección absoluta, aunque por el momento no le ha hecho debutar. Su gran temporada tanto en la Eredivisie como en la Europa League han despertado el interés de varios clubes de la Premier League. Por el momento, hace oídos sordos a la rumorología y está centrado en levantar el título liguero con su equipo. Quién sabe si para abandonar Holanda tras devolver la gloria al conjunto que le formó como jugador.