Cada vez más, aprovechando la buena salud de la cantera germana, la Bundesliga es uno de los campeonatos que brinda más oportunidades a los jóvenes talentos. De hecho, los tres primeros lugares de la tabla clasificatoria están ocupados por equipos cuyas plantillas tienen las medias de edad más bajas de la competición. Aprovechando el mal momento del Bayern, el Borussia Dortmund se ha granjeado un importante margen de puntos que le permiten pensar en finiquitar la tradicional hegemonía bávara. El conjunto dirigido por el excéntrico Jurgen Klopp es el paradigma de una valiente apuesta por los futbolistas precoces, ya sean procedentes de las categorías inferiores del club o de campeonatos de un mayor nivel. Así, esta política de incorporaciones ha dado sus frutos con la irrupción de dos jóvenes talentos, Shinji Kagawa y Mario Götze.

Además de en la mediapunta, Shinji puede desenvolverse cerca de los dos costados gracias a su correcto manejo de ambas piernas, destacando especialmente en el izquierdo, desde el que traza excelentes diagonales perfilándose para buscar el disparo a portería. Un jugador con gran capacidad de desborde, osado en el uno contra uno, lleno de dinamismo e ideal para participar en los contragolpes. Sus marcadores se enfrentan a una difícil tarea a la hora de frenarle, ya que la movilidad es una de sus principales virtudes y acostumbra a ampliar su radio de acción por toda la zona de tres cuartos. A diferencia de sus compatriotas, que acostumbran a mimar el cuero pero carecen de agresividad frente al marco rival, Kagawa es incisivo y tiene mucha pegada. A su excelente golpeo de balón desde media distancia añade una inusitada sangre fría cuando pisa el área rival y se encuentra delante del portero.
Comenzó su aventura futbolística en las categorías inferiores del FC Migayi Barcelona, pero completó su formación como futbolista y debutó como profesional en el Cerezo Osaka. Su carrera está ligada a la precocidad, siendo uno de los futbolistas más jóvenes en participar en el Mundial sub-20 de Canadá en 2007, tras debutar una temporada antes con tan solo diecisiete años en la J-League. Por ello, no resulta extraño que fuese también uno de los integrantes de la selección nipona en los Juegos Olímpicos de Pekín, aunque sin demasiada fortuna porque el combinado japonés fue eliminado a las primeras de cambio con tres derrotas en el mismo número de encuentros.
Sus comienzos no fueron sencillos, ya que sus actuaciones no vinieron acompañadas de buenos resultados en el plano colectivo. Así, al ya citado fracaso en el certamen olímpico, hay que añadir el fatídico descenso del Cerezo Osaka unos meses después de su estreno con el primer equipo. Sin embargo, Kagawa no desistió y fue ganando, año tras año, peso en el equipo. Tras dos intentos fallidos por lograr el ascenso que les devolviese a la máxima categoría del fútbol nipón, la pasada campaña el conjunto de Osaka consiguió su objetivo, en gran medida merced a los goles del joven mediapunta. Después de sus brillantes actuaciones, fue incluido por el entonces seleccionador Takeshi Okada en la lista de los treinta convocados para acudir al Mundial de Sudáfrica, pero incomprensiblemente fue descartado en la criba final. Pese a no estar presente en tierras africanas, los ojeadores del Borussia Dortmund no pasaron por alto sus cualidades y le incorporaron a sus filas por la irrisoria cantidad de 350000 euros. Por el momento, Shinji ya está amortizando esa cifra con creces gracias a sus goles y asistencias, siendo uno de los líderes del conjunto de Westfalia. Un buen inicio de temporada que viene acompañado de la confianza de Alberto Zaccheroni, actual seleccionador japonés, que ya le considera fijo en sus esquemas.

Muy inteligente con y sin balón, es dinámico y tiene personalidad, bajando a recibir para ayudar en la elaboración de la jugada cuando sus compañeros no tienen claro cómo crear peligro. Bajito y de físico endeble, soporta los envites del rival y aguanta la posesión del cuero gracias a su facilidad para esconderlo. Eficaz en el pase, domina tanto el largo como el corto, aunque en ocasiones produce pérdidas peligrosas por su exceso de confianza. Llega al área con cierta frecuencia y aunque tiene sangre fría frente al guardameta rival, debe mejorar en la definición. Sin embargo, su falta de gol se ve claramente subsanada con su creatividad, merced a la que es capaz de decidir un partido con una acción de genio, enviando un pase magistral cuando no parecía existir hueco para ello.
Nacido en la localidad bávara de Memmingen, comenzó a jugar al fútbol en el SC Ronsberg y, tras un breve paso por el Eintracht Hombruch, ingresó en las categorías inferiores del Borussia Dortmund. Desde su llegada al conjunto de la cuenca del Ruhr fue considerado, junto al ahora jugador del Colonia Buchtmann, una de las joyas de la cantera borusser. Por ello, además de tomar el mando en el club de Dortmund hacía lo propio en las categorías inferiores de la selección alemana. Así, el año pasado fue fundamental en la consecución del título de campeón de Europa sub-17 cosechado por los germanos en territorio propio. Unos meses más tarde, con motivo de la disputa del Mundial sub-17 en Nigeria volvió a enfundarse la casaca del combinado nacional, pero aunque volvió a exhibir un buen nivel, en esa ocasión sus compañeros no secundaron su rendimiento y el cuadro alemán fue eliminado a las primeras de cambio.
Tras regresar de tierras africanas, la recompensa a su buen trabajo llegó con su debut en un duelo de la Bundesliga frente al Mainz. Fueron solo unos minutos, al igual que sus otras cuatro apariciones en la temporada 2009/2010, pero constituían una muestra de que Jurgen Klopp confiaba en el centrocampista de cara al futuro. De este modo, en la actual campaña el técnico de Stuttgart ha ido introduciéndole en sus alineaciones hasta convertirse en inquilino asiduo de la banda derecha. El joven Mario, lejos de amedrentarse, ha aprovechado la oportunidad y su rendimiento está siendo tan brillante que el seleccionador Joachim Löw le hizo debutar con la mannschaft en un partido amistoso en el pasado mes de noviembre. A comienzos de temporada actuaba como recambio de Kuba en las segundas partes, pero la lesión del polaco le abrió las puertas de una titularidad de la que no tiene visos de abandonar. A sus dieciocho años, su techo está lejos y la totalidad de los ‘gigantes’ europeos ya han preguntado por él. Sin embargo, el joven talento está centrado en su actual club, el conjunto que le formó como futbolista y a cuya afición quiere brindar tardes de gloria y títulos, como los que celebraba hace años, cuando apenas era un niño.
Recomendado por Borja Domínguez Martínez
1 comentario:
Gran Blog!!! Buenísimo trabajo!! Te seguiré!!
http:/laguiamarco.blogspot.com
Publicar un comentario