domingo, 17 de febrero de 2013

ESPECIAL SUDAMERICANO SUB-20 2013


Al ritmo de Quintero, Colombia se coronó campeona. Argentina y Brasil monopolizaron la atención mediática por su fracaso durante la primera fase, incluso Chile acaparó elogios por el extraordinario rendimiento de sus atacantes, pero los ‘cafeteros’ supieron aprovechar sus oportunidades mostrando una solidez que fue in crescendo de la mano de su futbolista más talentoso, asimismo el jugador más destacado de la competición. En el tramo decisivo, la nota dominante fue el alto grado de competitividad, propiciada por la prematura eliminación de los dos colosos del continente que igualaron sobremanera el nivel colectivo de los seis supervivientes en el hexagonal final. Y ahí fue donde se impulsó Colombia, con una sólida defensa encabezada por su guardameta Bonilla y una medular imaginativa que surtió de numerosísimas ocasiones de gol para unos arietes que supieron aportar su granito de arena en el apartado anotador.

La segunda línea colombiana fue la clave para superar en la carrera de fondo a una correosa selección paraguaya que se proclamó subcampeona. Nieto y Quintero fueron el desequilibrio y la pausa, la asistencia y el gol, los pilares ornamentales que permitieron anexionar a un ambicioso conjunto colombiano. Un disciplinado conjunto guaraní, una interesante selección uruguaya y una selección chilena que fue de menos a más acompañarán a la campeona Colombia en el Mundial de la categoría para el que otorgaba plazas esta competición que siempre descubre futuras estrellas.


LOS PROTAGONISTAS
Ya sea de los principales clubes del continente o de conjuntos europeos que buscan talento puro a bajo coste, los ojeadores siempre siguen con lupa el Sudamericano sub-20 y los presentes en esta edición recién finalizada no se habrán ido con sus libretas sin estrenar. Individualmente esta competición ha tenido de todo, desde fracasos absolutos por las altas expectativas previas hasta consolidaciones de jugadores que ya habían dejado destellos de su valía en sus respectivos clubes, sin olvidar a los ‘debutantes’ en el primer nivel competitivo que sorprendieron a propios y extraños por su elevado rendimiento. Estos fueron los 11 destacados:

Bonilla (Colombia): ya había disputado el pasado Mundial sub-20 y por lo visto en esta competición adquirió buenas enseñanzas de aquella experiencia. Guardameta de gran presencia física no exento de agilidad y personalidad, facultades que exprime en el uno contra uno. Siempre atento y ágil para llegar a palos, demostró dotes de manda y jerarquía para liderar a su línea de zagueros.

Guillermo Varela (Uruguay): lateral diestro luchador y siempre predispuesto para buscar la pugna física con su par, confiado en su capacidad para salir victorioso de los duelos individuales. No es un dechado técnico pero su voluntad colectiva y su fondo físico le permiten aportar profundidad a los ataques de su equipo sin generar desequilibrios tácticos en la defensa zonal.

Lichnovsky (Chile): sus experiencias con la primera plantilla de la Universidad de Chile le permitieron afrontar con mayor holgura este torneo. Dotado de una buena estructura física, interpreta bien el juego y frena a su marcado sin necesidad de recurrir a la agresividad, además de atesorar los fundamentos tácticos necesarios para ofrecer una aseada salida de balón.

Balanta (Colombia): imponente por su planta física, además de su corpulencia demostró automatismos defensivos que de ser potenciados le pueden hacer dar el salto al continente europeo en un futuro no muy lejano. Pese a las carencias de velocidad derivadas de su envergadura no sufre en exceso cuando abandona su radio de acción habitual. Formó una gran pareja con Vergara en el eje de la zaga.

Balbuena (Paraguay): era una de las pocas excepciones ofensivas dentro de un poblado y contundente entramado defensivo paraguayo. Lateral izquierdo de delicado toque de balón que se erigió en uno de los mejores socios para el poderío aéreo de su compañero Cecilio Domínguez. Enérgico en sus acciones, demostró versatilidad para adaptarse a los dibujos tácticos de su seleccionador.

