Reza
la experiencia en el mundo del fútbol que la resaca del éxito suele ser
bastante difícil de digerir. La temporada 2010/2011 será difícil de olvidar
para los aficionados del Lille por los excelentes resultados que cosecharon en
ella. Campeones de liga y copa, superaron a todos sus rivales en el torneo galo
con una apuesta por el fútbol ofensivo sustentada en el talento de Eden Hazard
dejando el listón competitivo en un lugar muy alto. Tan brutal fue el ascenso
que impidió a los pupilos de Rudi Garcia mantener su nivel de buenos resultados
a lo largo del año siguiente. Realizando un balance de 2012, el año que se
acaba de despedir no fue el soñado para el Lille.
La
inevitable venta de su futbolista más determinante y la incapacidad para
plantar cara en la máxima competición continental fueron los males que
golpearon la moral de les dogues. Sin
embargo, no todo fueron malas noticias para el conjunto norteño, que finalmente
completó la mudanza a su nuevo hogar, el Grand Stade Lille Metropole. Un feudo
moderno, acorde al nuevo status del
equipo, que desde el verano es testigo de las cabalgadas de uno de los jóvenes
valores del club que mostró su brillante porvenir a lo largo de 2012. El carril
izquierdo del flamante estadio tiene dueño y no es otro que Lucas Digne.
Lucas Digne es un
lateral de largo recorrido que representa una bocanada de aire fresco para los
ataques de su equipo. El costado izquierdo es su guarida, el escenario elegido para
mostrar todo su potencial atlético y asestar zarpazos a los zagueros que tienen
la misión de abortar sus peligrosas irrupciones ofensivas. Potente zancada y
notable progresión en carrera son sus mejores armas para recorrer de forma
incansable un costado del que se adueña sin complejos a pesar de su bisoñez. No
destaca por su facilidad asociativa, su virtud no reside en enriquecer los
ataques posicionales sino en su capacidad de sorpresa, aprovechando su potencia
para irrumpir con fuerza desde campo propio. Sin alardes técnicos, dobla al
extremo, ataca al espacio y envía el balón al área aprovechando su buen golpeo
en carrera, una cualidad difícil de contrarrestar para los centrales
adversarios.
Aunque
la proyección ofensiva es su atributo destacado, las labores defensivas no
constituyen un quebradero de cabeza para él. Demuestra pundonor y valentía, no
se achica ni rehúye el choque confiando en su estructura física. Voluntarioso
en el marcaje y difícil de superar en el uno contra uno, encuentra mayores dificultades
para desarticular acciones combinativas y debe adquirir mayor rigor táctico.
Hasta el momento intenta subsanar esa falta de experiencia en algunos
automatismos defensivos con velocidad y contundencia. Pegado a la línea de cal
cuando el cuero deambula por la medular, ofrece amplitud y estira al rival. En
un fútbol en el que cada vez se otorga mayor importancia a la estrategia otorga
un plus con su buen hacer en los saques de banda, ya que es capaz de impulsar
el cuero con potencia hacia el área en busca de los mejores cabeceadores de su
equipo.
Nacido
el 20 julio de 1993 en la ciudad francesa de Meaux, Lucas Digne inició su
andadura futbolística a los seis años de edad en el modesto US
Mareiul-sur-Ourcq, club de su región natal en el que comenzó a mostrar sus
condiciones para la práctica deportiva. Fue la primera parada de una etapa
formativa que tuvo su continuación en el US Crepy-en-Valois, donde logró atraer
la atención de una de las mejores canteras del país. El Lille, siempre
perspicaz en la búsqueda de jóvenes talentos, se fijó en él para reforzar sus
categorías inferiores e hizo las maletas.
Corría
el año 2005 y llegaba ilusionado a su nuevo club, con la esperanza de conseguir
un impulso en su progresión. Lejos de acusar el salto de nivel, Digne continuó
despertando la admiración de los técnicos que tutelaban su evolución. Su
potencia, sus precisos centros y su osadía en campo contrario pronto le
convirtieron en uno de los alumnos aventajados del centro formativo de les dogues. Por ello, no resulta extraño
que los encargados de confeccionar las selecciones inferiores del combinado
nacional se fijasen en él. Así, al mismo tiempo que escalaba peldaños en la
cantera del Lille progresaba defendiendo los intereses bleuets. Con la casaca azul vivió sus primeras experiencias a nivel
internacional.
Fue el
Europeo sub-17 su bautismo de fuego a nivel continental y en el certamen
disputado en Liechtenstein comenzó a dejar muestras de todo su potencial. Paul Pogba
aglutinó todos los focos mediáticos pero Digne se desempeñó de manera notable,
demostrando que Francia tenía alternativas para el futuro en una demarcación
escasa de jugadores de alto nivel en todo el fútbol mundial. Pese a la eliminación
del combinado galo en semifinales, Lucas despertó el interés de varios clubes
europeos y el Lille, temeroso de perder a su joven perla, le ofreció un
contrato profesional que firmó ese mismo verano.
LA SELECCIÓN COMO TRAMPOLÍN INTERNACIONAL
Realizó
la pretemporada a las órdenes de Rudi García y poco a poco fue abriéndose paso
en el primer equipo. Su debut llegó a finales de 2011 y, aunque le costó
asentarse en la titularidad, aprovechó la falta de un lateral zurdo de
garantías para hacerse amo y señor del lateral izquierdo en el tramo final de
temporada. Tras finalizar su primera campaña en la élite recibió la recompensa
de acudir al Europeo sub-19 con los compañeros de generación que no superaron
las semifinales en Liechtenstein dos años antes. En Estonia los jóvenes
franceses, extremadamente superiores físicamente, fueron de más a menos y cayeron
eliminados ante la supremacía técnica de los centrocampistas españoles de nuevo
en la antesala de la final.
Tras
las buenas sensaciones mostradas en la 2011/2012, ésta está siendo la temporada
de su consolidación. Sus compañeros experimentaron un notable bajón en el
último trimestre del año pero Digne continúa haciendo los deberes, atrayendo la
atención de los maestros de la estrategia, que han movido ficha para intentar
moverle de su club de origen durante este mercado invernal. Un interés de los grandes
clubes ante el que su técnico ya se resigna. “En el Lille prima la economía,
como en nueve de cada diez equipos. Si el club tiene la intención de vender, se
tendrá que resignar a perder a un jugador que tiene un gran valor de mercado”
afirma García. En Lille son conscientes de que cuentan con una perla destinada
a volar del nido tarde o temprano. Mientras tanto y a falta de éxitos
colectivos se consuelan disfrutando de su juego.
1 comentario:
Muy bueno. Lo había visto hacía unos meses, pero hoy me he decido a dejarte un comentario, porque lo cierto es que tiene un trabajo impresionante. Gran contenido, te felicito.
Te dejo por aquí mi blog por sí quieres unirte y eso.
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