Apurando
el cierre de mercado de fichajes, el Zenit dio un golpe de efecto al sacar el
talonario para asegurarse la contratación de Hulk, convirtiendo al poderoso
atacante brasileño en el fichaje más caro de este verano. Fue una venta
determinante para el Oporto, acostumbrado a perder a sus jugadores más
determinantes a cambio de engordar su cuenta corriente año tras año. Rastrear
el mercado en busca de jóvenes talentos destinados a abandonar la disciplina
del club luso rumbo a un campeonato mayor es el sino de una entidad que tiene
en la secretaría técnica su tesoro más preciado. Tras explotar con brillantez
el mercado sudamericano, los ojeadores de Pinto da Costa comienza a obtener
réditos tras expandir su abanico de búsqueda en el continente africano, lugar
de procedencia de Christian Atsu, su
última perla.
Atsu
es un potente extremo zurdo que destila osadía en la mayoría de sus
interacciones con el cuero. Vertiginoso en sus galopadas, domina la arrancada y
la pausa, lo que unido a su explosividad física le permite retar a su marcado
en el uno contra uno. Difícil de frenar cuando encara a su par, denota falta de
precisión en algunos controles complejos, algo derivado de una incorrecta
posición de su cuerpo a la hora de recibir el cuero. Inteligente a la hora de
interpretar los movimientos de sus compañeros, ataca bien los espacios y
representa una seria amenaza al contragolpe por su potencia en carrera.
Dinámico y con criterio para contribuir al buen funcionamiento colectivo del
ataque, no es un dechado técnico pero sabe desequilibrar con su regate corto
cuando el rival achica espacios.
La
versatilidad es otro de sus atributos más preciados. Aunque no maneja con
brillantez su pierna derecha, es capaz de adaptarse perfectamente a ambos
costados sin disminuir su rendimiento. Pequeño pero de físico compacto, no
rehúye el cuerpo a cuerpo así como tampoco se amedrenta cuando el lateral
bordea el reglamento para frenarle. Generoso en el esfuerzo, su extraordinario
despliegue físico le permite ayudar a su compañero de banda en labores de
repliegue aunque debe seleccionar mejor la intensidad de sus acciones. Ejecutor
eficaz de jugadas a balón parado, usa bien el amago y gana línea de fondo con
facilidad pero su precisión en el centro está lejos de la más adecuada. No le
asusta asumir protagonismo, atrae rivales y asiste con facilidad puesto que
aunque posee un duro disparo le falta sangre fría para ser más efectivo en la
finalización de las jugadas. Es un torbellino que genera peligro con una
facilidad pasmosa.
Nacido
el 10 de enero junto a su hermana gemela en la ciudad costera de Adah Foah,
Christam Atsu Twasam dio sus primeras patadas a un balón en la calle, rodeado
de niños que soñaban con llegar a ser futbolistas profesionales. En los campos
de tierra de su colegio comenzó a impresionar por su potencia y manejo del
balón ilusionado con entrar a formar parte de un colegio profesional. Fruto de
la ocupación holandesa en el país durante los siglos XVII y XIX surgieron unos
lazos que se remontan a la fundación de la ciudad. Atendiendo a esa tradición
entre el país ghanés y el europeo, el Feyenoord fundó a finales de los 90 la
mayor academia de balompié del país. Atsu se enroló en sus filas y comenzó, de
esa manera, su trayectoria deportiva.
En la
institución del club de Rotterdam pronto se convirtió en uno de los más
destacados y tras completar gran parte de su proceso formativo llamó la
atención de los directivos del Cheetah FC. En 2009 ingresó en la disciplina del
club ghanés, en el que solamente permanecería un año. Su elevado potencial y el
agudo olfato de los ojeadores del Oporto le llevaron a la ciudad portuguesa en
enero de 2010. De lleno en la cantera de los dragoes, los técnicos lusos confirmaron que su intuición era más
certera que nunca. Su inusitado descaro y una potencia fuera de lo común
provocaba que el joven de origen ghanés destacase sobremanera en el campeonato
de filiales del país ibérico. Unas gratas impresiones que se refrendaban cada
vez que el equipo disputaba torneos internacionales de categoría juvenil.
Fue
precisamente en uno de esos certámenes donde iba a dar un gran impulso a su
carrera. En la edición de 2011 de la Blue Stars Youth Cup, una especie de
Mundial de Clubes juvenil, el Oporto se coronó vencedor con una espectacular
actuación de su joven estrella ghanesa. Tres goles en cinco partidos y una
insultante sensación de superioridad respecto a sus adversarios sirvieron para
que Atsu fuese galardonado con el Balón de Oro de la competición. Al finalizar
esa campaña y aprovechando que el campeonato liguero ya estaba decidido, Andre
Villas-Boas decidió premiar la meteórica progresión de la joya del conjunto
filial con su debut en el primer equipo.
VILA DO CONDE COMO TRAMPOLÍN
Firma
su contrato profesional pero la gran competencia existente en la parcela
ofensiva de los dragoes provoca su
cesión como método para adquirir experiencia a nivel profesional. El Rio Ave,
siempre atento a las perlas de la cantera de los grandes conjuntos del país,
reclamó sus servicios. Hizo las maletas y puso rumbo al Estadio Dos Arcos junto
a su compañero Kelvin, recién aterrizado del Paraná brasileño. Ambos fueron las
grandes revelaciones de la Liga Zon Sagres 2011/2012. El buen hacer por los
costados de los jóvenes portistas, junto
a los goles de Joao Tomas, fue el gran argumento para que el conjunto de Vila
Do Conde alcanzase la permanencia.
Tras
ser proclamado mejor jugador del año en el Rio Ave, Atsu regresó a Oporto con
la ambición de ganarse un hueco en el equipo durante la pretemporada. Los
amistosos preparatorios sirvieron para adelantar a otros jóvenes como Iturbe en
la rotación, adquiriendo peso dentro del vestuario. Aprovechando la ausencia de
Hulk para disputar los Juegos Olímpicos de Londres, se ganó la titularidad en
la Supercopa cuajando una buena actuación. Su buen momento llegó hasta las
islas británicas, donde el Tottenham de Villas-Boas y el Liverpool se fijaron
en él para dar más profundidad a su parcela ofensiva.
Vitor
Pereira continuó confiando en él y su buen arranque liguero le garantizó su
presencia en el combinado nacional ghanés durante los encuentros de
clasificación de cara a la Copa de África. Con las ‘estrellas negras’ su juego
descarado se ha visto aderezado con la fortuna goleadora, provocando que la
prensa le colme de halagos. “No me comparen con Messi. La comparación no me afecta, pero
yo estoy centrado en construir mi propia imagen y en ayudar a la selección de
Ghana y al Oporto” declaró Atsu rechazando tan desmesurado elogio. Según su
compañero de selección André Ayew “tiene la fortaleza mental para llegar a ser
un gran jugador”. Mantener los pies en la tierra será el mejor sustento para
una prometedora carrera que se encuentra en uno de los mejores lugares para
despegar.
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