Guarderas (Perú): sus problemas físicos en algunos partidos del Hexagonal final le relegaron a la suplencia, pero a grandes rasgos fue el motor de una sorprendente selección peruana que se quedó a las puertas del Mundial. Le da pausa a los partidos porque no se siente cómodo en la exigencia física, demuestra criterio en la distribución y buenos fundamentos tácticos para aportar colectivamente sin balón.

Cristóforo: a pesar de algunos partidos de rendimiento discreto, demostró ser el mediocentro con más oficio de la competición. Con capacidad para dirigir el juego ofensivo de su selección, bien dotado a nivel técnico e inteligente a la hora de seleccionar los pases adecuados. Con recorrido para sumarse al ataque y batir líneas de presión, su avanzada interpretación del juego le permite aportar en el repliegue.

Rabello (Chile): el protagonista de la mayoría de acciones ofensivas de su combinado. Habilidoso, rápido, participativo y con un carácter peculiar que en ocasiones le juega malas pasadas. Atesora un golpeo de balón que explota en las jugadas de estrategia, su dinamismo le permite generar numerosas recepciones ventajosas cerca del área rival y conduce bien el cuero en los contragolpes.

Quintero (Colombia): el futbolista más destacado de todos cuantos participaron. Talentoso y dinámico, su educado pie izquierdo y su extraordinaria lectura de juego le permiten generar ocasiones de gol con relativa facilidad. Ya sea cerca del área rival o lejos de ella, siempre suma en los ataques posicionales de su equipo. Puede batir líneas con su conducción y elimina rivales con su mordaz regate corto. Una estrella en ciernes.

Nico López (Uruguay): solamente el acierto goleador de Quintero le impidió proclamarse máximo goleador de la competición. Capaz de rendir cerca de un costado o paralelo a un punta de referencia, es un atacante rápido, osado en su juego y vertical. Pícaro para moverse entre líneas, influye más allá de la zona de remate y ayuda a generar huecos en las zagas. Resolutivo con su pierna izquierda, fue de más a menos.

Nico Castillo (Chile): aprovechó la baja de Ángelo Henríquez para constituirse como punto de referencia en la vanguardia chilena. Excelentemente formado en el apartado físico, su contundencia en el remate no ensombrece su desempeño fuera del área de castigo. Desahoga a su equipo ganando los duelos aéreos, cae a bandas, saca provecho de sus controles para no obstaculizar el ritmo del ataque colectivo y su amplia variedad en la finalización de las jugadas le permite sorprender a los guardametas.

Otros jugadores interesantes
PORTEROS
Diego Morel (Paraguay) es un sobrio guardameta que transmite seguridad ante sus acciones, con una buena formación técnica en el blocaje. Darío Melo (Chile) es un portero de grandes reflejos y elasticidad, bueno en el juego con los pies pero con problemas en las batallas aéreas por su falta de envergadura.

DEFENSAS
Jherson Vergara (Colombia) es un central de gran poderío físico, fuerte, contundente al cruce y con capacidad para imponerse en las disputas aéreas de ambas áreas. Le penalizan sus carencias en la lateralidad. Gustavo Gómez (Paraguay) explotó su colocación y buena interpretación del juego para ofrecer seguridad en el eje de la zaga, pero pasó apuros ante delanteros con el dinamismo por bandera.  Gastón Silva (Uruguay) es un central muy jerárquico, anticipativo, atento a las coberturas e imponente en el juego aéreo pero con más dificultades para defender en campo abierto, con presión alta de su equipo. Marlon Mejía (Ecuador) es un central de liviana presencia física y correcto desplazamiento en largo al que su excesiva serenidad le induce a cometer errores tácticos difíciles de subsanar en el transcurso de alguna jugada. Christian Palomeque (Colombia) es un versátil lateral izquierdo que hizo de la profundidad su mejor arma. Con grandes condiciones atléticas para aparecer en campo contrario, también partiendo desde posiciones más adelantadas. Debe mejorar ciertos conceptos relativos a la defensa colectiva.

