miércoles, 1 de julio de 2015

INFORME MUNDIAL SUB 20 NUEVA ZELANDA (DEFENSAS)

El primer Mundial sub 20 en el que Serbia tocó la cima fue una competición de contrastes, de magia y talento en situaciones ofensivas frenados por la disciplina y las notables acciones de las múltiples individualidades que emergieron desde la retaguardia. Aquí se desgranan algunas de las más destacadas.

Joao Pedro: 15/11/1998
Desde el carril diestro fue una de las claves del buen funcionamiento ofensivo del combinado carioca. Con una enorme incidencia en el ataque posicional, de su sociedad con su compañero de banda Gabriel Jesus emanó la mayoría de profundidad mostrada por la selección brasileña, segunda máxima goleadora de la competición con 15 tantos en 7 partidos. Muy potente en carrera, dobla de manera constante al extremo para ganar línea de fondo con inusitada facilidad y, desde allí, elegir con tanto criterio como precisión la mejor opción para asistir a los atacantes o centrocampistas que llegan desde segunda línea. Su rigor táctico dista bastante de ser el optimo y peca de fogosidad a la hora de irrumpir en campo contrario, pero trata de suplirlo con su frescura física y puede sorprender con su disparo desde larga distancia.

Veljkovic: 26/9/1995
Líder de una solvente zaga serbia que apenas concedió cuatro goles a lo largo de la competición, refrendó las buenas sensaciones que había mostrado cuando se proclamó campeón de Europa sub 19 hace dos veranos en Lituania. Sujetó a su selección cuando peor lo estaba pasando en la final ante Brasil y sobre su disciplina táctica se vertebró el entramado defensivo de un conjunto que mostró muy pocas fisuras hasta en las prórrogas. Gracias a su buen posicionamiento sufre poco cuando el rival busca su espalda con envíos profundas y demuestra inteligencia para anticiparse a los movimientos adversarios y achicar sin necesidad de recurrir a la falta. Eficaz en el tackle y sereno con el balón en los pies.

Joao Nunes
Portugal se despidió del torneo en cuartos de final ante la subcampeona Brasil con apenas dos goles encajadas, registro que le convirtió en la selección menos goleada de la competición, y este autoritario central tuvo mucho que ver en ello. Aplomo de veterano el que desprende este joven zaguero en cada movimiento. Él acompasa a sus compañeros de zaga con sus movimientos certeros, impone su ley en las batallas aéreas de cualquier rincón del terreno de juego e incluso es capaz de saltar varias líneas de presión con su buen desplazamiento en largo cuando el conjunto rival asfixia la salida de balón. Vehemente en los balones divididos, a pesar de su envergadura no desnuda sus carencias ante delanteros livianos por su potente zancada.

Youssouf Koné: 5/7/1995
El juego asociativo de Mali que tan buenas triangulaciones deparó entre el doble pivote y la línea de tres jugadores por detrás del punta encontró un recurso más en este pausado lateral izquierdo que supo seleccionar sus incursiones ofensivas para generar peligro explotando la profundidad de su flanco. En su zurda aúna el tacto para asistir tanto en carrera como a balón parado con la violencia de sus golpeos desde larga distancia para desafiar al guardameta. Hábil para desenvolverse en espacios reducidos, peca de perezoso a la hora de regresar en el retorno tras sus irrupciones en campo contrario y en las basculaciones, pero demuestra solvencia cuando el extremo le desafía en el uno contra uno cerca de la línea de cal.

Akpoguma es un lateral diestro de extraordinaria capacidad aeróbica con buenos fundamentos técnicos que también es capaz de actuar con solvencia en el eje de la zaga gracias a su corpulencia. En ocasiones peca de impetuoso. Miazga es un central muy rocoso, eficaz en el tackle e imperial en las disputas aéreas, que debe incidir en su capacidad de concentración y resguardarse más ante los envíos a su espalda. En el único partido en el que no estuvo sobre el rectángulo de juego, su selección recibió tres goles. Marlon demuestra en el eje de la zaga su capacidad de anticipación y su potente zancada, cualidades empañadas frecuentamente por su abuso del tackle. Mediocentro en origen, Andrés Tello supo adaptarse al flanco diestro de la zaga ofreciendo salida de balón por el costado y buena disciplina táctica. Hamidou Maiga es un central de imponente presencia física, tan autoritario como excesivamente vehemente en algunas ocasiones.

Carter-Vickers: 31/12/1998
Clave en el inicio de la jugada, además de mostrar su poderío en las alturas en ambas áreas, Stark confirmó que es un gran proyecto de central. Al igual que su compañero en el eje de la zaga, Kempf, muy disciplinado en el apartado táctico y con un buen desplazamiento en largo, anticipativo, pero en ocasiones poco expeditivo para frenar a atacantes dinámicos. Carter-Vickers, benjamín del conjunto estadounidense, es un central corpulento y atlético, mucho más maduro de lo que sus 17 años podrían indicar y pegajoso en el marcaje de casi cualquier perfil de delantero. Una sensación de seguridad que también transmitió el colombiano Juan Quintero, mariscal del área con gran lectura de juego.

Lemos se mostró como un central ágil, anticipativo y con criterio con la pelota en los pies, pero también excesivamente descontrolado en los balones divididos. Su compañero de selección y de zaga Mathias Suárez demostró solvencia para recorrer el carril zurdo a cambio de sacrificar la vigilancia de su espalda. Pasado de revoluciones cuando el choque navega por broncos derroteros. Misma impulsividad que en ocasiones le juega malas pasadas a Kristzian Tamás, extremo zurdo reconvertido a lateral. Veloz, vertical y con buenos fundamentos técnicos, su capacidad de reacción le convierte en difícil de superar en el uno contra uno.

El brasileño Jorge se mostró como un lateral ofensivo, siempre abierto a buena altura y con inteligencia para moverse en posiciones interiores, pero bastante relajado en casi todas sus acciones defensivas. Antonov es un portento físico, un lateral de largo recorrido que devora el carril izquierdo, pero con algunos problemas para sujetar a centrocampistas de alto nivel técnico como se evidenció en la final con Gabriel Jesus. Kevin Gutiérrez demostró vocación ofensiva y golpeo de precisión quirúrgica a balón parado, aunque también excesiva precipitación en algunos lances del juego. Rafa exhibió su sedosa zurda en la ejecución de jugadas a balón parado y atrevimiento para interactuar con su compañero de banda. Con margen de mejora en labores defensivas. Tripichio fue uno de los pocos que se salvó de la quema en el desastre argentino. Versátil e inteligente tácticamente, demostró pundonor y criterio cuando se asomó a campo contrario.

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