Superado
el ecuador del Brasileirao la tabla clasificatoria está repleta de sorpresas.
Tanto por la parte baja como en la lucha por el título es llamativa la
presencia de algunos conjuntos llamados a pugnar por otros objetivos. Con un
club histórico como Palmeiras inmerso en el descenso, la batalla por alzarse
con el primer puesto al final del campeonato se está convirtiendo en un pulso
entre Fluminense y Atlético Mineiro en el que Gremio también asoma la cabeza. El
galo, pese a perder fuelle en las
últimas jornadas, se destapó como la gran revelación de la primera mitad de
competición. Con un Ronaldinho mostrando sus destellos de talento y goleadores
como Gilherme y Jô con ganas de reivindicarse tras sus fracasos en Europa, es
el joven Bernard quien apuntala un
ataque para soñar con imponerse a todos sus rivales.
Bernard es un habilidoso centrocampista
ofensivo con mucho desparpajo a la hora de encarar a su par. Excelso en los
controles, sitúa el pie de forma idónea para ‘anestesiar’ el cuero y sacar
provecho de su primer toque cuando recibe pases largos. Versátil, es capaz de
ocupar las tres posiciones por detrás del punta, en sus inicios se situaba en
posiciones interiores pero en los costados elude con mayor facilidad la
confrontación física, de la que sale perjudicado por su estructura corporal
liviana. Diestro de correcto manejo de su pierna izquierda, su facilidad para
el regate y su salida por ambos perfiles le otorgan un plus de imprevisibilidad
cuando recibe en el vértice del área. Incisivo en la diagonal, es un magnífico
socio para los arietes merced a su capacidad para sacar el centro apurando la
línea de fondo.
Explosivo
en el cambio de ritmo, es un futbolista veloz que destroza al zaguero encargado
de frenarle por su descaro y su facilidad para cambiar de dirección en carrera.
Agudo en la lectura de juego, su buena visión en los metros finales le permite
batir la última línea de presión sin dificultades. Dinámico, aunque sus
cualidades están más encaminadas al desequilibrio individual sabe generar peligro
asociándose, contribuyendo a la fluidez del funcionamiento ofensivo colectivo.
Su juego requiere una mejoría en la toma de decisiones, ya que es algo que le
penaliza especialmente en la finalización de las jugadas. Veloz con el balón y
sin él, causa estragos saliendo al contragolpe y su juego ‘fresco’ constituye
una pesadilla para los defensas.
Nacido
el 8 de septiembre de 1992 en Belo Horizonte, Bernard Anício Caldeira Duarte
pronto desarrolló una fantástica habilidad para manejar el cuero. Como tantos
otros niños brasileños se pasaba las horas jugando al fútbol en la calle para
divertirse, sin desdeñar un aprendizaje intensivo de todo tipo de regates.
Vivió una infancia con el balón como protagonista pero no exenta de amarguras.
El menudo Bernard sentía devoción por el cuero y realizó varias pruebas para
entrar en los grandes equipos de la región pero los directores de cantera le
negaron el acceso por su escasa estatura.
DURO CAMINO HACIA EL ÉXITO
En
busca de alcanzar su sueño de convertirse en futbolista profesional, demostró
todo su talento en clubes modestos para hacer ver a los directores del fútbol
base brasileños que se equivocaban al no apostar fuertemente por él. Así, sus
grandes actuaciones le llevaron a la cantera del Atlético Mineiro en 2008,
siendo aún un quinceañero. Antes de dar el salto al plantel profesional, fue
cedido al Demócrata Sete Lagos para adquirir experiencia a un nivel competitivo
mayor que el campeonato juvenil. Durante su estancia a préstamo en el club
rojiblanco maravilló a todos e incluso se convirtió en el máximo artillero del
equipo con catorce tantos.
Comprobada
la eficacia de la operación para hacer madurar a su joven perla, directivos y
cuerpo técnico apostaron por él y Dorival Jr. le hizo debutar con el galo. Bernard alternó la primera
plantilla con las categorías inferiores, disputando prestigiosos torneos de
juveniles en los que fue galardonado con el premio de mejor jugador. Como la
mayoría de jóvenes talentos que alcanzan la élite del fútbol brasileño
participó con acierto en la Copa Sao
Paulo de Futebol Junior, la conocida Copinha,
y fue pieza clave en consecución de la Taça Belo Horizonte de Juniores con una
notable actuación ante el Fluminense.
Su brillante
desempeño en las competiciones juveniles le abrieron las puertas a la
consolidación en el primer equipo. Con la llegada de Cuca al banquillo del galo, Bernard recibió la confianza
necesaria para triunfar. El respaldo de su técnico le hizo exprimir su
potencial y fue reconocido con el Trofeo Guará, un galardón concedido a los
mejores jugadores mineiros del año.
Tras conquistar el campeonato estadual de Minas Gerais, el Atlético Mineiro es
ambicioso y pretende finalizar el Brasileirao en primera posición.
Para
lograrlo necesitará que continúe el dulce momento que atraviesa su joven perla,
que tiene una espinita clavada con la selección nacional. Incluido en la
preselección para los Juegos Olímpicos de Londres, fue uno de los perjudicados
con la inclusión de Hulk en la lista definitiva de 18 jugadores. Menezes
desechó su presencia en territorio británico, pero si continúa con esta
meteórica progresión Bernard está destinado a vestir la casaca verdeamarela como anfitrión en el
Mundial de 2014.
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