CENTROCAMPISTAS
Sebastián Martínez (Chile) es un mediocentro de elevado nivel técnico que atesora un excelente criterio en la distribución. Preciso en el pase, su visión de juego explotó el talento de sus compañeros en la vanguardia y otorgó fluidez a la circulación de balón. Inteligente en lo táctico, un progreso en la resistencia le aportaría un plus diferencial en todos los ámbitos. Sebastián Pérez (Colombia) es un centrocampista que ofrece un buen trato al cuero. Elegante en el golpeo y con facilidad para dar continuidad a la circulación del cuero, sus lagunas tácticas y su poco desarrollo físico le penalizan en exceso actuando en el doble pivote. Pedro Azogue (Bolivia) demostró ser un mediocentro maduro, con oficio y excelente rigor táctico para obtener ventajas desde su posicionamiento en el terreno de juego. Echó en falta mayor colaboración colectiva. Diego Laxalt (Uruguay) hizo de la movilidad una de sus mejores armas y adquirió gran protagonismo en su conjunto tanto ofensiva como defensivamente. En varias ocasiones pecó de precipitación.

Mauricio Cuero (Colombia) es un potente extremo diestro que aprovecha sus dotes físicas para poner en aprietos a su marcador. Con carencias evidentes a nivel técnico, estira el campo y se muestra constante en sus incursiones individuales. Juan Pablo Nieto (Colombia) es un futbolista con grandes dotes técnicas que exhibió su talento para ofrecer fluidez a los ataques posicionales de su conjunto. Desequilibrante desde el plano individual y colectivo, influyente por dentro y por fuera, debe subsanar su intermitencia. Diego Rolán (Uruguay) es un atacante incisivo, con frescura física para atacar los espacios y facilidad para finalizar las jugadas. Partió desde la banda derecha pero con mucha disposición a pisar área. Christian Benavente (Perú) es un mediapunta talentoso y osado con gran facilidad para el regate en carrera y buena visión de juego para el último pase. Su indolencia y desconexión en algunas fases del encuentro representan sus mayores lunares. Johnny Uchuari (Ecuador) es un mediapunta de escasa presencia física que hace de cebo desde los costados para generar peligro en zonas interiores. Gran conducción en carrera y disparo desde media distancia. Christian Cuevas (Chile) es un extremo izquierdo enérgico, osado, incisivo y con facilidad para deshacerse de su par en el uno contra uno. Su área de mejora reside en la toma de decisiones.

DELANTEROS
Jhon Córdoba (Colombia) demostró dominar varias suertes del ‘9’ que le auguran un buen porvenir. Resolutivo en la definición gracias a su buen disparo, desahoga el juego gracias a su buen hacer de espaldas al marco rival, pero no es desdeñable su capacidad para atacar los espacios. Un ariete complete que debe adquirir más pausa en la definición. Cecilio Domínguez (Paraguay) es un delantero clásico guaraní. Batallador, con capacidad para ganar esas disputas y ayudar a sus compañeros pero con más problemas para aportar lejos del área. Diego Rubio es un pícaro atacante que saca rédito de los desajustes defensivos en el entramado defensivo rival. Incisivo e inteligente atacando los espacios, actuó pegado al costado diestro del ataque. José Cevallos es un espigado atacante bien dotado a nivel técnico, capaz de generar tanto en la fluidez del ataque posicional como en la finalización de jugadas. Debe adquirir mayor ritmo competitivo José Reyna (Perú) demostró ser un torbellino. Veloz, dinámico y con celeridad para armar el remate, resulta demoledor al contragolpe. Derlis González (Paraguay) fue la luz que iluminó al ataque paraguayo. Bullicioso, descarado y con gran facilidad para eliminar rivales, también demostró facilidad anotadora. Le penaliza la endeblez de su estructura física.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que en los defensas destacados, te falto Valber Huerta de Chile. Ademas Sebastián Martinez no es colombiano, es Chileno.

Iván Álvarez dijo...

@anónimo
Puede ser, pero todos no cabían y ya había incluido a varios jugadores chilenos. Corregido lo de Sebastián Martínez.
Un saludo