martes, 28 de abril de 2015

DOMINIC SOLANKE


Antes de ajusticiar a los guardametas rivales, era él quien fabricaba las jugadas. Antes de compartir vestuario y terreno de juego con sus ídolos, solamente era aquel niño que había abandonado su Reading natal y esbozaba una sonrisa de oreja a oreja al comprobar cómo tenía a su lado al gran capitán del Chelsea antes de inmortalizar ese momento.

Una fotografía que corrió como la pólvora en las redes sociales después del debut de aquel crío en la máxima competición continental en Stamford Bridge sin haber alcanzado la mayoría de edad. La instantánea, colgada en su perfil por John Terry, recogía a un Terry que comenzaba a vivir sus primeras noches gloriosas en Europa con un Dominic Solanke de apenas sólo siete años que acababa de enrolarse en la disciplina ‘blue’. “Estoy realmente orgulloso de que Dominic Solanke haya realizado su debut con el primer equipo, felicidades compañero y créeme que es la primera de muchas con la camiseta del Chelsea”, fue el texto que el central escribió para acompañar el documento gráfico.

Era la bendición del encargado de levantar la única Champions League que el club luce con orgullo en las vitrinas de Stamford Bridge a la joya más lujosa de la Academia. Presente y futuro codo con codo en un documento que desde la entidad confían en que adquiera carácter premonitorio. En el seno del cuadro londinense todas las esperanzas están depositadas en que el tempranero debut de Solanke sólo sea la primera página de un longevo y exitoso historial con la casaca blue para coger el testigo del actual portador del brazalete de la primera plantilla.

“Me gusta coger el balón y hacer internadas, pero también me gusta trabajar atrás y mezclarme con los defensas para que no sepan lo que hago. En el Chelsea  hay muchos jugadores de clase mundial, por lo que hay que seguir trabajando y la oportunidad llegará”, reconocía Dominic Solanke a la web del Chelsea en octubre de 2014, después de cumplir su sueño de estrenarse con el primer equipo en un choque de Liga de Campeones frente al Maribor. “Estoy en la luna con mi debut. Casi debuto el otro día, pero esto ha sido más especial, en Stamofrd Bridge”, indicaba entusiasmado el delantero al comprobar la confianza depositada por Mourinho en él.

“Fue una noche que no olvidará. Seguro que jugará muchos partidos de Champions League porque será un buen jugador”, aventuró el técnico luso, que se decidió a dar la alternativa al atacante de ascendencia nigeriano después de sus magníficos registros anotadores en las categorías inferiores del club. Comparado con Diego Casto, Solanke es menos combativo, pero más fino y ya con hechuras de delantero de élite pese a su temprana edad, un perfil físico del gusto del de Setubal, que prefiere dosificar ante la presión mediática al goleador de una camada que ha arrasado en las competiciones formativas los últimos años.

Entre esa base prometedora integrada por los Christensen, Loftus-Cheek, Musonda y Boga, Solanke era el delantero ‘moderno’ que aterrorizaba a las zagas. Un atacante que aúna unas innatas condiciones físicas con una buena formación técnica. Con la portería siempre entre ceja y ceja, pero lejos del perfil clásico de matador de área. Domina casi todas las suertes de un ‘9’; es oportunista, potente en carrera e inteligente para realizar desmarques de apoyo y dar continuidad a la jugada. Elegante y dinámico, aunque rehúye el choque más de lo habitual en un ariete británico, juega de espaldas y de cara a portería, con un remate al primer toque de alto nivel. En ocasiones demasiado conformista en sus recepciones adoleciendo de movimientos de ruptura, sabe ejercer el rol de asistente y en la zona de castigo es letal, con una sangre fría propia de los goleadores de alto nivel cuando desafía mano a mano al guardameta.

