miércoles, 3 de octubre de 2012

ALESSANDRO FLORENZI

En el fútbol actual cada vez quedan menos jugadores que se mueven por el amor a unos colores sin sucumbir a la tentación de los grandes contratos millonarios para cambiar de club, aunque tengan que mudarse rumbo a un campeonato de menor enjundia. En esa tesitura de fidelidad a una entidad, los canteranos representan el último halo de esperanza. A principios del mes de septiembre La Gazzetta dello Sport publicaba el salario de todos los jugadores de la Serie A italiana y muchos se sorprendieron al comprobar que el futbolista peor pagado de toda la competición era Alessandro Florenzi, una de las sensaciones en este inicio de campaña.

Florenzi es un centrocampista llegador con mucha intuición para atacar los espacios desde segunda línea. Poseedor de un buen disparo desde media distancia, su atrevimiento para buscar la portería unido a su precisión en el remate al primer toque permiten que sorprenda con frecuencia al guardameta rival. Oportunista para aprovechar errores o indecisiones de los zagueros, es un jugador con mucho recorrido que no escatima en dinamismo aunque esa voluntad de aparecer tanto en acciones ofensivas como defensivas pueda jugarle malas pasadas en lo que a dosificación de esfuerzos se refiere. Aunque no asume un rol protagónico en la distribución de juego, ayuda a iniciar la jugada de su equipo ofreciendo líneas de pase a sus compañeros. Aseado en el toque de balón y con buen manejo de ambas piernas, su rapidez le beneficia a la hora de ejercer como nexo en las transiciones.

Versátil por antonomasia, se adapta a cualquier posición de la medular e incluso cumple como lateral de emergencia pero da lo mejor de sí acompañado por dos hombres en el centro del campo. De carácter aguerrido, es un futbolista intenso, de los que sorprende por la vitalidad que desprende en sus acciones. A pesar de su escasa envergadura genera mucho peligro con sus testarazos gracias a su destreza para mantenerse en el aire y su académica técnica de remate. Disciplinado en el plano táctico, bascula correctamente de forma diagonal y realiza con eficacia las coberturas al lateral de su zona. Gran ejecutor de las jugadas a balón parado, es un centrocampista muy completo, sacrificado para ayudar en labores defensivas y con voluntad para sumarse al ataque. Es el corte de jugador que cualquier entrenador desea para su equipo.

Alessandro Florenzi nació el 11 de marzo de 1991 en la capital italiana y se crió en el barrio romano de Vitinia. Desde muy pequeño se ilusionó dando patadas a un balón y sus padres deciden fomentar esa pasión enrolándole en la disciplina de la escuela futbolística Axa Calcio. Un año más tarde se muda al Acilia San Giorgio, permaneciendo tres temporadas hasta que en el año 2000 ingresa en las categorías inferiores del AS Lodigiani 1972, club de mayor prestigio en el que continuó con su prometedora progresión hasta los once años. Hincha de la Roma desde niño, su sueño se convirtió en realidad cuando los ojeadores de la entidad gialorossa se fijaron en él para reforzar su cantera.

Llega a Trigoria cargado de ilusión y con todas las ganas de devolver la confianza a quienes apostaron por él pero su baja estatura hizo dudar a algunos en sus primeros meses como jugador del club de sus amores. Tras verse respaldado por pesos pesados de la dirección deportiva como Bruno Conti, Florenzi se sacude la presión y empieza a exhibir todo el juego que lleva dentro, convirtiéndose en uno de los líderes de una generación romanista que deleitó a todos los que seguían de cerca el fútbol de cantera italiano pero que, por una razón o por otra, se quedaba a las puertas de los títulos. En la campaña 2009/2010 el Genoa comandado por un estelar El Shaarawy impidió que los pupilos de Alberto De Rossi conquistasen el Campeonato Primavera.

Ese mal trago colectivo se superaría la siguiente campaña con la consecución del doblete en la categoría Primavera. Mediapunta durante sus inicios, Florenzi retrasó su posición y adquirió brillantez en el rol de regista. Reubicado en la base de la jugada lidera a su equipo y se erige en pieza fundamental con catorce goles para tocar las mieles del éxito. Alessandro era el capitán de ese conjunto y su juego desató los elogios de la prensa especializado en la competición de filiales y cuando su entrenador fue cuestionado acerca de su extensión en el campo no dudó en definirle como “un jugador con el fútbol en la cabeza”. Con ese aval, su salto al primer equipo parecía próximo y, efectivamente, se produjo en las últimas jornadas de esa temporada.

Fue un encuentro en el Olímpico frente a la Sampdoria durante las últimas jornadas de una temporada poco halagüeña en la que Montella se hizo con las riendas del equipo en el último tercio de la campaña. Apenas pudo disputar los minutos finales pero fue una sensación muy especial para él pisar el estadio al que tantas veces había acudido para animar al equipo. Lo hizo además relevando a Francesco Totti, legendario capitán y uno de sus ídolos de infancia. Una vez alcanzada la Serie A, el Campeonato Primavera se le quedaba pequeño pero la competencia en el centro del campo gialorosso dificultaba que pudiese gozar de minutos con asiduidad para continuar con su progresión.

EL VIVERO DE LA SERIE BWIN
El cuerpo técnico decidió que una cesión a la división de plata del fútbol italiano era la opción más acertada para dar un impulso a su carrera y foguearse a nivel profesional. Su destino fue Crotone y la operación no pudo ser más exitosa. Los problemas físicos que sufrían varios futbolistas provocaron su debut nada más llegar como lateral de emergencia. Se estrena como goleador en su debut y ya nunca más volvería a salir de las alineaciones del conjunto rossoblu. Con la confianza de Menichini se convirtió en la gran revelación de la campaña anotando 11 goles y fue nombrado mejor jugador joven de la Serie Bwin. Su variedad goleadora, recompensada con el galardón de mejor tanto de la competición por una bella chilena, provocó su llegada a la selección italiana sub-21, combinado en el que actualmente es pieza fundamental.

Tras su espectacular rendimiento en la región de Calabria, el Crotone ejecuta su opción de compra sobre él pero la Roma hace lo propio ejerciendo su derecho de recompra para darle la oportunidad que tanto había esperado en el primer equipo. Comparado con Marchisio por su facilidad para llegar desde segunda línea, la llegada de Zeman al banquillo giallorosso supuso el espaldarazo definitivo para su estancia en la capital italiana. Después de pasar el debut liguero en el banquillo, ha logrado hacerse con la titularidad y conservarla en los siguientes encuentros a base de goles y buenas actuaciones. Ya ha llegado a un acuerdo con la directiva para revisar su contrato y sus emolumentos pasaron desde los 30000 euros anuales hasta los 500000. Alessandro está cumpliendo el sueño de su niñez y no quiere que nadie le despierte.


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