jueves, 7 de marzo de 2013

ALEN HALILOVIC

En el panorama futbolístico actual, donde los focos mediáticos invaden por doquier, cada vez es más difícil vigilar la progresión de un canterano ilusionante en un club con longeva tradición en lo que a formación de talentos se refiere. Rooney, Bojan o Balotelli son ejemplos de precocidad en el fútbol profesional, jugadores acostumbrados a estar siempre en el punto de mira desde su adolescencia. Los tres debutaron en la élite de sus respectivos países y celebraron su primer gol antes de llegar a disputar los cinco compromisos ligueros estableciendo récords de precocidad que, a posteriori, fueron superados. Tras dejar huella en el archivo estadístico con sus goles, sus carreras tomaron rumbos contrapuestos, del éxito al ostracismo pasando por la continua polémica con el ámbito extradeportivo como ingrediente principal de una trayectoria repleta de sobresaltos. Precisamente inquietud es lo que buscan evitar los técnicos del Dinamo de Zagreb, que vigilan con mimo la progresión del debutante más joven del campeonato croata, Alen Halilovic.

Halilovic pertenece a ese estirpe de jugadores ‘distintos’, aquellos que por su talento generan incertidumbre en el conjunto rival cuando entran en contacto con el cuero. Su juego es como una bocanada de aire fresco para su equipo y, en la mayoría de ocasiones aporta ese valor intangible tan preciado llamado imprevisibilidad. Maestro del regate corto, destila desparpajo en cada acción, dominando a la perfección el concepto de la arrancada y la frenada para dejar clavado a su par. De escasa envergadura, su bajo centro de gravedad le permite cambiar de dirección en carrera con suma facilidad y le confiere una extraordinaria aceleración que aprovecha con brillantez cuando encara. Exclusivamente zurdo, no confía excesivamente en su pierna derecha pero subsana ese déficit con la electricidad de sus movimientos y una buena orientación en los controles.

El carril diestro es su punto de partida, el cebo con el que atraer rivales y dejarles atrás para flotar por posiciones interiores que le permitan agujerear entramados defensivos con mayor facilidad. Fino en la conducción, domina el eslalon y serpentea entre zagueros, siempre con el cuero cosido a su pie izquierdo, haciendo del dribbling su mejor arma para desbordar a su par. Confiando en sus posibilidades, su bisoñez le impulsa hacia el individualismo y aún cuenta con un amplio margen de mejora respecto a la toma de decisiones. Su timming de pase es otra de las áreas en las que debe encauzar su progresión, puesto que a pesar de sus innatas condiciones técnicas no mide con precisión la carrera de su compañero y comete errores en el momento de filtrar el balón.

Como aquellos que reciben el apelativo de predestinados, desequilibra desde el plano individual pero demuestra criterio en el apartado asociativo. Creativo por naturaleza, imagina jugadas individuales de gran calado o pases que otros ni siquiera intuyen. Los zagueros sufren cada vez que el balón se dirige a sus pies pero los porteros no están exentos de ese temor y también deben aumentar la tensión de su posicionamiento. Magistral en el golpeo, combina la precisión con la suavidad. Envuelve el cuero con su pierna izquierda y halla los ángulos de la portería como aquellos que llevan toda una vida perforando redes. Generoso en la asistencia, demuestra sangre fría y define con sutileza a la hora de batirse en duelo con el guardameta, elevando el cuero con suavidad de manera casi automatizada. Es una joya bañada en talento que debe ser bien pulida para no deteriorar su progresión.

Nacido el 18 de junio de 1996 en Zagreb, Alen Halilovic llegó al mundo con la pasión por el fútbol presente en los genes. Su padre, Sejad, era un centrocampista bosnio que desarrolló su trayectoria deportiva en varios campeonatos de la geografía europea. Con el esférico como juguete más valioso, Alen pronto empezó a hacer diabluras con el balón y puso el primer pilar a su andadura futbolística cuando ingresó en las categorías inferiores del Dinamo de Zagreb, un club que se está especializando en alumbrar a los jóvenes más talentosos del país desde el inicio del siglo XXI.

Dentro de la entidad del Maksimir, Halilovic no dejó indiferente a nadie. Deslumbró a técnicos, compañeros y rivales por su talento. Acaparó elogios y encadenó actuaciones sobresalientes. Todos se sorprendían al ver sobre el terreno de juego a ese zurdo de apariencia frágil que, sin embargo, sabía utilizar su estructura corporal a la perfección. Sus excelentes condiciones no pasaron desapercibidas para los técnicos de la federación croata, que le reclutaron para liderar al combinado nacional sub-14. Escaló por los diferentes escalafones inferiores de la selección balcánica formando una gran sociedad con el también prometedor Josip Basic, atacante del Hadjuk Split, enemigo a batir durante el encuentro de máxima rivalidad en el país.

Sus actuaciones con la selección ajedrezada en categoría sub-17 le pusieron en el escaparate europeo y varios clubes ingleses e italianos se interesaron en su fichaje. Los directivos del Dinamo comenzaron a temer la pérdida de su estrella en ciernes sin compensación económica, como se habían inquietado cuando Halilovic tenía trece años y convenció a los técnicos del Real Madrid en un período de prueba que pasó en la ciudad deportiva de Valdebebas. En ese contexto de duda contractual, los técnicos presionaron a la directiva del club de la capital croata y el joven Alen firmó un contrato profesional durante el pasado verano.

A pesar de que se aseguró su futuro profesional, Halilovic continuó en las categorías inferiores para que las prisas no dinamitasen su progresión. Sin embargo, la madurez que demostró en las categorías inferiores del club terminó por catapultarle a la primera plantilla. Su estreno en la élite se produjo a finales del mes de septiembre, ni más ni menos que en el encuentro de máxima rivalidad ante el Hadjuk Split. Apenas fueron unos minutos pero bastaron para demostrar que su talento y su osadía estaban por encima de la media. Menos de un mes más tarde, ingresando al terreno de juego en la recta final del partido volvió a aprovechar su oportunidad, encontrando la recompensa del gol y convirtiéndose en el anotador más joven en la historia del campeonato doméstico croata.

Esos fulgurantes destellos volvieron a atraer la atención de grandes clubes de la talla del Manchester City, Inter y Real Madrid. Comparado con Luka Modric por su parecido físico, Halilovic ha encandilado a toda la prensa de su país. “Tiene un talento increíble, en mi carrera no recuerdo a un jugador de tanto talento” afirma Zoran Mamic, director deportivo del Dinamo de Zagreb, que no escatima en elogios para la estrella emergente del fútbol croata. La trayectoria del talentoso Alen no ha hecho más que comenzar y su fortaleza mental determinará hasta dónde le llevará. Cautela, por el momento solo es un adolescente prodigio.


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