
Kenia es un jugador que actúa por detrás de los delanteros, bien sea en la mediapunta, bien sea en cualquiera de los dos costados, encontrándose más cómodo en el izquierdo por hallarse en banda natural. Es un jugador incisivo, con mucha frescura y osadía, capaz de volver loco a su marcador por su facilidad para el desborde. Necesita estar en contacto permanente con el balón y, por ello, se ofrece constantemente, haciendo gala de su dinamismo. Tiene buenos conceptos tácticos y no duda en abrir el campo pegándose a la línea de cal para facilitar las incursiones ofensivos de su compañero de banda. En su juego no hay mucha cabida para las recursos efectistas, ya que sus regates son tan simples como efectivos, puesto que resulta muy difícil frenarle por su extraordinaria conducción de balón en carrera, mostrándose realmente desequilibrante, y mucho más cuando la zaga concede espacios. Sin embargo, también posee un buen repertorio de fintas en estático, con los que desborda para, posteriormente, asistir con precisión. No le cuesta ganar la línea de fondo, pero, en ocasiones, no confía en sus compañeros y quiere hacerlo todo él mismo, errando en la lectura del juego. No obstante, es un fallo que no comete con mucha frecuencia. Tiene mucha facilidad para dar asistencias, pero también está capacitado para anotar, gracias a su potente y preciso golpeo desde fuera del área con la pierna izquierda. Por su fenomenal nivel técnico y su buena visión de juego, brilla en la mediapunta pero también un poco más retrasado, ejerciendo las tareas de mediocentro distribuidor. Un futbolista con alma de líder, que lleva peligro en la mayoría de sus acciones ofensivas.
El joven talento georgiano comenzó su andadura futbolística en el Dinamo de Tbilisi. Allí estuvo hasta los quince años, edad a la que decidió cambiar de club pero no de ciudad, ya que se enroló en las filas del Lokomotiv de Tbilisi. Ya en su nuevo club, todos se dieron cuenta de su potencial, haciéndole debutar en la Primera División del fútbol georgiano con tan sólo dieciséis años. No se amedrentó y fue uno de los mas destacados de su equipo. Por ello, es comprensible que Klaus Toppmöller, seleccionador de Georgia por aquel entonces, le hiciera debutar con el combinado nacional absoluto. Sus buenas actuaciones con su equipo y con su selección, incluso ante selecciones de gran nivel como Italia, llamaron la atención del Schalke 04, que se hizo con sus servicios por un precio irrisorio. A su llegada a Gelsenkirchen, se integró en la disciplina del filial de los de la cuenca del Ruhr, pero entrenaba con el primer equipo e incluso llegó a disputar unos minutos a las órdenes de Fred Rutten. Su gran momento llegó este verano, con la llegada de Magath, quien le ha ido introduciendo poco a poco en el equipo hasta otorgarle la titularidad en detrimento de Rakitic. A sus dieciocho años ya se puede considerar importante en un club de la zona alta de la tabla en la Bundesliga.