Ese instinto asesino, su inteligencia para leer el curso de la jugada y una notable estructura corporal aún en proceso de desarrollo son ingredientes lujosos en la cocción de un gran delantero que los hinchas ‘blues’ paladean con ilusión después del mal sabor de boca de un menú de jóvenes ilusionantes a los que el club tuvo que retirar de la carta. Mancienne, McEachran, Lucas Piazón, Borini o Kakuta, la lista de ‘juguetes rotos’ es extensa y desde el seno del club, con Mourinho a la cabeza, se trabaja con la cautela como norma principal para no desperdiciar esta hornada de jóvenes talentos.

“Si dentro de unos años Lewis (Baker), Isaiah (Brown) y Dominic (Solanke) no son jugadores de la selección absoluta, yo debería a culparme a mí mismo. Ellos son parte de un proceso que el club comenzó sin mí, pero ahora tengo chicos que serán jugadores del Chelsea. Con 17 años ellos tienen que entrenar con nosotros y jugar con los sub 21”, aseguraba José Mourinho el pasado verano cuando se refería a los jóvenes que hacían la pretemporada con la primera plantilla destacando a ese cuarteto de perlas en su cantera entre la que se destacaría el ariete nacido en Reading con su estreno en la Liga de Campeones. Esa noche fue el broche de oro para un 2014 de ensueño para Dom, como se le conoce en el vestuario londinense.

Un goleador de récord
Solanke había cerrado la campaña 2013/2014 con celebraciones, primero la de la consecución del Europeo sub 17 con Inglaterra, en la que se erigió en pieza clave de los pross y máximo goleador del torneo junto al holandés Jari Schuurman, y posteriormente la de la FA Youth Cup, en la que volvió a dejar su sello con un doblete en el partido de vuelta para doblegar al Fulham en Stamford Bridge, Méritos más que suficiente para ser premiado con el galardón de mejor jugador inglés joven del año. Lo recibió de manos de Wayne Rooney, con el que compartiría entrenamientos en la selección absoluta después de ser reclutado por Roy Hodgson para ejercitarse con el combinado nacional absoluto cubriendo el hueco del lesionado Sturridge.

El gol en las competiciones juveniles inglesas llevaba el sello de Solanke el año pasado y el atacante londinense lo ha confirmado y trasladado a nivel continental en este 2015. Máximo artillero de la Uefa Youth League con 12 dianas superando el registro establecido por Munir en la primera edición del torneo, tres de ellas fueron en la final a cuatro disputado en Nyon para ayudar a su equipo a proclamarse rey juvenil del fútbol europeo. El conjunto dirigido por Adi Viveash lograba sacarse la espina de la campaña anterior, en la que el Schalke les eliminó en el único encuentro en el que los ingleses han sucumbido en esa competición.

La victoria en competición europea fue el preludio de otra fiesta ‘blue’, ya que ayer revalidaron su título de campeón ante el Manchester City en la prestigiosa FA Youth Cup, en la que Dominic Adoleye Solanke-Mitchell, el nombre que figura en su documento de identidad, estuvo más discreto que en los dos duelos finales de la anterior campaña. Pese a ello, dejó su impronta goleadora para cerrar la victoria en el choque de ida. Una muesca más en la culata de este artillero, al que Southgate medita convocar para disputar el Europeo sub 21 de este verano. Sería otro peldaño más en la ascensión de un joven ariete con un futuro inmediato tan prometedor como difuso. “La próxima temporada tiene dos caminos. Para mí sería un gran error irse cedido a otro club en Inglaterra o en Europa”, señala José Mourinho, que tiene claro cuál sería el sendero correcto por el que guiar su progresión:  “Quedándose en el Chelsea, entrenando con el primer equipo, haciendo la pretemporada y reemplazando en algunas ocasiones a los delanteros principales y jugando cada semana con los sub 21 o sub 18 no necesitaría irse fuera cedido. Él necesita ir paso a paso y en un par de años será un jugador del primer equipo”. Paso a paso, con su potente zancada, Solanke quiere recorrer un largo trayecto en Stamford Bridge.


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